11 actos para la pesca sostenible

29/11/2024

Medio Ambiente

Clara González
pescando y navegando con delfines
La asociación ecologista BLOOM ha dado a conocer un listado de once normas destinadas a la pesca sostenible a través de la investigación ‘Replantear la sostenibilidad de las pesquerías marinas en un planeta en rápido cambio’.

Uno de los principales retos para las instituciones nacionales y supranacionales es cómo podemos cumplir con los propósitos en materia de medio ambiente sin que, al mismo tiempo, afecte a la cotidianidad de la ciudadanía.
 
Para ello contamos con legislación y propuestas en base al Convenio sobre la Diversidad Biológica, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) o la Agenda 2030. 

Entre la ingente cantidad de conceptos y diversidad de propuestas sobre el ámbito de la sostenibilidad y el medio ambiente, la asociación ecologista BLOOM ha dado a conocer once normas, a las que denominan “reglas de oro”, con las que buscan redefinir el concepto de ‘sostenibilidad’ a partir del estudio ‘Replantear la sostenibilidad de las pesquerías marinas en un planeta en rápido cambio’. 

En la elaboración del artículo, publicado en la revista científica Nature Portfolio, han contribuido un grupo de 30 personas expertas en el ámbito de la biología y oceanografía, entre otros. 

Callum Roberts, profesor de Conservación Marina en la Universidad de York y autor principal del estudio, afirma que el concepto actual de “pesca sostenible” ha quedado “científicamente obsoleto” y que se basa en “una teoría simplista y productivista”. También considera insuficientes los límites de pesca establecidos, ya que permiten “pescar cualquier cosa, en cualquier lugar, con cualquier método” siempre que no se sobrepasen. 

Roberts añade que “debemos considerar la pesca como un privilegio y no como un derecho”, al igual que reivindica el valor de la vida marina para la sociedad y la naturaleza como un bien público sin ser “objeto de una carrera de recursos motivada por el lucro”. 

Así, Jennifer Jacquet, profesora de Ciencias Ambientales y Política de la Universidad de Miami cuestiona si todas las artes de pesca son iguales desde un punto de vista ambiental y social.

PAPEL UNIFICADOR
La asociación ecologista asegura  que su papel fue el de unificar y coordinar a todo el equipo de 30 expertos mundiales que realizaron el artículo. 

BLOOM considera que el factor que más daño y destrucción ha provocado en los océanos, por encima del cambio climático y la contaminación por plásticos, es la pesca industrial. Por ello, proponen una pesca “compatible con la preservación de las funciones vitales de los ecosistemas marinos, la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo”. Para organizar las once acciones se han basado en dos principios clave. En primer lugar, que la pesca minimice los impactos sobre las especies y los ecosistemas marinos, para asegurarse la regeneración de la vida y los hábitats marinos agotados. En este caso, califica de “inadecuada y deficiente” la regulación basada en el Rendimiento Máximo Sostenible y considera que “el mantenimiento de niveles de biomasa más elevados para todas las especies permitiría restablecer el funcionamiento de los ecosistemas”. 

También se incluyen propuestas como la reducción de la pesca y su impacto, excluir las artes y las actividades que generen daño o limitar el tamaño de los barcos. En segundo lugar, consideran que debe mejorar la salud, el bienestar y la resiliencia de los seres humanos y las comunidades. Para ello, se propone acabar con las pesquerias responsables de violaciones de derechos humanos, crear sistemas de gestión de la pesca que aseguren la distribución equitativa o aplicar buenas prácticas.
 
Las once propuestas recogen el interés de BLOOM y de los expertos por priorizar aquellas acciones que contribuyan a la sostenibilidad en la pesca y que no supongan una amenaza para la diversidad de especies y ecosistemas marinos. 

LAS ONCE REGLAS DE ORO, DE UN VISTAZO
  1. Pescar menos y minimizar el impacto de la pesca.
  2. Excluir las artes y actividades que generan importantes daños colaterales.
  3. Limitar el tamaño de los barcos y los equipos de pesca.
  4. Abastecerse solo de pesquerías con una buena gobernanza, existencias sostenibles y datos suficientes.
  5. Integrar proactivamente la protección de los ecosistemas en la gestión pesquera.
  6. Prohibir el acceso a las especies y zonas más vulnerables.
  7. Acabar con las pesquerías que violan los derechos humanos y amenazan la seguridad alimentaria.
  8. Crear sistemas de gestión pesquera que aseguren la distribución equitativa y transparente de los beneficios.
  9. Aplicar las buenas prácticas sin importar las zonas donde se pesque.
  10. Poner fin a la entrega de subsidios perjudiciales para la pesca.
  11. Imponer tolerancia cero a las empresas involucradas en la pesca ilegal.
Leer más en la revista Mar número 650

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