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España, según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), se mantiene a la cabeza de la producción acuícola en la UE por volumen, ocupando el segundo lugar en valor comercial tras Francia. Pese a las cifras aún hay que trabajar para que la acuicultura europea avance.
La producción acuícola española mantiene en volumen una posición de liderazgo en el seno de la Unión Europea. Según recoge el informe “Análisis y Prospectiva-Serie Pesca número 8”, con datos oficiales correspondientes al año 2023, nuestro país se posiciona como el primer productor acuícola de la UE en volumen, con 243.098 toneladas, lo que supone el 23% del total comunitario, cifrado en 1,05 millones de toneladas de peso vivo equivalente. El valor comercial de la producción alcanzó los 805,9 millones de euros, el 21,6% por encima de la media de los últimos cinco años, aunque la cantidad producida disminuyó un 16,2%.
El estudio, disponible en la web del MAPA, analiza la evolución de los principales indicadores estructurales, productivos, económicos y sociales de la acuicultura en España y la UE. El documento señala que el valor de la producción acuícola europea se incrementó un 15% entre 2021 y 2023, hasta situarse en 4.800 millones de euros, de los que el 17% correponden a España. Respecto al valor económico de la producción, nuestra acuicultura se coloca en segunda posición por detrás de Francia (906 millones de euros) y por delante de Grecia (684 millones) e Italia (618 millones)..
REALIDAD COMPLEJA
Los datos parecen buenos. Sin embargo, su análisis entre líneas no lo es tanto. “El volumen de producción de la acuicultura española sigue estancado, o incluso, en caída (16,2% en 2023) hasta las 243.098 toneladas, especialmente en cuanto a la proucción de moluscos. Cierto es que el valor de la producción ha aumentado un 21,6% hasta los 805,9 millones de euros, pero esto se ha debido a la caída en el valor de la moneda por el IPC entre 2021 y 2023, que ha ido acompañada por un incremento similar en el coste de producción”, afirma Javier Ojeda, gerente de la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar).
Además, “los retos de producir alimentos acuáticos mediante acuicultura en España y la UE continúan siendo complejos. Apromar sigue empeñándose en solventarlos, pero pasarán aún años hasta que se perciban resultados. El que España continúe como principal Estado miembro de la Unión Europea en producción acuícola no es significativo, por cuanto el resto de países enfrentan situaciones similares y solo se perciben avances significativos en países terceros, como Noruega o Turquía”, asegura Ojeda.
En 2023 había en nuestro país un total de 5.204 establecimientos acuícolas con cultivo, un 1,6% menos respecto a la media de los últimos cinco años. El 97% se destinan a la producción de especies marinas y el resto a la acuicultura continental, entre las que destaca por número el cultivo horizontal y vertical de moluscos bivalvos.
Por comunidades autónomas, Galicia es la primera productora acuícola nacional con el 67,8% del volumen total y el 24,4% del valor económico, debido principalmente a su producción en miticultura; esto es, el cultivo de mejillón en bateas. Le siguen la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, centradas sobre todo en la producción de doradas y lubinas en jaulas marinas.
El valor de la renta de acuicultura en términos corrientes para 2023 fue de 227,2 millones de euros, una cifra que se sitúa en valores parecidos a los registrados en años precedentes, a excepción del año 2022 cuando se alcanzó el nivel de renta más alto de la última década, con 309,5 millones de euros.
EMPLEO
La acuicultura española generó en 2023 en torno a 11.500 empleos, lo que supone uno de cada cuatro puestos en el sector de la UE. En el último año, el volumen de trabajo expresado en UTAs (Unidad de Trabajo al año) fue de 5.854 trabajadores, lo que demuestra cierta estabilización en el volumen de trabajo de la actividad.
