Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga una mejor experiencia de usuario. Las cookies no se utilizan para recoger información de caracter personal.
Si continúa navegando se considera que acepta su uso. Para más información consulte nuestra política de cookies.
Trabajadores en puertos de recreo Inmovilización y traslado de accidentados Viruela del mono Cocineros a bordo Entrevista IA aplicada al palangre - Revista Mar
El trabajo de los marineros en los puertos de recreo es una labor fundamental en el mundo marítimo. Los clubs náuticos son espacios dedicados a la práctica de deportes acuáticos, navegación y conservación del entorno marino. En este entorno, los marineros desempeñan un papel esencial para garantizar la seguridad, el buen funcionamiento y ofrecer una buena experiencia a sus miembros y visitantes.
Ser marinero en un club náutico requiere conocimientos en náutica, habilidades físicas y una actitud responsable. Es importante tener habilidades básicas de mecánica, primeros auxilios y, en muchos casos, licencias o certificaciones específicas.
Estos profesionales no solo mantienen en marcha las actividades del club, sino que también ofrecen seguridad a todos los que disfrutan del mar. Su experiencia y dedicación contribuyen a crear un ambiente seguro y agradable para todos los amantes de la navegación.
COMETIDOS ESENCIALES
El trabajo de un marinero en un club náutico es muy diverso y requiere habilidades técnicas, responsabilidad y una verdadera pasión por el mar. Entre sus tareas principales se encuentran el mantenimiento de embarcaciones, que incluye limpieza, revisión, reparaciones y preparación para la navegación; asistir en las maniobras de amarre y desamarre en el puerto; garantizar la seguridad marítima vigilando las actividades en el agua, ayudando en emergencias y asegurando el cumplimiento de las normas de seguridad en todo momento; colaborar en actividades como regatas, cursos de vela y otros eventos; y mantener en buen estado las instalaciones, como muelles, grúas y áreas comunes.
“Estoy gestionando 56 yates. Tras mi formación inicial, trabajé como marinero y rápidamente me entusiasmé, realizando más cursos y asumiendo mayores responsabilidades en mi trabajo.” dice Valentín Steppe, desde el puerto de Marina Greenwich en Altea, Alicante.
Por otro lado, Ramón Martínez, patrón del velero Khyru, de 12 metros en el Puerto Deportivo Tomás Maestre en La Manga del Mar Menor, comenta: “Yo habitualmente suelo navegar por el Mediterráneo y Baleares. En todos los puertos en los que he recalado, tanto la gestión como el trato con los marineros ha sido excelente. Cuando te acercas a la bocana, contactas por el canal 9 para hablar con el marinero. Como reservo el punto de amarre con antelación, solo tengo que identificar mi barco y me indican la ubicación de mi amarre, además de solucionar cualquier necesidad que surja durante la navegación.”
Y añade con una sonrisa: “Tras una larga y a veces fatigosa travesía, es muy reconfortante recibir la amabilidad y el excelente trato del marinero en tierra, que es el primer ser humano que te encuentras al llegar al puerto”. Limpieza del Khyru en un varadero del mar Menor. OFERTA LABORAL
El trabajo del marinero es, en su mayor parte, al aire libre lo que implica un esfuerzo físico moderado, especialmente al desplazarse por el muelle y pantalán, siendo mayor durante tareas de mantenimiento y carga. Es un trabajo eminentemente físico, en el que pueden surgir situaciones de estrés moderado, especialmente los fines de semana o cuando hay múltiples servicios y clientes difíciles.
“Nuestra academia tiene una bolsa de trabajo muy importante con más de 8.400 suscriptores y un famoso canal de Telegram” nos comenta Dioni Navarro, capitán de yate, fundador y director de la academia Acronáutica y coordinador de la plataforma Emplea Náutica.
ENTREVISTA
Álvaro Carrión Piloto naval de la Marina Mercante Leyenda
Álvaro Carrión es actualmente profesor de náutica de recreo y marinero profesional en la academia Acronáutica.
¿Qué cursos impartes?
Mi trayectoria en la enseñanza comenzó en el ISM de Isla Cristina, donde tuve la oportunidad de dar clases a través de una contrata. Soy preparador para la licencia de moto de agua, licencia de navegación, patrón de navegación básica (PNB), patrón de embarcaciones de recreo (PER) y capitán de yate. Cada uno de estos cursos requiere una preparación específica, y disfruto mucho impartiendo las clases que abarcan todos los aspectos necesarios para que los alumnos puedan obtener sus titulaciones con éxito.
En cuanto a la estructura de los cursos, imparto la mayoría de los módulos que los conforman, asegurándome de que los estudiantes tengan una formación completa y sólida. Sin embargo, en los módulos relacionados con primeros auxilios, no soy yo quien imparte la formación, ya que en ese caso colaboro con profesionales especializados en sanidad, quienes garantizan que los alumnos reciban una formación adecuada y actualizada en ese aspecto tan importante.
¿Cuáles son los principales desafíos en un club náutico?
El peligro más grave en primer lugar es un incendio a bordo de un barco, ya que puede provocar una explosión y poner en riesgo a las embarcaciones atracadas cerca, que también podrían incendiarse.
En segundo lugar, un temporal que ingrese en el puerto representa un gran riesgo. Muchas veces, los cabos y amarras pueden romperse debido a la fuerza del viento y las olas. Para prevenir esto, es fundamental reforzar las amarras y las instalaciones. Sin embargo, incluso con las precauciones, un fuerte temporal puede causar daños en las embarcaciones y en las instalaciones portuarias.
¿Una habilidad importante para ser un marinero competente?
La supervivencia en el mar es fundamental. En caso de que una persona caiga al agua en el puerto, es importante que sepan cómo lanzar el aro salvavidas, o incluso cómo lanzarse al agua para rescatarla. Además, deben estar capacitados para realizar los primeros auxilios en casos de ahogamiento.
También es crucial actuar con rapidez en la extinción de incendios, ya que en el puerto se disponen de varias mangueras y extintores distribuidos estratégicamente. Es vital manejarlos de manera ágil y correcta para garantizar la seguridad de todos.