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COSTERA DEL BONITO
Menor cantidad y sin mejora de rentabilidad
30/09/2024
Pesca
Patricia Romero Alonso
La costera del bonito es uno de los períodos de pesca más esperados en el Cantábrico. En 2024 registramos una campaña muy complicada de valorar, ya que pese a tener una mayor cuota por la recuperación de la especie, nuestra flota ha capturado menos y la rentabilidad no ha mejorado en términos generales.
La costera comprende habitualmente un periodo entre junio y septiembre, aunque en la presente campaña se podría prolongar hasta bien entrado octubre. En 2022, a mitad de agosto se cerró la pesquería al agotarse la cuota asignada. En 2023 finalizó a primeros de septiembre con un 25% de cuota sin pescar, debido a su migración hacia el norte.
Este año, la flota española cuenta con 24.495 toneladas al ver incrementada en un 30% sus posibilidades. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) señala que en las lonjas del Cantábrico se han descargado un total de 11.285T de bonito, cuando en las mismas fechas de 2023 eran más de 14.000, para las dos modalidades artesanales de la flota nacional, al curricán y al cebo vivo, ambas con anzuelos. Al cierre de esta edición de MAR, aún quedan disponibles alrededor de 12.800T.
El bonito es una especie altamente migratoria, muy voraz y de termoclina (la zona termoclina es la región donde la temperatura del agua cambia rápidamente con la profundidad) por lo que las previsiones iniciales de la campaña no siempre son las mismas con las que se concluye.
ADELANTO DE CAMPAÑA
A mediados de septiembre no se había consumido ni la mitad de la cuota asignada. Sin embargo, los ejemplares comenzaron a llegar a principios de junio adelantándose en una quincena las salidas. En julio y agosto alcanzaron precios en lonja mejores que los del año anterior.
Las capturas en la presente campaña han sido muy graduales y los cardúmenes presentaban una mayor disgregación. De hecho, la flota de cacea de Euskadi ya ha dado por finalizada la campaña al no resultarles rentable alejarse tanto a la búsqueda de ejemplares, que a estas alturas de mes se están localizando cerca de Burela y en costas irlandesas. Las dos danas vividas en septiembre tampoco animaban las salidas del sector.
Las cofradías asturianas indican que los ejemplares están siendo mayores con lo que se logró incrementar su valor en lonja hasta en un 20%. Pasando de los 3,70€/kg del año pasado a los 5,70€/kg. Pese a ello, en 2024, las embarcaciones que van a cebo vivo no están consiguiendo sus objetivos, lo que ha propiciado el alargamiento de la temporada.
En las lonjas gallegas el bonito está cotizando a una media de 4,46€/kg, un precio estancado en valores de hace más de 20 años.
Los pósitos de Cantabria constatan que, en temporada alta, hubo pocas capturas y se han podido vender bien. Ahora el bonito está en aguas más al norte, hay más abundancia, pero se tienen que recorrer más millas, por lo que la rentabilidad es menor. En los meses estivales se ha vendido a 6€/kg, ligeramente más alto que en 2023.
VALORACIÓN NEGATIVA
La evaluación de Miren Garmedía, directora de la Organización de Productores de Pesca de Bajura de Gipuzkoa (Opegui), no es optimista: “Nuestra valoración no es demasiado positiva si comparamos la actual campaña con la de los últimos seis años. Hay que recordar que se ha dado un aumento de cuota importante este año. Sin embargo, a pesar de ello, a nivel de capturas estamos en los registros más bajos de los últimos seis años. Nuestra flota ha capturado más de tres millones menos de kilos que el año pasado. Las capturas menores se han dado principalmente en la flota de cebo vivo y no tanto en la de cacea. Con respecto al precio, llevamos un precio medio de 4€, precio que ha subido en los últimos días debido principalmente a la escasez de las capturas. También señalar, que este año los desplazamientos para encontrar el bonito están siendo mayores, al llegar los barcos hasta aguas inglesas y estar en estos momentos en aguas portuguesas. Esto quiere decir que los gastos en combustible son mayores”.
Por su parte, desde la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, su presidente, Basilio Otero, reconocía estar frente a una extraña costera: “La valoración del bonito es difícil. Este ha sido un año muy raro, Había mucho pescado que saltaba y cuando salta el pescado, lo lógico es pescarlo. Pero si pasaba por encima del cardumen no se pescaban. Además, ahora los barcos vascos y cántabros dicen que la temperatura del agua se ha desplomado 13 grados. El bonito es un pescado termoclina, pero de termoclina de 21, con lo cual esta bajada de temperatura hace presagiar que se está acabando la pesquería y que van a subir mucho las cuotas. Es muy difícil valorar la campaña”.
