INSPECTORES DE PESCA MARÍTIMA

Esos grandes desconocidos

31/03/2023

Más Mar

Opinión

Patricia Romero Alonso. Fotos: Apipes
Carolina Martínez inspeccionando una bodega

España cuenta con 167 inspectores y el 70% de ellos pertenecen a la Asociación Profesional de Inspectores de Pesca, Apipes, de la que Carolina Martínez es su presidenta.

¿Cómo es el día a día en un inspector de pesca?

El día a día de un inspector de pesca marítima es muy variado en función del caladero en el que se encuentre y la época del año, pero los puntos comunes son que siempre estamos a pie de muelle controlando las descargas de los barcos a su llegada a puerto y el pesaje de las capturas en lonja con el fin de garantizar la correcta declaración de los kilos capturados y permitir la posterior trazabilidad del pescado. Verificamos que las capturas cumplen con las tallas mínimas exigidas y que los artes de pesca respetan los requisitos técnicos establecidos. 

Desarrollamos misiones en aguas nacionales, europeas e internacionales embarcando en patrulleros desde menos de 24 horas hasta más de 20 días y realizamos controles desde helicóptero. 
Sea cual sea el horario de la flota objetivo, ahí estamos para realizar un seguimiento a tiempo real de los barcos, días laborables, fines de semana o festivos. Pueden ser descargas nocturnas con frío y lluvia de muchas toneladas de pescado capturado por barcos de arrastre, cerqueros que antes de salir el sol ya están de regreso apilando sus cajas de anchoa o sardina, barcos pequeños de artes menores que a medio día sacan con mimo pieza a pieza sus ejemplares, interminables pesajes dentro de frigoríficos de capturas que vienen del otro lado del Atlántico o largas jornadas de sacrificios de atún rojo a pleno sol, entre otros muchos ejemplos. 

Es un trabajo variado, bonito, intenso y a veces muy duro por la tensión de situaciones difíciles o por las inclemencias del tiempo, pero llevado a cabo siempre con respeto al pescador y su trabajo y con el convencimiento de que, sin la vigilancia del recurso, los problemas crecen.

Vuestro trabajo exige una disponibilidad de 24 horas que no tenéis regulada...

Son muchas las circunstancias que hacen que los horarios de la actividad pesquera sean impredecibles. Por este motivo, el horario de nuestro trabajo no puede considerarse aisladamente al horario de la flota y de ahí que, si los pescadores trabajan en horarios muy distintos y variables en función de su modalidad o de las condiciones climáticas, nosotros tengamos que trabajar en consonancia con esos horarios. Es por esto que necesitamos se reconozca que, si realmente se tiene un interés verdadero en el control e inspección de la actividad pesquera y se quiere que realicemos un trabajo eficaz y de calidad, es necesario dotarnos de un régimen horario que nos permita recibir al barco a la hora que sea necesaria y que esto se traduzca por supuesto en una mejora salarial. 

Como medida de reivindicación ante esta situación, nos hemos visto obligados a cumplir la única instrucción de horarios de que disponemos, firmada en 2010 unilateralmente por la Administración en la que, entre otras cosas, debemos programar nuestro trabajo con un mes de antelación y cumplir dicha programación al margen de si al llegar el día en concreto hay barcos o no en la mar. 
No hace falta mencionar que el perjuicio en el control de la pesca está siendo más que evidente, unos horarios fijos que en ocasiones nos obligan a abandonar el puerto incluso antes de finalizar la inspección. 

¿Qué tipo de formación se necesita para ser inspector de pesca?

Con una diplomatura o grado ya se tiene acceso al proceso de oposición a inspector/inspectora de pesca que consta de pruebas físicas, un examen de inglés, un examen teórico y la resolución de un caso práctico. 
Después, la Administración ofrece a los funcionarios de nuevo ingreso unos cursos de formación en normas básicas de seguridad en buques y otro de seguridad para helicópteros que operan sobre el agua. 

Sin embargo, a lo largo de los años hemos visto que la formación que la Administración nos ofrece es muy variable y parece que dista bastante de la exigida o la que tiene cualquier otro colectivo del mar. Por ejemplo, nunca nos han ofrecido un curso homologado de STCW (Standards of Training, Certfication, and Watchkeeping), curso básico y obligatorio, que tiene cualquier persona que trabaja en la mar. 

