LOS CENTROS DE FP ASEGURAN QUE LA INSERCIÓN LABORAL ES ALTA

¿Qué quiero ser de mayor?

03/07/2023

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María Barja Martín
PEIXES-Gaiola de peixes. Cambio de redes IGAFA

Durante el curso académico 2022/2023, el Instituto de Formación Profesional Marítimo Pesquero de Las Palmas tituló hasta 60 alumnos con una notable mejoría de los resultados en los ciclos formativos de grado superior. Pero, ¿cuál es la clave del éxito para que la mayoría obtengan la titulación? Juan Socorro, director de la FP de Las Palmas, asegura que la esencia es la ilusión de los alumnos que se percibe cuando llegan a las aulas. De esta forma, resulta sencillo que aprendan una profesión y consigan un trabajo al finalizar sus estudios.

Los profesores del Centro Público Integrado de Formación Profesional marítimo Zaporito en Cádiz destacan la rápida inserción laboral, ya que el 100% de sus alumnos cuando terminan los estudios encuentran trabajo. Este año se matricularon 534 alumnos gracias a la creación de dos líneas nuevas. Lo habitual es que un 75% del alumnado se titule.

José Ventura Villar, director del Instituto Gallego de Formación en Acuicultura (IGAFA), indica que el año pasado se cubrieron el 85% de las plazas. Además, los alumnos no suelen abandonar el ciclo y la mayoría llegan a titular, esto se debe a que se trata de un trabajo muy vocacional.

PRIMER CONTACTO LABORAL
Una de las ventajas de la formación profesional es que los estudiantes cuentan con prácticas antes de acabar el curso. “Van a ser marinos. Los alumnos aprenden la parte del mantenimiento del buque, todo lo relacionado con máquinas y electricidad, adquieren los conocimientos necesarios para solucionar cualquier cosa que se pueda romper a bordo. Por otro lado, se forman para llevar la organización del barco. Además, disponen de simuladores que reproducen el funcionamiento de las máquinas del barco, como el manejo del buque”, indican Guillermo Bermúdez y José Miguel Rodríguez, profesores del centro Zaporito. 

Prácticas de Inmersión en Campana Húmeda en el centro Zaporito
Prácticas de Inmersión en Campana Húmeda en el centro Zaporito

Los alumnos realizan las prácticas en centros de trabajo. El primer contacto con el entorno laboral nace cuando las empresas firman convenios obligatorios, explica José Miguel Rodríguez. Este tipo de contratos obliga a los centros a cumplir unos requisitos para que obtengan los objetivos didácticos de la FP. Es fundamental que no hagan tareas que no estén relacionadas con su ciclo, “lo que ven en el instituto, lo aplican en sus prácticas”, aclara el profesor del centro.

Juan Socorro asegura que “los alumnos adquieren un aprendizaje que van a utilizar el resto de su vida”. El director indica que además de conseguir una titulación académica, los estudiantes ganan práctica en el oficio porque aprenden, por ejemplo, a soldar y a trabajar con un torno. Además, los maestros del centro público Zaporito nos cuentan que los alumnos salen a la vida laboral con una preparación homologada e internacional para trabajar en cualquier parte del mundo.

LA VIDA EN EL MAR
Trabajar al otro lado del planeta es una de las singularidades que más llama la atención a los jóvenes, pero también, el bajo nivel de paro. Lara tiene 25 años y es de Las Palmas de Gran Canaria, Trabaja en Salvamento Marítimo desde hace cuatro años. La joven canaria estudió el ciclo de Técnico Superior y Transporte y Pesca en el Instituto de Las Palmas, y asegura que desde que salió de la escuela no ha parado de trabajar. “Yo tenía claro que mi oficio estaría en el mar, lo he visto desde pequeña en casa. También, debes tener vocación porque trabajar en un medio como el mar es complicado ya que dependes de las condiciones meteorológicas. Si no te gusta te aconsejo que no te dediques a ello” indica la joven. 

