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Ana Núñez, directora general de la Marina Mercante
27/05/2025
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Opinión
Anabel Gutiérrez

Ana Núñez asume, desde el pasado 8 de abril, la dirección general de la Marina Mercante con una sólida trayectoria a sus espaldas. Ingeniera naval y oceánica ha ocupado cargos clave en seguridad marítima. Quienes la conocen destacan su pasión por el trabajo y su lema vital, inspirado en Yoda: “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”. Una filosofía que aplica con firmeza y compromiso en cada reto profesional y personal que asume.
¿Qué supone para usted este cargo?
Es un orgullo y representa un gran reto para mí. Como todo cambio, tiene sus dificultades e incertidumbres, pero pondré todo mi empeño en seguir dando el máximo y poner mi grano de arena para trabajar en favor de la bandera española, las tripulaciones y de todo el sector marítimo.
¿Cuáles serán sus prioridades al frente de la DGMM?
Las prioridades van a seguir una línea de continuidad, lo que cambia es la perspectiva. Estamos trabajando mucho para aprobar una estrategia marítima nacional que marque la ruta del sector del transporte marítimo español en las próximas décadas. Algo, por cierto, muy novedoso para nosotros. También para desarrollar un plan de descarbonización que ayude e incentive a nuestra flota en la transición hacia combustibles menos contaminantes, hasta llegar a una descarbonización casi completa, y no nos podemos olvidar tampoco de seguir en nuestro empeño de aspirar a la excelencia en la prevención y lucha contra la contaminación marina.
¿Qué desafíos plantea la regulación europea sobre emisiones?
Es un asunto complejo. Por un lado, están las emisiones contaminantes, como los óxidos de azufre y nitrógeno, que requieren sistemas de limpieza de gases y la implantación de zonas de control de emisiones, como la del Mediterráneo, en vigor desde el 1 de mayo. Por otro, están los gases de efecto invernadero, donde el reto es doble: mantener la competitividad de nuestros puertos y gestionar las emisiones de unos 4.000 buques. Todo esto exige coordinación, incentivos y una gran capacidad de adaptación.
¿Qué medidas concretas se están abordando para la descarbonización de la flota?
Hemos diseñado un plan que reinvierte los ingresos del sistema ETS en tres grandes líneas: ayudas para construir o transformar buques más eficientes, incentivos al uso de biocombustibles en rutas de interés nacional y la construcción de buques de suministro de nuevos combustibles. Además, apoyamos la formación del sector y el desarrollo de normativa específica para garantizar la seguridad en el uso de estos nuevos combustibles.
¿Cómo se está abordando la falta de relevo generacional en el sector?
Es uno de nuestros grandes retos. Faltan vocaciones, tanto en la administración como en el sector privado. Por eso participamos en ferias, damos charlas en universidades y colegios profesionales, y producimos material divulgativo. Queremos que los jóvenes vean en el mar una oportunidad profesional apasionante y con futuro.
¿Cómo se está abordando la formación de los nuevos embarcados?
De momento, sin cambios con respecto a lo que ya se venía aplicando, dado que en materia de formación y titulación asumimos de la forma más practica posible la normativa europea relativa al nivel mínimo de formación en las profesiones marítimas y el Convenio STCW (Convenio Internacional de Normas de Formación, Titulación y Guardia para la gente de mar). No obstante, la DGMM tiene varios expertos en formación marítima que participan activamente en los grupos de trabajo europeos y en la OMI (Organización Marítima Internacional). Estar al día sobre los pasos que se van dando y defender nuestras posturas nos beneficia para poder tener la normativa al día. Un ejemplo reciente son los cambios en los cursos modelo OMI del SMSSM (Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítimos), que ya tenemos incorporados en el proyecto de orden.
Dicho esto, hay que seguir trabajando y es necesario revisar los actuales planes de formación en colaboración con las universidades, el Colegio de Oficiales de la Marina Mercante y el sector para conseguir reducir la brecha de capacidades entre la oferta educativa y las necesidades del mercado laboral.
¿Cuándo estará disponible la formación online?
Muy pronto. El proyecto de orden que lo regula ya está redactado y en revisión final. Esperamos enviarlo a audiencia pública entre junio y julio. Esta formación online será clave para facilitar el acceso a la titulación y adaptarnos a los nuevos tiempos.
¿Se podrá considerar a los observadores científicos como técnicos cuando embarcan y no como personal ajeno a la tripulación, tal como reivindican?
Es un asunto complicado. Legalmente, solo pueden embarcar como tripulantes o como personas ajenas a la tripulación (PAT). Si se les considera tripulantes, deben tener todos los certificados y asumir funciones del cuadro de mando. Si van como PAT, solo necesitan formación básica en seguridad. Entendemos la necesidad de reconocer su labor, pero esto implica cambios normativos que no dependen solo de nosotros. Estamos trabajando con otras administraciones para buscar una solución.
¿Qué cambios considera necesarios para reducir la burocracia y la presión fiscal en el sector de la náutica de recreo?
