Acuicultura más competitiva
Acuicultura
El texto que la Comisión envió al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social y al Comité Económico de las Regiones en mayo, planteaba estrategias a largo plazo para el desarrollo de la acuicultura en el continente, ya que la UE importa el 70% de todos los alimentos acuáticos que consume, generando un déficit comercial anual de 21.000M€. Las respuestas al informe no se han hecho esperar.
En octubre el Parlamento de Estrasburgo aprobó, con 486 votos a favor, 105 en contra y 27 abstenciones, el documento sobre desarrollo sostenible de la acuicultura en la UE, que presentó la socialista Clara Aguilera, instando a la Comisión y a los Estados miembros a hacer pleno uso de los recursos del FEMPA y del Fondo de Recuperación y Resiliencia.
En parecidos términos se manifestó el Consejo en sus “Conclusiones sobre las nuevas directrices estratégicas para un sector de la acuicultura más sostenible, resiliente y competitivo” subrayando que, para alcanzar este objetivo, es necesario dar a la acuicultura “la prioridad que corresponde”.
A la espera de que cada Estado Miembro envíe a Bruselas su propia Estrategia para la Acuicultura, (la Secretaría General de Pesca está ultimando la nuestra), la Comisión ha modificado de momento el Marco Temporal de Crisis, ampliando hasta 300.000€ el límite máximo de ayudas estatales a las empresas acuícolas.
Según Javier Ojeda, gerente de la Asociación Empresarial de la Acuicultura de España (Apromar), “la acuicultura ocupará una posición importante dentro del Sistema Alimentario Sostenible que está propugnando la Comisión a través de las estrategias “De la Granja a la Mesa” o el “Pacto Verde Europeo” pero, de momento, la UE sigue rezagada en su producción acuícola frente a Asia e Iberoamérica”. Para el gerente de Apromar, lo que el sector busca es “un marco administrativo que fomente el emprendimiento frente a la situación actual” y, aunque las ayudas son importantes, “debemos mirar más allá”.
El Parlamento Europeo votó a favor del informe de Clara Aguilera.
ASESORADA POR EXPERTOS
Apromar, que ha participado en la elaboración de la Estrategia Nacional que se remitirá próximamente a Bruselas, considera que es un “documento ejemplar, correctamente enfocado y bien estructurado”. Pero además, nuestra acuicultura necesita mejorar su imagen. Ser conocida y reconocida como actividad proveedora de alimentos de calidad, saludables, nutritivos y respetuosos con el medio ambiente. Y qué mejor modo de hacerlo que bajo la tutela de cinco doctores, tres mujeres y dos hombres con una consolidada trayectoria científica e investigadora a sus espaldas.
En su empeño por dar a conocer la actividad acuícola a la ciudadanía, la asociación también ha creado el Comité de Expertos de la Acuicultura de España (CEAE). Un comité formado por Ariadna Sitjà, Dolors Furones, Rosaura Leis, Aurelio Ortega y Morris Villarroel, que será una “herramienta esencial para dotar a la sociedad de información y conocimientos, con el aval de cinco investigadores con carreras profesionales de largo recorrido, cuajadas de reconocimientos y éxitos científicos”, afirman en un comunicado.
A través del CEAE, nuestra acuicultura pone de manifiesto el apoyo de la ciencia española a la actividad acuícola. Sus integrantes ocupan puestos de responsabilidad en organismos públicos de investigación y docencia, como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas o las universidades Politécnica de Madrid o la de Santiago de Compostela. “Juntos forman un pilar esencial en la generación de contenidos respaldados por la experiencia, el saber y la transparencia. Un argumento de autoridad para fomentar un conocimiento auténtico y sólido de la acuicultura en nuestro país”, argumentan desde Apromar.
La acuicultura europea está avalada por un sólido concimiento científico.