Lara de Salvamento Marítimo en la lancha Salvamar Macondo en Arguineguín
Lara de Salvamento Marítimo en la lancha Salvamar Macondo en Arguineguín. Autor: Borja Suárez

A veces ocurre que los adolescentes deciden formar parte de este mundo debido a las referencias familiares.

Celia, estudiante canaria de 25 años, se matriculó en el grado medio de Mantenimiento en Máquinas para ser técnico de la sala de máquinas de buques y embarcaciones e instalaciones eléctricas, en el Instituto de Las Palmas. Relata satisfecha que una vez conseguida una formación dual de grado medio, piensa seguir estudiando. 

“La formación dual se caracteriza por la alternancia combinada de los procesos de enseñanza y aprendizaje en la empresa y en el centro de formación”, dice Juan Socorro. De esta forma, los estudiantes conocen el oficio desde dentro y adquieren mayor experiencia profesional, pues una veteranía suele ser necesaria para muchas empresas.

“Quiero ver que mis capacidades pueden llegar mucho más allá. El hecho de superarte a ti misma es una gran motivación para querer vivir de este mundo porque aquí puedo desarrollarme muchísimo”, asegura Celia. Ella ha crecido viendo el taller eléctrico de su abuelo, pero también observando el “templo de herramientas” de su madre, y es por eso por lo que crear piezas, reparar, montar y ver maquinaria grande, siempre le ha despertado un interés especial.

Los alumnos de Las Palmas durante una clase de máquinas
Los alumnos de Las Palmas durante una clase de máquinas 

GRAN DEMANDA
Los viajes de los marinos, los paisajes y la aventura son algunas características de este trabajo que los alumnos del Zaporito anhelan tener.

Sus profesores subrayan que mucha gente comienza estos estudios porque hoy en día existe un relevo generacional y está emergiendo una demanda enorme de profesionales de este sector. Por otro lado, cabe destacar que actualmente el 92% de la logística en el mundo se hace a través de barcos, por lo que hacen falta muchos marinos. 

“Trabajar en Escocia en un criadero de bogavantes con hembras ovadas fue una muy buena experiencia”, apunta Jose de 24 años, alumno del IGAFA. Este joven gallego cursó el ciclo medio de Acuicultura para después trabajar en Escocia un año, y cuando volvió decidió realizar el ciclo superior. “Quería estudiar en el Centro de Referencia Nacional (IGAFA) algo relacionado con la biología”, subraya Jose. Ahora, le gustaría hacer una carrera universitaria para seguir aprendiendo, pero reconoce que la Formación Profesional abre muchas puertas y desde el primer momento ha podido trabajar con las especies y los sistemas de cultivos. “Desde el primer año haces labores en una batea, laboratorio, larvario de rodaballo… las empresas demandan IGAFA porque saben de la calidad del alumnado”, dice este estudiante de acuicultura.

Los ciclos de Acuicultura y Buceo de IGAFA son muy completos, pues forman a profesionales con perfiles muy encaminados para trabajar en cualquier tipo de actividad. “En acuicultura podrán trabajar en producción, acuarios profesionales, centros de investigación, comercializadoras de peces…por otro lado, el ciclo medio de Buzo habilita para hacer trabajos subacuáticos de hasta 50 metros de profundidad”, aclara José Ventura.

La formación profesional en IGAFA permite que los alumnos cursen hasta una media de 70% de clases prácticas. Además, el parque de prácticas está en el mar, al lado del centro, por lo que los estudiantes pueden realizar las tareas en condiciones reales y desarrollar su labor profesional. Asimismo, aprenden y trabajan en equipo en su medio natural favorito: el mar.
Alumnos de Las Palmas, Pontevedra y Cádiz comparten la misma ilusión por los viajes y la aventura de los oficios marítimo pesqueros.

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