Estamos trabajando en un nuevo Reglamento General de la Navegación de Recreo que unificará y actualizará toda la normativa. Queremos simplificar trámites, por ejemplo, permitiendo que ciertas gestiones se hagan mediante declaraciones responsables. También se agilizará el despacho de embarcaciones de la lista 6ª a partir del 15 de agosto. En cuanto a la presión fiscal, aunque no es competencia nuestra, sabemos que Hacienda está valorando sustituir el actual impuesto de matriculación por otro más equitativo.
Una de las reivindicaciones del sector es la homologación de titulaciones extranjeras...
Actualmente, la normativa española no permite homologar titulaciones extranjeras de recreo por títulos españoles. No obstante, el Real Decreto 875/2014, de 10 de octubre, permite solicitar autorizaciones para gobernar embarcaciones de recreo en aguas españolas con títulos extranjeros. Los ciudadanos o residentes de países del Espacio Económico Europeo o incluidos en el anexo IX del decreto pueden gobernar embarcaciones con pabellón español si poseen una titulación expedida por su administración marítima. No se reconocen los certificados ICC de la UNECE, ya que España no ha ratificado la Resolución 40. También se permite gobernar embarcaciones de pabellón extranjero en aguas españolas si el título corresponde al país del patrón o de su residencia... La Comisión Europea ha iniciado conversaciones con los Estados miembros para armonizar estas titulaciones, valorando la creación de un título náutico único o el reconocimiento del ICC a nivel europeo. Aunque no es una solución inmediata, se espera que avance a medio plazo.
¿Qué impacto van a tener las recientes regulaciones de la OMI sobre derechos humanos?
Han sido fundamentales. Convenios como el MLC o el CTM-188 han mejorado notablemente las condiciones laborales de la gente de mar, incluyendo aspectos como el descanso, la seguridad o la atención médica. Además, hemos trabajado activamente en medidas contra el acoso y la violencia a bordo, especialmente en el marco del Día Internacional de la Mujer en el Sector Marítimo. La formación y certificación también se han reforzado para garantizar la preparación del personal.
¿Qué medidas se están adoptando para mejorar la seguridad?
Estamos reformando leyes clave como la de Puertos del Estado y la de Navegación Marítima, y modernizando los registros marítimos. También regulamos el uso de buques autónomos, una innovación que marcará el futuro del sector. En cuanto a Salvamento Marítimo, hemos invertido en nuevos remolcadores, patrulleras, embarcaciones rápidas y un helicóptero. Queremos liderar con el ejemplo y garantizar que nuestras aguas sean cada vez más seguras.
Llegados a este punto y como presidenta de Salvamento Marítimo, déjenme decir que disponemos de uno de los mejores servicios de salvamento marítimo que existen y queremos seguir en lo más alto en nuestro compromiso con el salvamento de vidas humanas en el mar, la seguridad marítima y la sostenibilidad de nuestros mares.
Leer más en el número 656 de la revista Mar.
¿Qué supone para usted este cargo?
Es un orgullo y representa un gran reto para mí. Como todo cambio, tiene sus dificultades e incertidumbres, pero pondré todo mi empeño en seguir dando el máximo y poner mi grano de arena para trabajar en favor de la bandera española, las tripulaciones y de todo el sector marítimo.
¿Cuáles serán sus prioridades al frente de la DGMM?
Las prioridades van a seguir una línea de continuidad, lo que cambia es la perspectiva. Estamos trabajando mucho para aprobar una estrategia marítima nacional que marque la ruta del sector del transporte marítimo español en las próximas décadas. Algo, por cierto, muy novedoso para nosotros. También para desarrollar un plan de descarbonización que ayude e incentive a nuestra flota en la transición hacia combustibles menos contaminantes, hasta llegar a una descarbonización casi completa, y no nos podemos olvidar tampoco de seguir en nuestro empeño de aspirar a la excelencia en la prevención y lucha contra la contaminación marina.
¿Qué desafíos plantea la regulación europea sobre emisiones?
Es un asunto complejo. Por un lado, están las emisiones contaminantes, como los óxidos de azufre y nitrógeno, que requieren sistemas de limpieza de gases y la implantación de zonas de control de emisiones, como la del Mediterráneo, en vigor desde el 1 de mayo. Por otro, están los gases de efecto invernadero, donde el reto es doble: mantener la competitividad de nuestros puertos y gestionar las emisiones de unos 4.000 buques. Todo esto exige coordinación, incentivos y una gran capacidad de adaptación.
¿Qué medidas concretas se están abordando para la descarbonización de la flota?
Hemos diseñado un plan que reinvierte los ingresos del sistema ETS en tres grandes líneas: ayudas para construir o transformar buques más eficientes, incentivos al uso de biocombustibles en rutas de interés nacional y la construcción de buques de suministro de nuevos combustibles. Además, apoyamos la formación del sector y el desarrollo de normativa específica para garantizar la seguridad en el uso de estos nuevos combustibles.
¿Cómo se está abordando la falta de relevo generacional en el sector?
Es uno de nuestros grandes retos. Faltan vocaciones, tanto en la administración como en el sector privado. Por eso participamos en ferias, damos charlas en universidades y colegios profesionales, y producimos material divulgativo. Queremos que los jóvenes vean en el mar una oportunidad profesional apasionante y con futuro.
