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Opinión
La Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2014-2020, prorrogada hasta diciembre de 2021, recoge la importancia de promover un enfoque de género en todas las medidas y actuaciones preventivas, acorde a la creciente incorporación de la mujer a la vida laboral en las últimas décadas.
De este modo, podrían detectarse todas las particularidades existentes y dirimir, de manera adecuada, las importantes desigualdades que se constatan en las condiciones de trabajo entre mujeres y hombres, lo que comporta equivalentes desigualdades en la exposición a los riesgos laborales y en los efectos en la salud. Sin embargo, los estudios realizados para analizar los riesgos laborales a los que están expuestas las personas trabajadoras se basan, de manera general, sobre el análisis de impacto en los hombres, sin tener en cuenta su efecto sobre las mujeres, ya que no existe una política preventiva específica de riesgos laborales desglosada por sexos desde el punto de vista del marco legal vigente. Las únicas medidas preventivas existentes se refieren a la capacidad reproductiva o al propio estado biológico del embarazo, como estado temporal o transitorio que merece una protección específica.
Es evidente que hombres y mujeres tienen diferencias biológicas o fisiológicas que condicionan la necesidad de aplicación de medidas de prevención de riesgos diferentes por sexo. Tienen una fisonomía distinta y existen riesgos laborales que les afectan de manera desigual. Por ejemplo, algunas características fisiológicas (medidas del cuerpo, masa ósea y muscular, fuerza, grosor de la piel y grasa corporal, influencias hormonales) provocan diferentes exposiciones de hombres y mujeres a los riesgos ergonómicos, químicos y psicosociales, así como al estrés térmico. Esto es aún mucho más evidente en el sector de la pesca extractiva a bordo de buques pesqueros, donde los trabajos sobre riesgos laborales están orientados al sexo masculino, predominante en estos centros de trabajo. Sin embargo, la incorporación de las mujeres a los buques de pesca es una realidad y hay que tenerla en cuenta a la hora de prevenir los riesgos y accidentes laborales en el desarrollo de las tareas.
Por todo ello, en 2020, Fundamar propuso realizar un “Estudio integral sobre los riesgos laborales en los buques de pesca desde la perspectiva de género”, teniendo en cuenta el análisis de todos los riesgos (ergonómicos, psicosociales, físicos e higiénicos), con el fin de promover una prevención de riesgos laborales a bordo desde una perspectiva de género. El estudio integral constó de dos partes. En la primera, se identificaron las necesidades o carencias preventivas a la hora de analizar los riesgos desde una perspectiva de género; y en la segunda, se determinaron las medidas y recomendaciones preventivas con el fin de promover la eliminación de los factores de desigualdad que hacen más vulnerable al colectivo femenino a bordo, promoviendo avanzar hacia unas evaluaciones de riesgos cada vez más individualizadas y adaptadas al puesto de trabajo y a la persona que lo ocupa.
Entre las medidas y recomendaciones propuestas destacan las siguientes:
- Mayor concienciación y sensibilización en igualdad y perspectiva de género en la sociedad en general y en el sector pesquero.
- Puesta en valor del trabajo de la mujer en las actividades de la pesca extractiva y normalizar su presencia en el sector.
- Pautas para integrar la perspectiva de género en la gestión de la PRL en los buques de pesca, como realizar la evaluación de riesgos.
- Integrar en la información y formación en materia de prevención el enfoque de género. • Diseñar los puestos, equipamiento y mobiliario en los buques adaptados a las características antropométricas de la persona que lo vaya a ocupar, sea hombre o mujer.
- Adaptación estructural de los alojamientos e instalaciones sanitarias de los buques pesqueros para facilitar la habitabilidad y convivencia.
- Mejora del contenido del botiquín, incluyendo nuevos medicamentos dirigidos a la tripulación femenina.
- Mejora de la vigilancia de la salud desde el enfoque de género.
- Participación real y efectiva de las mujeres en la seguridad y salud laboral en el sector.
- Apoyo de otros instrumentos que pueden ayudar a paliar los factores de riesgo relacionados con la desigualdad de género.
Este trabajo pionero, dirigido a empresas armadoras y tripulaciones, técnicos/as de prevención de riesgos y otros/as profesionales del ámbito de la seguridad y salud en el trabajo, favorecerá la integración del factor género en las actuaciones preventivas en el sector, en general, y en los buques de pesca, en particular, contribuyendo así a mejorar la seguridad y las condiciones de trabajo de todas las personas trabajadoras, independientemente de su género, evitando las desigualdades, y fomentando la sensibilización y concienciación en esta materia de todos los actores y agentes vinculados, directa o indirectamente, al ámbito del mar y a la Prevención de Riesgos Laborales.