La Fundación Dieta Atlántica inició su singladura el 11 de mayo de 2007. La Fundación se constituye con el objetivo de fomentar los estudios, las investigaciones y la difusión de esta dieta, para la salud y el bienestar de la población. La dieta Atlántica se sustenta sobre los productos del mar y todos los alimentos considerados saludables. Es importante resaltar la sencillez en su elaboración, manteniendo siempre la calidad de los alimentos que nos aportará un mejor valor nutritivo y digestivo.  

CORAZÓN SALUDABLE

“Al pescado lo consideramos como uno de los pilares de este patrón dietético entre las dietas óptimas, como fuente tanto de proteínas, como de oligoelementos y grasas saludables”, comenta el doctor Guillermo Aldama, cardiólogo intervencionista en el Hospital Universitario de A Coruña. “Mínimo tenemos que tomar pescado dos veces por semana -asegura-, y en el más amplio sentido de la palabra, que incluye mariscos, bivalvos, moluscos, crustáceos. Es decir, cualquier producto del mar. Come el que más te guste, el que más te apetezca, pero come pescado. Es mejor recomendar la carne blanca sobre la carne roja, y es mejor recomendar el pescado sobre la carne”. Además, asegura que el pescado azul tiene algunas propiedades específicas que serán un poco más saludables en general para la prevención cardiovascular. “Las comunidades más longevas, se sitúan en la isla de Okinawa en Japón, y es porque comen mucho pescado. En España, lo tenemos en Galicia, en donde hay un alto consumo de productos del mar”, dice. El doctor Aldama también nos anuncia que el pescado, además de ser muy bueno para el corazón, es excelente para todos los sistemas del cuerpo. Para el cerebro se sabe, por ejemplo, que mejora el desarrollo cognitivo y neuronal de los niños, adultos y ancianos. Además, beneficia a la retina y mejora nuestro sistema articular.

REGLAS DE ORO

La Fundación Dieta Atlántica nos propone comer productos del mar.Ésta es una de sus reglas de oro (ver cuadro adjunto).

El endocrino Federico Mallo considera el pescado como el mejor alimento para nuestra salud, destacando la gran reserva natural del Atlántico. Nos aconseja consumir carbohidratos de absorción más lenta como por ejemplo, la patata, el maíz, la castaña, y en general cereales y legumbres. Con respecto a las frutas recomienda tomar frutas y cítricos y evitar el consumo de zumos o licuados. Las hortalizas más sanas, para este doctor, son las berzas, el repollo, los grelos, repollo, nabizas, judías, pimientos, cebollas, zanahorias, guisantes y ajos.

Los lácteos los consideran excelentes fuentes de proteínas. La leche fermentada beneficia la salud, al incorporar microorganismos que mejoran el equilibrio de nuestra microflora intestinal. Expone en este orden que las carnes más saludables proceden de las aves, el cerdo y la ternera gallega (con denominación de origen). Ésta última con moderación, ya que un consumo excesivo puede ser perjudicial para la salud. Lo mejor son las partes magras, emplatadas con base de verduras, legumbres o patatas. 

CÓMO SE COCINA 

Le da mucha importancia a cómo cocinar los alimentos, que son más saludables en plancha, al vapor, al horno o cocidos, que fritos. Con respecto a la fritura, ésta tiene que ser en aceite de oliva, y agrega que “las técnicas de empanado no desvirtúan las características organolépticas y nutritivas de las materias primas de la Dieta Atlántica”. Aconseja el aceite de oliva crudo en ensaladas, “pues es una óptima fuente de grasas saludables”, que restrinjamos su consumo frito a altas temperaturas. Nos invita a beber dos litros diarios de agua, para mantenernos hidratados, y aconseja “un consumo moderado y responsable del vino, es siempre bien recibido”. Por último, insiste en que hagamos ejercicio físico diario, que califica como muy recomendable, al igual que el disfrute de ocio y esparcimiento que nos ofrece la naturaleza. 

