Exposición Burela 75 aniversario Colegios ISM Mareas rojas: mitos y realidad Tiburón a la vista - Revista Mar
Puerto de Burela
En clave femenina
18/12/2024
Más Mar
Historia
Patricia Romero Alonso/Fotos: Cofradía de Pescadores San Juan Bautista de Burela
La cofradía de pescadores San Juan Bautista de Burela inaugura la exposición “Puerto de Burela en clave femenina”. 30 imágenes que quedarán expuestas de manera permanente para conmemorar el centenario de su nacimiento. Esta muestra tiene como objetivo divulgar la cultura marinera y poner en valor los trabajos del mar desempeñados por mujeres. Más allá del alto valor testimonial de las distintas épocas reflejadas, también hacen alusión a la integración social, el relevo generacional y la labor social de la cofradía en sus 100 años de historia. Aquí mostramos tan solo 15 de las imágenes de la muestra e invitamos a todos a visitar presencialmente la Cofradía de Burela para ampliar la visión sobre la importancia del trabajo de las mujeres en el mundo profesional de la pesca.
En la imagen que ilustra la portada de este artículo podemos ver a la redeira conocida como "A Asturiana", que es el sobrenombre de esta chica que llegó a Burela de niña y acabó casándose con un pescador de la zona. En la imagen de 1955 está arreglando redes en el Campo de la Estación.
Estibadoras. Burela en los años 40 era toda una potencia en material de construcción. Las mujeres eran las encargadas de cargar el caolín sobre cestos en sus cabezas para que el material se distribuyera a fábricas de gres de todo el mundo.
Pescantinas. En 1952 Esperanza y Clara enseñan con orgullo el género fresquísimo que llevaban en cestas de mimbre y que vendían casa por casa. Clara era la abuela de la historiadora Herminia Pernas.
Soldadoras. Dos jovéncísimas empleadas de la conservera A Trocha redondeando el estaño para hacer latas, bajo la atenta mirada de la encargada. En 1960, muchas comenzaban a trabajar a los diez años.
Transportistas. Las trabajadoras de la conservera cargan con varios ejemplares de bonito de Burela por la cuesta que separa Lonja Vieja de las instalaciones de la conservera. Imagen de 1965.
Tejedoras. Otro grupo de jovencitas hacia 1965 aprendiendo a tejer redes en una chabola, que era el lugar donde los pescadores guardaban los aparejos. En la actualidad esta tarea se hace en la Nave de Redes.
Procesadoras. Las trabajadoras de la conservera preparan el pescado en mesas de madera sobre caballetes antes de meterlo en conserva. Imagen de 1965. En la primera mitad del siglo pasado la mayoría de los habitantes de Burela trabajaban en el campo y en la pesca de forma simultánea. En aquella época, Burela contaba con varias empresas conserveras, una de ellas pertenecía a la propia cofradía y se situaba en el edificio anexo.
Conserveras. Grupo de empleadas de la conservera durante el proceso de limpiado del pescado mediante el vaciado del agua de un tonel de madera hacia otro situado a diferente altura. Imagen de 1967. Todas visten con un mandil veraniego y zapato cómodo para trabajar.
Aprendizas. Las sabiduría de las redeiras mayores se transmitía a través de las generaciones. Todas juntas, incluso las más pequeñas, aprendían el oficio desde niñas. Trabajar junto a las abuelas podía ser muy divertido. Imagen de 1975.
Rula. Las vendedoras de pescado, llamadas pescantinas, eran unas profesionales muy respetadas. Tras comprar en la rula (subasta) de Lonja Vieja, vendían en sus establecimientos, por la calle y por los pueblos vecinos. Imagen de 1982. Hasta los años 70 el medio de transporte más habitual para desplazarse de un lugar a otro con la mercancía era a lomos de una burra.
Gestión. En 1985, Olimpia ya era toda una institución en la cofradía. Comenzó como limpiadora de las instalaciones pero rápidamente mostró destreza para llevar adelante todas las gestiones: atendía la oficina, cogía pedidos, realizaba trámites... gran ejemplo de versátilidad.
Pesca turismo. ‘O Caxoto’’ era un pescador adelantado a su época. Con su lancha salía a diario a faenar y embarcaba a los turistas que visitaban el pueblo y así se lo solicitaban, era una innovadora fórmula de dar valor a su trabajo y a su producto. En la imagen del verano de 1963, una turista enseña toda orgullosa las dos nécoras que ha cogido durante su paseo en barco.
Marinera. Elena salía a diario con su marido a la mar a pescar. En 1991 no había pantalanes en la localidad así que ella remaba con la lancha las veces que fuera necesario del puerto a su barco. Además, Elena, a quien todavía se la puede ver por Burela, reparaba embarcaciones, pintaba barcos, tejía redes y si hacía falta, vendía pescado ¿Se puede pedir más?
Armadora. Carmen en su barco Sempre Xiana. Marinera, armadora y propietaria en 2014 iba a la nasa de pulpo y a la nécora. Ahora es la secretaria de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Lugo.
