Salud mental

Nueva Sección

03/02/2025

ISM

ISM al día

Anabel Gutiérrez
salud mental nueva sección
Estrenamos, a partir del próximo número, una nueva sección dedicada a la salud mental de los trabajadores del mar. 17 expertos en psicología abordarán temas como la autoestima, el beneficio del ejercicio a bordo, gestión de la rutina y la soledad, asertividad, relaciones interpersonales e inteligencia emocional, gestión del miedo o la incertidumbre, la ira o la desmotivación, entre otros. 

Los trabajadores del mar sufren mayores restricciones a su bienestar que otros profesionales. El ISM lo destaca en una campaña divulgativa y de prevención de la salud que inició el ISM en 2021 sobre salud mental a bordo. Tienen un “permiso limitado en tierra, rutinas monótonas, largas jornadas laborales, turnos de trabajo variables y pocas oportunidades para hacer ejercicio y socializar”. Precisamente por la lejanía de sus familias y amigos, y porque las comunicaciones con ellos son limitadas, puede costarles más que a alguien que está en tierra. Trabajar en el mar “puede resultar física y emocionalmente exigente”. 

Abraham Acosta, en su trabajo titulado “Salud mental en alta mar”, expone que las diferentes patologías a las que podrían enfrentarse estos trabajadores varían desde “las personalidades suicidas, depresión y trastorno bipolar, tripulante violento, pasando por delirios y alucinaciones, fatiga y estrés, ansiedad y ataque de pánico hasta las adicciones (tanto de alcohol como de drogas)”. 

Una buena salud mental a bordo es, pues, imprescindible. Por esta razón a partir del próximo número, y como anticipa Jose María Pérez Toribio, subdirector general de Acción Social Marítima del ISM, “se van a publicar periódicamente diversos artículos divulgativos en los que se informará sobre los principales factores de riesgo psicosocial que pueden afectar a la salud mental a bordo y se detallarán directrices y recomendaciones de actuación para prevenir y mejorar su seguridad y sus condiciones de trabajo”. 

CLAVES PARA PREVENIR

17 profesionales de la psicología abordarán diferentes aspectos del bienestar psicológico de la tripulación: autoestima, estrés, ansiedad, ira, frustración, etc. Montserrat Martínez, una de las autoras, profesora asociada en la Universidad Camilo José Cela (UCJC) y experta en inteligencia emocional y gestión de conflictos, explica que las situaciones que más preocupan a los trabajadores del mar “suelen ser la resistencia a los cambios, a algunas normas, las malas formas, la frustración, la queja continua y los conflictos recurrentes que no terminan de solucionarse”. Para prevenir estas situaciones, recomienda formarse, aprender a gestionar las emociones, mantener una actitud respetuosa y proactiva y desarrollar habilidades comunicativas. “A un barco, un trabajador debería subirse con una actitud de respeto y aprendizaje, tanto ante el trabajo como ante la convivencia, aceptando de antemano y conscientemente todo aquello que está fuera de su radio de influencia y centrándose en lo que dependa de él”, asegura. 

Para los jóvenes trabajar en un barco durante largos periodos de tiempo puede suponer un importante desafío. David Pascual, especialista en Psicología Clínica, con habilitación sanitaria y otro de los autores, propone como estrategia “mantener rutinas diarias, como el ejercicio físico, la lectura o el aprendizaje de nuevas habilidades”. Y, aunque a veces la conexión puede ser limitada en alta mar, “las llamadas, videoconferencias o mensajes instantáneos les permite mantener el vínculo emocional con sus seres queridos”. David Pascual considera que el hecho de compartir actividades de ocio con personas de diferentes culturas y edades “fomenta el respeto mutuo”. La mentalidad positiva de los jóvenes, además, “centrada en objetivos como el desarrollo personal, la independencia económica o la posibilidad de explorar el mundo”, les permite enfrentar las dificultades con mayor resiliencia y proactividad. 

Por último, respecto a la práctica de ejercicio físico a bordo, Luis González, autor y profesor del Máster en Psicología de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), asegura que “podría ayudar contar con profesionales expertos en preparación física, pero que con la información y los recursos que podemos encontrar en internet se puede disponer de un programa completamente adaptado a espacios tan reducidos como los de un barco”.  

OPINIONES


JOSE MARÍA PÉREZ TORIBIO, Subdirector General de Acción Social Marítima del ISM



Salud mental, ¿por qué?