Para Gumersindo Feijoo, catedrático de Química en la Universidad de Santiago, “en la dieta, la primera variable a tener en cuenta es la salud humana, pero también entra en juego la salud del planeta. ¿Se pueden combinar ambas? La respuesta es que sí, siempre que se trate de una dieta equilibrada, como la Atlántica”.  Esta idea la planteó en la 4ª Jornada Dieta Atlántica que convocó el 20 de septiembre Previsión Sanitaria Nacional (PSN). 

Podemos resumir entonces que la Dieta Atlántica puede prevenir las enfermedades cardiovasculares, reducir riesgos de ataque al corazón, bajar el colesterol y prevenir la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico. Come bien, come sano, y disfruta también de la cocina gallega saludable.  ¡Qué aproveche!  

Federico Mallo Ferrer, catedrático de Fisiología-Endocrinología y director del equipo del Laboratorio de Endocrinología del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Vigo

“Los productos del mar, los más saludables”

Federico Mallo Ferrer es catedrático de Fisiología-Endocrinología y director del equipo del Laboratorio de Endocrinología del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Vigo. Ha participado en diversas iniciativas sobre Dieta Atlántica incluyendo la creación de la web http://www.dietaatlanticogallega.com

¿Cómo nace la Dieta Atlántica? 

Es de origen ancestral. Nace en Galicia y tiene como concepto, la declaración de Bayona en la villa del mismo nombre cerca de Vigo en el año 2006, por la iniciativa de varios profesores, la mayor parte de ellos endocrinólogos, y algún pediatra, siendo el principal promotor el doctor Aniceto Charro Salgado.   Se integran también las zonas del Cantábrico: Asturias, Cantabria, País Vasco, incluso zonas un poquito más interiores como Navarra, y por supuesto toda la vertiente del norte de Portugal, y participan en el desarrollo conceptual y científico de las bases de la Dieta Atlántica. Está integrada en la forma dietética del paralelo 40 del hemisferio norte, que incluye una franja de 5 grados arriba y abajo, que podemos establecer de las zonas costeras de todo el mundo y se extiende siguiendo esta franja hasta china, sureste asiático e incluso Japón, de todas las zonas costeras, también de Estados Unidos, etc. Aquí que se dan una serie de características climáticas en las zonas del mar, que hace que la disponibilidad de productos, la estacionalidad, y la forma de preparar estos alimentos y consumirlos, tengan ciertas similitudes. Esto hace que en este sentido la Dieta Atlántica y la Mediterránea sean hermanas, coincidiendo en lo mucho, y diferenciándose en poco.

¿Cuáles son los objetivos primarios sobre los que se sustenta? 

El punto uno es la declaración de Bayona y los productos del mar: pescados, crustáceos, moluscos, mariscos, cefalópodos, etc.  son los alimentos básicos.

¿Por qué son tan importantes en esta dieta los productos del mar? 

Los productos del mar son superalimento, proteína de altísima calidad, fácil de digerir, fácil de asimilar, fácil de absorber, tienen un perfil lipídico magnífico, alto en omega 3 y en ácidos grasos esenciales, se acompaña además de otros oligoelementos y vitaminas, es de las pocas fuentes naturales que aportan vitamina D, en cantidades importantes como el hígado de bacalao que también aporta un poco de la A. Los moluscos tienen grandes cantidades de hierro combinados con la proteína del de pescado favorecen la absorción del hierro, el llamado hierro Hemo, más fácil de absorber.

¿Es fácilmente exportable la Dieta Atlántica a otras regiones?

Efectivamente considerando la trazabilidad y la denominación de origen de los productos de Galicia, permite exportar y trasladar los productos a cualquier lugar de España. Los puertos de La Coruña, Vigo o Burela, envían sus productos a Mercamadrid, lo que lo convierte en el puerto más importante de España, que consume mucho pescado y de calidad. Ningún problema en encontrar cualquier producto gallego con disponibilidad y facilidad, algo más caro por el coste del transporte. Barcelona, Valencia, y el País Vasco, y en general todas las provincias costeras, también tiene un pescado estupendo, en Navarra al igual en todas las capitales de provincia interiores, tienen muy buen gusto en comer pescado, y esto está generalizado a cualquier punto de España que tenga  buena recepción de pescado fresco.