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SALUD MENTAL
Claves para gestionar la tristeza a bordo
27/05/2025
ISM
ISM al día
Almudena Trucharte Martínez (*)

El trabajo en el mar enfrenta grandes desafíos tanto físicos como emocionales, donde el aislamiento, la falta de contacto social, las largas jornadas de trabajo y las duras condiciones pueden generar tristeza en los trabajadores. Esta emoción puede convertirse en un problema serio de salud mental y si no se maneja adecuadamente podría convertirse en una depresión.
Diferenciar entre tristeza y depresión es clave: la tristeza es temporal y adaptativa, mientras que la depresión es persistente y afecta gravemente la vida diaria.
Para abordar la tristeza, se sugieren estrategias preventivas como mantener conexiones sociales a través de medios digitales, establecer rutinas saludables y fomentar un ambiente de apoyo emocional en el trabajo. Cuando ya se presentan síntomas, se recomiendan técnicas de regulación emocional y acceso a apoyo psicológico. La prevención pasa por el aprendizaje para reconocer los síntomas de alerta.
Una gestión adecuada de la tristeza no solo mejorará el bienestar emocional de los trabajadores del mar, sino que también tendrá un impacto positivo en su salud física, la productividad laboral y en la seguridad en el buque.
El trabajo en el mar no solo impone desafíos físicos, sino también emocionales. El aislamiento prolongado y las duras condiciones laborales exponen frecuentemente a los trabajadores marítimos a la tristeza, una emoción natural y común, pero que puede desencadenar graves problemas de salud mental si no se gestiona adecuadamente. Reconocer los primeros síntomas y actuar antes de que la tristeza derive en depresión es esencial para preservar el bienestar emocional y garantizar un entorno laboral seguro y saludable a bordo.
BUENA GESTIÓN
El trabajo marítimo presenta desafíos únicos que impactan tanto el cuerpo como la mente. El aislamiento prolongado, las jornadas de trabajo ininterrumpidas y la falta de contacto con la familia y amigos pueden hacer que los trabajadores del mar enfrenten una serie de emociones difíciles de gestionar como la tristeza. Esta emoción natural puede agravarse debido a las condiciones de trabajo y desencadenar sentimientos de soledad, desánimo y fatiga emocional. Además, estudios recientes destacan la importancia de gestionar adecuadamente las emociones en entornos de alta exigencia, como es el caso del trabajo marítimo. En este contexto, la gestión emocional es esencial no solo para mantener el bienestar psicológico de los trabajadores del mar, sino también para prevenir consecuencias más serias que podrían comprometer su capacidad de trabajar de manera segura y eficiente.
Aunque la tristeza es una respuesta emocional natural ante situaciones difíciles, como pérdidas o frustraciones, es importante diferenciarla de la depresión, un trastorno del estado de ánimo mucho más grave y persistente. La tristeza, en su forma saludable, es pasajera y tiene un propósito adaptativo, ayudando a las personas a procesar y superar momentos difíciles. Sin embargo, cuando la tristeza no se maneja adecuadamente, puede evolucionar hacia problemas de salud mental más graves, como la depresión. Este trastorno afecta no solo el bienestar emocional, sino también el funcionamiento diario, comprometiendo la capacidad de concentración, motivación y rendimiento, lo que incrementa el riesgo de accidentes a bordo.
La tristeza está relacionada con eventos concretos y tiende a disiparse con el tiempo, mientras que la depresión implica una serie de síntomas que afectan de forma prolongada la vida de la persona. Los síntomas de la depresión incluyen:
Éstas serían las diferencias clave entre depresión y tristeza:
PARA ESTAR ALERTA
Es crucial que los trabajadores del mar sean capaces de reconocer los síntomas de alerta que pueden indicar que la tristeza ha comenzado a transformarse en depresión. Dada la naturaleza aislada y extrema de su entorno de trabajo, es vital que presten atención a los siguientes signos si los sentimientos de tristeza persisten por más de dos semanas.
Identificar estos síntomas a tiempo es crucial para evitar que una tristeza temporal se convierta en un trastorno de salud mental más grave. La intervención temprana y la implementación de estrategias adecuadas pueden hacer una gran diferencia en la salud y seguridad de los trabajadores marítimos.
ESTRATEGIAS
Para abordar la tristeza y prevenir que evolucione hacia un problema de salud mental mayor, es fundamental implementar estrategias tanto preventivas, como de manejo, especialmente en el contexto marítimo, donde las condiciones pueden agravar el estado emocional.
Estrategias de manejo cuando ya aparecen síntomas:
Técnicas de regulación emocional: Si los sentimientos de tristeza persisten, técnicas como la respiración profunda, la relajación progresiva y el mindfulness (atención plena) pueden ayudar a calmar la mente y reducir el impacto de la tristeza. Estas técnicas ayudan a los trabajadores a mantenerse presentes y manejar mejor sus emociones.
Apoyo psicológico: Cuando los síntomas de tristeza persisten o se agravan, es importante que los trabajadores tengan acceso a apoyo psicológico, ya sea en persona o a través de consultas en línea. Hablar con un profesional puede ayudar a identificar los problemas subyacentes y a desarrollar herramientas personalizadas para gestionar las emociones.