Clasificadora. En 2017, ya en la lonja nueva de ABSA (Armadores de Burela S.A.) , Montserrat trabaja clasificando pescado con una equipación adecuada al trabajo que desempeña. En la imagen está con varios ejemplares de la magnífica merluza de Burela, con su correspondiente etiqueta, listos para salir a subasta.
Nuestro agradecimiento por la colaboración a Diana Durán, secretaria de la Cofradía de Burela y a Herminia Pernás, cronista oficial de Burela.
Ver número 651 de Revista MAR
En la imagen que ilustra la portada de este artículo podemos ver a la redeira conocida como "A Asturiana", que es el sobrenombre de esta chica que llegó a Burela de niña y acabó casándose con un pescador de la zona. En la imagen de 1955 está arreglando redes en el Campo de la Estación.
Estibadoras. Burela en los años 40 era toda una potencia en material de construcción. Las mujeres eran las encargadas de cargar el caolín sobre cestos en sus cabezas para que el material se distribuyera a fábricas de gres de todo el mundo.
Pescantinas. En 1952 Esperanza y Clara enseñan con orgullo el género fresquísimo que llevaban en cestas de mimbre y que vendían casa por casa. Clara era la abuela de la historiadora Herminia Pernas.
Soldadoras. Dos jovéncísimas empleadas de la conservera A Trocha redondeando el estaño para hacer latas, bajo la atenta mirada de la encargada. En 1960, muchas comenzaban a trabajar a los diez años.
Transportistas. Las trabajadoras de la conservera cargan con varios ejemplares de bonito de Burela por la cuesta que separa Lonja Vieja de las instalaciones de la conservera. Imagen de 1965.
Tejedoras. Otro grupo de jovencitas hacia 1965 aprendiendo a tejer redes en una chabola, que era el lugar donde los pescadores guardaban los aparejos. En la actualidad esta tarea se hace en la Nave de Redes.
Procesadoras. Las trabajadoras de la conservera preparan el pescado en mesas de madera sobre caballetes antes de meterlo en conserva. Imagen de 1965. En la primera mitad del siglo pasado la mayoría de los habitantes de Burela trabajaban en el campo y en la pesca de forma simultánea. En aquella época, Burela contaba con varias empresas conserveras, una de ellas pertenecía a la propia cofradía y se situaba en el edificio anexo.
Conserveras. Grupo de empleadas de la conservera durante el proceso de limpiado del pescado mediante el vaciado del agua de un tonel de madera hacia otro situado a diferente altura. Imagen de 1967. Todas visten con un mandil veraniego y zapato cómodo para trabajar.
Aprendizas. Las sabiduría de las redeiras mayores se transmitía a través de las generaciones. Todas juntas, incluso las más pequeñas, aprendían el oficio desde niñas. Trabajar junto a las abuelas podía ser muy divertido. Imagen de 1975.
Rula. Las vendedoras de pescado, llamadas pescantinas, eran unas profesionales muy respetadas. Tras comprar en la rula (subasta) de Lonja Vieja, vendían en sus establecimientos, por la calle y por los pueblos vecinos. Imagen de 1982. Hasta los años 70 el medio de transporte más habitual para desplazarse de un lugar a otro con la mercancía era a lomos de una burra.
Gestión. En 1985, Olimpia ya era toda una institución en la cofradía. Comenzó como limpiadora de las instalaciones pero rápidamente mostró destreza para llevar adelante todas las gestiones: atendía la oficina, cogía pedidos, realizaba trámites... gran ejemplo de versátilidad.
Pesca turismo. ‘O Caxoto’’ era un pescador adelantado a su época. Con su lancha salía a diario a faenar y embarcaba a los turistas que visitaban el pueblo y así se lo solicitaban, era una innovadora fórmula de dar valor a su trabajo y a su producto. En la imagen del verano de 1963, una turista enseña toda orgullosa las dos nécoras que ha cogido durante su paseo en barco.
Marinera. Elena salía a diario con su marido a la mar a pescar. En 1991 no había pantalanes en la localidad así que ella remaba con la lancha las veces que fuera necesario del puerto a su barco. Además, Elena, a quien todavía se la puede ver por Burela, reparaba embarcaciones, pintaba barcos, tejía redes y si hacía falta, vendía pescado ¿Se puede pedir más?
Armadora. Carmen en su barco Sempre Xiana. Marinera, armadora y propietaria en 2014 iba a la nasa de pulpo y a la nécora. Ahora es la secretaria de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Lugo.
Clasificadora. En 2017, ya en la lonja nueva de ABSA (Armadores de Burela S.A.) , Montserrat trabaja clasificando pescado con una equipación adecuada al trabajo que desempeña. En la imagen está con varios ejemplares de la magnífica merluza de Burela, con su correspondiente etiqueta, listos para salir a subasta.
Nuestro agradecimiento por la colaboración a Diana Durán, secretaria de la Cofradía de Burela y a Herminia Pernás, cronista oficial de Burela.
Ver número 651 de Revista MAR