¿Cómo se está abordando la formación de los nuevos embarcados?
De momento, sin cambios con respecto a lo que ya se venía aplicando, dado que en materia de formación y titulación asumimos de la forma más practica posible la normativa europea relativa al nivel mínimo de formación en las profesiones marítimas y el Convenio STCW (Convenio Internacional de Normas de Formación, Titulación y Guardia para la gente de mar). No obstante, la DGMM tiene varios expertos en formación marítima que participan activamente en los grupos de trabajo europeos y en la OMI (Organización Marítima Internacional). Estar al día sobre los pasos que se van dando y defender nuestras posturas nos beneficia para poder tener la normativa al día. Un ejemplo reciente son los cambios en los cursos modelo OMI del SMSSM (Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítimos), que ya tenemos incorporados en el proyecto de orden.
Dicho esto, hay que seguir trabajando y es necesario revisar los actuales planes de formación en colaboración con las universidades, el Colegio de Oficiales de la Marina Mercante y el sector para conseguir reducir la brecha de capacidades entre la oferta educativa y las necesidades del mercado laboral.
¿Cuándo estará disponible la formación online?
Muy pronto. El proyecto de orden que lo regula ya está redactado y en revisión final. Esperamos enviarlo a audiencia pública entre junio y julio. Esta formación online será clave para facilitar el acceso a la titulación y adaptarnos a los nuevos tiempos.
¿Se podrá considerar a los observadores científicos como técnicos cuando embarcan y no como personal ajeno a la tripulación, tal como reivindican?
Es un asunto complicado. Legalmente, solo pueden embarcar como tripulantes o como personas ajenas a la tripulación (PAT). Si se les considera tripulantes, deben tener todos los certificados y asumir funciones del cuadro de mando. Si van como PAT, solo necesitan formación básica en seguridad. Entendemos la necesidad de reconocer su labor, pero esto implica cambios normativos que no dependen solo de nosotros. Estamos trabajando con otras administraciones para buscar una solución.
¿Qué cambios considera necesarios para reducir la burocracia y la presión fiscal en el sector de la náutica de recreo?
Estamos trabajando en un nuevo Reglamento General de la Navegación de Recreo que unificará y actualizará toda la normativa. Queremos simplificar trámites, por ejemplo, permitiendo que ciertas gestiones se hagan mediante declaraciones responsables. También se agilizará el despacho de embarcaciones de la lista 6ª a partir del 15 de agosto. En cuanto a la presión fiscal, aunque no es competencia nuestra, sabemos que Hacienda está valorando sustituir el actual impuesto de matriculación por otro más equitativo.
Una de las reivindicaciones del sector es la homologación de titulaciones extranjeras...
Actualmente, la normativa española no permite homologar titulaciones extranjeras de recreo por títulos españoles. No obstante, el Real Decreto 875/2014, de 10 de octubre, permite solicitar autorizaciones para gobernar embarcaciones de recreo en aguas españolas con títulos extranjeros. Los ciudadanos o residentes de países del Espacio Económico Europeo o incluidos en el anexo IX del decreto pueden gobernar embarcaciones con pabellón español si poseen una titulación expedida por su administración marítima. No se reconocen los certificados ICC de la UNECE, ya que España no ha ratificado la Resolución 40. También se permite gobernar embarcaciones de pabellón extranjero en aguas españolas si el título corresponde al país del patrón o de su residencia... La Comisión Europea ha iniciado conversaciones con los Estados miembros para armonizar estas titulaciones, valorando la creación de un título náutico único o el reconocimiento del ICC a nivel europeo. Aunque no es una solución inmediata, se espera que avance a medio plazo.
¿Qué impacto van a tener las recientes regulaciones de la OMI sobre derechos humanos?
Han sido fundamentales. Convenios como el MLC o el CTM-188 han mejorado notablemente las condiciones laborales de la gente de mar, incluyendo aspectos como el descanso, la seguridad o la atención médica. Además, hemos trabajado activamente en medidas contra el acoso y la violencia a bordo, especialmente en el marco del Día Internacional de la Mujer en el Sector Marítimo. La formación y certificación también se han reforzado para garantizar la preparación del personal.
¿Qué medidas se están adoptando para mejorar la seguridad?
Estamos reformando leyes clave como la de Puertos del Estado y la de Navegación Marítima, y modernizando los registros marítimos. También regulamos el uso de buques autónomos, una innovación que marcará el futuro del sector. En cuanto a Salvamento Marítimo, hemos invertido en nuevos remolcadores, patrulleras, embarcaciones rápidas y un helicóptero. Queremos liderar con el ejemplo y garantizar que nuestras aguas sean cada vez más seguras.
Llegados a este punto y como presidenta de Salvamento Marítimo, déjenme decir que disponemos de uno de los mejores servicios de salvamento marítimo que existen y queremos seguir en lo más alto en nuestro compromiso con el salvamento de vidas humanas en el mar, la seguridad marítima y la sostenibilidad de nuestros mares.
Leer más en el número 656 de la revista Mar.