ENTREVISTA
“El marco legislativo constriñe el desarrollo del sector”
Licenciada en Ciencias, con grado en microbiología y una trayectoria profesional ligada a la gestión y la investigación, Dolors Furones ha sido directora del IRTA hasta 2018. Actualmente trabaja en epidemiología, bioseguridad y modelos in vitro de patógenos de peces y moluscos, sobre todo en el Mediterráneo.
Dolors Furones, miembro del Comité de Expertos de la Acuicultura de España.
¿Cuál va a ser tu labor dentro del CEAE y qué vais a hacer?
El comité es un equipo interdisciplinar en el que contribuimos con nuestro conocimiento especializado. En mi caso, sanidad acuática, aunque todos tenemos perfiles eclécticos ya que, con los años de experiencia, hemos tenido la oportunidad de ser partícipes del desarrollo de la acuicultura en nuestro país.
Nuestra labor es facilitar el conocimiento sobre la acuicultura, para la ciudadanía en general, presentando temas de interés sobre este sector tan fascinante, pero aún muy desconocido. En tiempos en los que la “posverdad” impera, es imprescindible proporcionar información contrastada, basada en hechos y evidencias. Queremos que el ciudadano conozca la acuicultura y no dude de sus procesos ni de sus productos.
¿Qué da la ciencia a la acuicultura?
La acuicultura es muy joven. Mayoritariamente está en su primer siglo de vida. Es la benjamina de la producción animal y vegetal. Es, además, mucho más diversa y compleja que sus contrapartes terrestres y se desarrolla en el medio acuático, todavía muy desconocido. Por ello, tiene una enorme demanda de conocimiento científico-técnico para establecer sus procesos zootécnicos básicos y para producir, de manera controlada y programable, productos de calidad y sostenibles, tanto económica como ambientalmente.
La acuicultura es la producción animal que más crece y se diversifica en el mundo. Por ello, la demanda de conocimiento científico y de tecnología no cesa, abarcando las principales ramas: ciencias biológicas y biotecnológicas, ingenierías, TIC’s, economía, ciencias sociales. Todo en un entorno de cambio global y requisitos de salud y calidad crecientes, que hacen que sea un sector que crecerá acompasado con la generación de conocimiento en todo momento.
¿Qué debe hacer la acuicultura europea para ser más competitiva?
La acuicultura europea es fundamentalmente producción animal, centrada en peces y moluscos, con volúmenes equivalentes en peso aunque los peces, liderados por la trucha arco iris en aguas continentales y la lubina en el mar, contribuyen con un mayor valor (72,24%). La producción marina, con los mejillones al frente, es la mayoritaria, comparada con la de aguas continentales, que supone un tercio del total.
A nivel de tendencias, aunque el valor de la producción acuícola europea y española haya ido aumentando tímidamente, la “cosecha” lleva estancada desde hace 20 años, sin poder compensar el descenso de la pesca comunitaria. De hecho, Europa es netamente importadora de productos acuáticos de países terceros, pese a su extensión costera, sus grandes ríos y una franja bioclimática adecuada para gran variedad de actividades acuícolas. Además, debería estar en una situación de liderazgo mundial por su alta capacidad científica y tecnológica.
Aunque hay muchas cuestiones de ámbito biológico y técnico a mejorar, estas no son el principal cuello de botella del sector.
La implementación del marco legislativo europeo constriñe el desarrollo de la acuicultura. Adicionalmente, la disparidad de normativas nacionales y regionales, imponiendo procedimientos farragosos y lentos, no facilitan una comprensión armónica de las normas ni su aplicación. Por ello, si Europa realmente quiere que su acuicultura sea un sector prioritario, deberá proporcionar el marco normativo adecuado para su desarrollo.
Por otra parte, el análisis del sector en términos de su estructura empresarial, el complejo marco de los mercados, con su gran dinamismo y volatilidad, los nuevos escenarios que se irán generando con el cambio global y la asignatura pendiente de la aceptación social de este sector, son temas mayores que se están abordando cada vez más de manera científica y sistemática, ya que son esenciales para un análisis holístico de este sector, que debería ser pujante y que, sin embargo, no acaba de despegar como se espera y necesita.