La actividad laboral desarrollada en el sector marítimo-pesquero lleva asociada unas condiciones de trabajo que, desde siempre, han supuesto un factor adverso para la salud de los trabajadores del mar. Al peligro inherente a toda navegación debe añadirse la exposición a riesgos de diversa índole: el trabajo en plataformas móviles y espacios reducidos, la exposición continua al ruido, a vibraciones, a agentes físicos, químicos y biológicos e inclemencias climáticas, entre otras. Además, el trabajo en la mar, rutinario y multicultural, se desarrolla entre un grupo de personas aisladas por un periodo, para las cuales el buque es lugar de residencia y ocio. Esto marca importantes diferencias con otras actividades productivas. La salud mental, entendida como un componente integral y esencial de la salud, ha motivado estrategias y directrices desde organizaciones como la Organización Mundial de la Salud o la Organización Internacional del Trabajo. De esta última es la publicación titulada Pautas para la aplicación de las disposiciones sobre seguridad y salud en el trabajo del Convenio sobre el trabajo marítimo (de 2006), en la que se especifica que “se debería proporcionar asesoramiento eficaz a los armadores acerca de las medidas disponibles para reducir al mínimo los efectos negativos en la salud mental de los factores relacionados con el trabajo.

MONTSERRAT MARTÍNEZ, profesora asociada en la UCJC y experta en inteligencia emocional.



Negociar, no enfrentar

La probabilidad de conflictos aumenta cuando nos vemos obligados a convivir con personas que piensan y sienten de forma diferente a la nuestra. Éste es el gran reto al que nos enfrentamos a bordo, porque en la mayoría de las ocasiones, el conflicto no soluciona el problema que lo origina y solamente sirve para alterarnos, deteriorar las relaciones, empeorar el clima laboral y el bienestar emocional de la tripulación.

¿Podemos prevenir esta pérdida de tiempo y de energía? Solamente si cada uno de nosotros nos responsabilizamos de mejorar nuestra forma de comunicar, de gestionar nuestros conflictos internos, nuestras inseguridades y frustraciones, la baja autoestima, etc.

Aunque también depende de los demás. Por eso, en el caso de que se produzca el conflicto, la clave de su buena gestión siempre será manejar nuestras emociones, evitando el contagio y manteniendo la capacidad de razonar. Solamente así, podremos comunicarnos de una forma objetiva con el interlocutor, para poder mediar y/o negociar y resolver el problema de origen. 

Pero, si queremos desarrollar estas capacidades es imprescindible dotar de los conocimientos y de las herramientas necesarias a toda la tripulación, colocando la formación en habilidades en el centro de la prevención y gestión de conflictos a bordo. 


LUIS GONZÁLEZ BARATO, profesor del Máster en psicología de la Actividad Física y del Deporte  en la UAM



Sanar practicando deporte

La práctica de actividad física y deporte es algo fundamental para poder mantener una buena salud física pero también mental. A nivel físico mejora nuestra salud cardiovascular reduciendo el riesgo de padecer alguna enfermedad de este tipo y mantener a raya enfermedades como la obesidad. Además, el hecho de hacer ejercicio de manera regular nos permite mejorar nuestra capacidad de resistencia, sentir mayor energía y vitalidad, así como desarrollar y fortalecer nuestros músculos, lo cual es especialmente importante a medida que pasan los años y nos hacemos mayores.

En el plano psicológico y social, practicar deporte genera un contexto idóneo para establecer nuevas relaciones personales o estrechar las ya existentes, impactando de manera positiva en nuestra autoestima, autoconfianza y en nuestro bienestar emocional. También ayuda a reducir y regular los niveles de estrés que podemos experimentar en el día a día, mejorando nuestro estado de ánimo y contribuyendo a encontrar el equilibrio tan necesario para poder mostrar nuestra mejor versión. Por último, practicar deporte conlleva una serie de beneficios añadidos como la mejora de nuestra calidad del sueño o el desarrollo de competencias implícitas en el deporte como la autodisciplina, la atención, la concentración, la resiliencia o el trabajo en equipo. 


LUIS PASCUAL NICOLÁS, doctor en Psicología, especialista en Psicología Clinica, con habilitación sanitaria 



Educar en tolerancia 

La prevención del acoso en función del género no es una tarea fácil. Las intervenciones eficaces se focalizan en los factores que impulsan la discriminación de género y los abordan directamente. Toda intervención precisa un marco para identificar estrategias que reduzcan estereotipos de género y prejuicios de género. Esta discriminación proviene de la discrepancia entre los atributos que se cree que poseen ellas y los atributos considerados necesarios para el éxito en posiciones y campos típicamente masculinos, como ocurre en el sector marítimo. 

Se reconocen dos grandes grupos de estrategias de intervención. Un primer grupo se centra en disminuir las percepciones de falta de idoneidad de las mujeres a puestos de trabajo típicamente masculinos. Promueven el cambio tanto de los estereotipos de género, como en la percepción del trabajo como típicamente masculino. El segundo grupo se centra en disminuir las expectativas de incompetencia en su desempeño laboral, proporcionando evidencia contraria y frecuente que desafíen dichas expectativas. La educación y los programas de prevención resultan eficaces al menos en cuanto a dotar de conocimiento a los trabajadores sobre el acoso de género, pero no tanto respecto a modificar factores actitudinales, lo que sugiere la necesidad de persistir en el esfuerzo en la lucha contra el acoso por género. 


Leer más en el número 652 del mes de febrero de la revista Mar

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