Por este motivo y tras ser conscientes de este hecho, en noviembre del pasado año, solicitamos a la Administración confirmación sobre si la formación que tenemos los inspectores es la que debemos tener en términos de seguridad en la mar y prevención de riesgos. Hoy, no hemos tenido respuesta por su parte, de lo que deducimos que no es así, por lo que en consecuencia y desde esa fecha, la mayoría de los inspectores hemos tomado la medida de no realizar actividades marítimas a bordo de ninguna embarcación de forma voluntaria, hasta no tener garantías de que nuestra formación es la adecuada y de que no ponemos más en riesgo nuestras vidas. De hecho, hace aproximadamente 10 días un compañero sufrió un accidente abordando un pesquero y tuvo que ser evacuado de inmediato para recibir atención médica. 

Abordando un barco pesquero en alta mar
Abordando un pesquero en alta mar.

¿Creéis que vuestro trabajo es siempre comprendido por los armadores? 

Creemos que quien conoce el sector pesquero y vive de él sabe que, si no hay control, el recurso se pone en claro riesgo y los precios caen. Por tanto, son conscientes de la importancia de nuestro trabajo. Pero al mismo tiempo, las exigencias normativas y el cambio tecnológico al que han hecho frente en poco tiempo ha sido enorme y en ocasiones más rápido de lo que les hubiera gustado. Es por esto por lo que en muchos casos tienen la sensación de estar asfixiados por la normativa y nosotros somos la “cara de la Administración” a la que ellos se quejan en puerto. Sin embargo hay infinidad de ejemplos que demuestran que gracias a la normativa y a nuestro trabajo, exigiendo el cumplimiento de la misma, vemos como mejoran stocks que estaban perjudicados, traduciéndose esto en un aumento de cuotas de pesca de determinadas especies, de las que los pescadores son los beneficiarios.

¿Dependéis orgánicamente de dos Ministerios ¿eso supone un hándicap?
Sí, tenemos una doble dependencia orgánica del Ministerio de Política Territorial y funcional del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que en ocasiones sirve para derivar asuntos relevantes de un Ministerio a otro, quedando finalmente sin resolver. Temas como por ejemplo la evaluación de riesgos laborales, fundamental en nuestro trabajo y nunca realizada hasta ahora de forma completa y analizando todos los ámbitos del mismo. 
Por otro lado, también supone un agravio comparativo con los compañeros de los Servicios Centrales de Madrid, quienes sólo dependen tanto orgánica como funcionalmente del MAPA y quienes en muchos casos tienen condiciones diferentes. En resumidas cuentas, en muchos casos resulta ser la excusa perfecta para dejar sin atender cuestiones importantes en materia de prevención. 

Inspectora de pesca midiendo el tamaño de las redes
Midiendo el tamaño de las redes.

¿Qué cambios esperáis de la Ley de modernización del control y la inspección?

Aquellas medidas que sirvan para mejorar el control y la inspección para combatir la lucha contra la pesca ilegal, son siempre bienvenidas. Sin embargo, hay que resaltar que este plan surge en medio de unas negociaciones entre la Administración, nuestro colectivo y varios sindicatos para tratar asuntos tan sumamente relevantes como la seguridad, la formación, o la “especial disponibilidad” de esos inspectores en los que, en gran parte, quieren basar la mejora del nuevo anteproyecto de Ley. 
Por lo tanto, nos sorprende que nadie nos haya comentado cómo va a cambiar nuestro trabajo, sino que los problemas que ya llevamos “en la mochila” desde hace muchos años continúen en stand by o incluso algunos hayan empeorado. 

Somos un colectivo motivado, preparado, al que le gusta mucho su trabajo pero con la sensación de que nunca ha tenido reconocimiento y valoración por parte de la Administración. 
No somos funcionarios al uso y ciertos aspectos pueden ser complicados de regular, pero no entendemos como la Administración prefiere dar la espalda a quienes, con esfuerzo, sacrificio y profesionalidad, sólo reclaman lo mínimo que les corresponde. Además, tanto esta nueva Ley contra la Pesca Ilegal, como la próxima modificación del Reglamento de Control o la Ley de Pesca Sostenible, van a suponer más carga de trabajo para los inspectores. Carga que no va a poder salir adelante sólo alimentando la plantilla, sino reconociendo que la disponibilidad en nuestro puesto de trabajo es esencial, debe ser reconocida y puesta en valor. Todo esto nos obliga a movilizarnos. 

Cuadro sobre las principales demandas de los inspectores de pesca
 

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