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28/05/2025

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ISM al día

Patricia Romero Alonso
alumno zaporito prácticas embarque
Con el inicio del curso escolar 24-25 llegaba la implantación del nuevo sistema de Formación Profesional con la realización de prácticas en empresas desde el primer curso de todos los ciclos formativos. En la formación marítimo-pesquera, tanto los centros escolares como el ISM han tenido que colaborar estrechamente para poder realizar los reconocimientos médicos necesarios para que los alumnos pudieran embarcar.

El cambio de sistema implica que los alumnos se forman en el centro educativo y en la empresa desde el primer año, junto con la cotización a la Seguridad Social durante el tiempo de formación en la empresa, sin que ese coste repercuta en las empresas.

En el caso de la formación marítimo-pesquera, esta modificación supone embarques, con la necesidad de que los alumnos tengan una documentación específica en regla. El cambio ha sido todo un reto de organización.

La directora provincial del ISM en Cádiz, Herminia Rodríguez, se encontró a mitad de enero con más de 200 solicitudes de reconocimiento médico de embarque (RME) que tenían que estar realizados antes de febrero para que los alumnos pudieran embarcar: “Nos encontramos de un día para otro con estudiantes de formación básica que carecían de la documentación previa o la libreta de embarque, por lo que además también hubo que designar empleados que les asesorasen en los pasos a seguir. En abril llegó la segunda oleada de alumnos, pero ya sabiéndolo y en contacto con el Instituto Zaporito de Cádiz todo ha sido más fluido”.

En el Instituto de Formación Marítimo Pesquera de Las Palmas, su director Juan Socorro, tuvo que liderar una búsqueda por todas las empresas de la isla para poder embarcar a los 80 alumnos de Puente y Máquinas de primer curso. “Tampoco tenían las libretas de embarque -añadía- y hubo que hacer gestiones con Capitanía Marítima, finalmente todo el mundo puso su granito de arena y todos han podido completar su formación a bordo”.
 
El doctor Ángel Bolado durante el RME a una alumna en la DP de Cádiz.
El doctor Álvaro durante El doctor Ángel Bolado durante el RME a una alumna en la DP de Cádiz.
ALUMNADO BIEN PREPARADO
La importancia de las prácticas a bordo es vital para el alumnado de Puente y Máquinas, tal y como nos comenta Victoria Oliver, directora del Instituto náutico pesquero Zaporito de Cádiz: “Tienen como objetivo ir alcanzando las competencias profesionales que tienen que demostrar en la prueba de idoneidad para poder obtener la titulación profesional y acercar al alumnado a un entorno de formación lo más real posible. De esta manera empiezan a conocer lo que requiere la vida profesional en este sector, tanto a nivel formativo, como a nivel personal, ya que son profesiones muy específicas y especiales. A veces las perspectivas están idealizadas y resulta ser de otra manera”.

Los periodos de duración de las prácticas embarcadas son diferentes, “Se ha intentado alcanzar el máximo de días posibles para que, una vez terminado el ciclo formativo, junto a su titulación académica, pudieran contar con los requisitos de embarque de alumno completados. Se ha decidido establecer un calendario de dos meses de estancia en la empresa, en el primer curso, que se complementará en el segundo curso con otra estancia, hasta alcanzar las 700 horas de duración entre ambos”.

Gracias a la colaboración con la Dirección Provincial del ISM en Cádiz, los desajustes iniciales pudieron subsanarse “a pesar de que el alumnado necesita los reconocimientos médicos para el enrole, los reconocimientos de los trabajadores tienen prioridad. En este curso, a través de la intermediación de la directora provincial en Cádiz, se ha iniciado un protocolo de colaboración que facilita la coordinación entre ambas entidades. La intención es la de facilitar los enroles para el alumnado, sin que esto suponga colapsar los servicios médicos”.

Este cambio ha supuesto “una reorganización de la temporalización de contenidos teóricos y prácticos, como las prácticas obligatorias que forman parte del certificado de Formación Básica en Seguridad. También un esfuerzo en la búsqueda de empresas que quisieran colaborar en la formación del alumnado, en la emisión de certificados para facilitar los trámites del embarque, en la recopilación de datos de todo el alumnado para poder facilitar la gestión del reconocimiento médico y la gestión del alta en la seguridad social por parte de la Consejería de Educación”, añadía Victoria Oliver.

El curso se acerca a su final con la satisfacción de que todo el alumnado ha tenido una empresa en la que poder realizar las prácticas lo que facilita un acercamiento real al mundo profesional al que se quieren dedica.

Leer más en el número 656 del mes de junio.

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