Leer más en el número 648 de la revista Mar del mes de octubre.
La costera comprende habitualmente un periodo entre junio y septiembre, aunque en la presente campaña se podría prolongar hasta bien entrado octubre. En 2022, a mitad de agosto se cerró la pesquería al agotarse la cuota asignada. En 2023 finalizó a primeros de septiembre con un 25% de cuota sin pescar, debido a su migración hacia el norte.
Este año, la flota española cuenta con 24.495 toneladas al ver incrementada en un 30% sus posibilidades. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) señala que en las lonjas del Cantábrico se han descargado un total de 11.285T de bonito, cuando en las mismas fechas de 2023 eran más de 14.000, para las dos modalidades artesanales de la flota nacional, al curricán y al cebo vivo, ambas con anzuelos. Al cierre de esta edición de MAR, aún quedan disponibles alrededor de 12.800T.
El bonito es una especie altamente migratoria, muy voraz y de termoclina (la zona termoclina es la región donde la temperatura del agua cambia rápidamente con la profundidad) por lo que las previsiones iniciales de la campaña no siempre son las mismas con las que se concluye.
ADELANTO DE CAMPAÑA
A mediados de septiembre no se había consumido ni la mitad de la cuota asignada. Sin embargo, los ejemplares comenzaron a llegar a principios de junio adelantándose en una quincena las salidas. En julio y agosto alcanzaron precios en lonja mejores que los del año anterior.
Las capturas en la presente campaña han sido muy graduales y los cardúmenes presentaban una mayor disgregación. De hecho, la flota de cacea de Euskadi ya ha dado por finalizada la campaña al no resultarles rentable alejarse tanto a la búsqueda de ejemplares, que a estas alturas de mes se están localizando cerca de Burela y en costas irlandesas. Las dos danas vividas en septiembre tampoco animaban las salidas del sector.
Las cofradías asturianas indican que los ejemplares están siendo mayores con lo que se logró incrementar su valor en lonja hasta en un 20%. Pasando de los 3,70€/kg del año pasado a los 5,70€/kg. Pese a ello, en 2024, las embarcaciones que van a cebo vivo no están consiguiendo sus objetivos, lo que ha propiciado el alargamiento de la temporada.
En las lonjas gallegas el bonito está cotizando a una media de 4,46€/kg, un precio estancado en valores de hace más de 20 años.
Los pósitos de Cantabria constatan que, en temporada alta, hubo pocas capturas y se han podido vender bien. Ahora el bonito está en aguas más al norte, hay más abundancia, pero se tienen que recorrer más millas, por lo que la rentabilidad es menor. En los meses estivales se ha vendido a 6€/kg, ligeramente más alto que en 2023.
VALORACIÓN NEGATIVA
La evaluación de Miren Garmedía, directora de la Organización de Productores de Pesca de Bajura de Gipuzkoa (Opegui), no es optimista: “Nuestra valoración no es demasiado positiva si comparamos la actual campaña con la de los últimos seis años. Hay que recordar que se ha dado un aumento de cuota importante este año. Sin embargo, a pesar de ello, a nivel de capturas estamos en los registros más bajos de los últimos seis años. Nuestra flota ha capturado más de tres millones menos de kilos que el año pasado. Las capturas menores se han dado principalmente en la flota de cebo vivo y no tanto en la de cacea. Con respecto al precio, llevamos un precio medio de 4€, precio que ha subido en los últimos días debido principalmente a la escasez de las capturas. También señalar, que este año los desplazamientos para encontrar el bonito están siendo mayores, al llegar los barcos hasta aguas inglesas y estar en estos momentos en aguas portuguesas. Esto quiere decir que los gastos en combustible son mayores”.
Por su parte, desde la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, su presidente, Basilio Otero, reconocía estar frente a una extraña costera: “La valoración del bonito es difícil. Este ha sido un año muy raro, Había mucho pescado que saltaba y cuando salta el pescado, lo lógico es pescarlo. Pero si pasaba por encima del cardumen no se pescaban. Además, ahora los barcos vascos y cántabros dicen que la temperatura del agua se ha desplomado 13 grados. El bonito es un pescado termoclina, pero de termoclina de 21, con lo cual esta bajada de temperatura hace presagiar que se está acabando la pesquería y que van a subir mucho las cuotas. Es muy difícil valorar la campaña”.
Leer más en el número 648 de la revista Mar del mes de octubre.