Reconocimiento de los síntomas: Aprender a identificar los síntomas iniciales de la tristeza y la depresión es clave para manejar la situación antes de que empeore. Si los trabajadores notan que su tristeza empieza a afectar su rendimiento laboral o sus relaciones interpersonales, deben buscar ayuda inmediatamente.
Terapias psicológicas: Existen diversas terapias psicológicas que pueden ayudar a gestionar la tristeza y prevenir la depresión. Estas intervenciones se centran en proporcionar herramientas para regular las emociones, cambiar patrones de pensamiento negativos y fomentar el bienestar emocional.
IMPACTO
Implementar estrategias tanto de prevención como de manejo de la tristeza no solo ayudará a los trabajadores a mantener su bienestar emocional, sino que también tendrá un impacto positivo en su salud física. Los individuos que son capaces de gestionar sus emociones de manera efectiva tienden a experimentar menos estrés, menos fatiga mental, y una mayor sensación de control sobre su vida diaria. Esto no solo mejora su calidad de vida, sino que también les permite disfrutar más de sus relaciones interpersonales, tanto a bordo como fuera del entorno laboral.
La gestión emocional adecuada también es clave para aumentar la resiliencia personal, es decir, la capacidad de sobreponerse a las dificultades y adaptarse a las condiciones desafiantes que caracterizan el trabajo en el mar. Los trabajadores que logran gestionar la tristeza son más propensos a enfrentarse a los retos del día a día de forma más equilibrada, manteniendo una actitud proactiva y positiva.
Además, el impacto en la salud mental es significativo. Al abordar de manera preventiva los síntomas de tristeza, se previenen problemas mayores como la depresión o la ansiedad crónica, que pueden no solo afectar el rendimiento en el trabajo, sino también poner en riesgo la salud física del individuo. Las emociones no gestionadas correctamente pueden desencadenar síntomas psicosomáticos, como dolores musculares, fatiga extrema, y trastornos del sueño.
Desde el punto de vista organizacional, las empresas que invierten en el bienestar emocional de sus empleados, ofreciendo recursos para promover un entorno de trabajo que favorezca la salud mental, verán una disminución en las bajas por motivos psicológicos, un aumento en la satisfacción laboral y una mejora en la productividad. De esta manera, la prevención de problemas de salud mental derivados de la tristeza es un componente esencial para garantizar la seguridad y eficiencia a bordo.
3 ESTRATEGIAS PREVENTIVAS
CONEXIÓN DIGITAL.
La conexión social a través de medios digitales permite mantener contacto regular con familiares y amigos mediante videollamadas o mensajes. Es clave para reducir la sensación de aislamiento. Fomentar la conexión emocional, incluso desde la distancia, ayuda a prevenir sentimientos prolongados de tristeza.
RUTINAS SANAS.
Mantener una rutina diaria que incluya momentos para el ejercicio físico, descanso adecuado y actividades de ocio ayuda a mantener un equilibrio emocional. El ejercicio regular, en particular, es conocido por mejorar el estado de ánimo y reducir la tristeza.
APOYO EMOCIONAL A BORDO.
Las empresas marítimas pueden ofrecer espacios de apoyo entre compañeros, donde se fomente la comunicación abierta sobre la salud mental. Promover un ambiente en el que se hable de las emociones ayuda a reducir el estigma y permite que los trabajadores se apoyen mutuamente en momentos difíciles.
Almudena Trucharte Martínez
Doctora en Psicología de la UCJC
Leer más en el número 656 de la revista Mar.
Diferenciar entre tristeza y depresión es clave: la tristeza es temporal y adaptativa, mientras que la depresión es persistente y afecta gravemente la vida diaria.
Para abordar la tristeza, se sugieren estrategias preventivas como mantener conexiones sociales a través de medios digitales, establecer rutinas saludables y fomentar un ambiente de apoyo emocional en el trabajo. Cuando ya se presentan síntomas, se recomiendan técnicas de regulación emocional y acceso a apoyo psicológico. La prevención pasa por el aprendizaje para reconocer los síntomas de alerta.
Una gestión adecuada de la tristeza no solo mejorará el bienestar emocional de los trabajadores del mar, sino que también tendrá un impacto positivo en su salud física, la productividad laboral y en la seguridad en el buque.
El trabajo en el mar no solo impone desafíos físicos, sino también emocionales. El aislamiento prolongado y las duras condiciones laborales exponen frecuentemente a los trabajadores marítimos a la tristeza, una emoción natural y común, pero que puede desencadenar graves problemas de salud mental si no se gestiona adecuadamente. Reconocer los primeros síntomas y actuar antes de que la tristeza derive en depresión es esencial para preservar el bienestar emocional y garantizar un entorno laboral seguro y saludable a bordo.
BUENA GESTIÓN
El trabajo marítimo presenta desafíos únicos que impactan tanto el cuerpo como la mente. El aislamiento prolongado, las jornadas de trabajo ininterrumpidas y la falta de contacto con la familia y amigos pueden hacer que los trabajadores del mar enfrenten una serie de emociones difíciles de gestionar como la tristeza. Esta emoción natural puede agravarse debido a las condiciones de trabajo y desencadenar sentimientos de soledad, desánimo y fatiga emocional. Además, estudios recientes destacan la importancia de gestionar adecuadamente las emociones en entornos de alta exigencia, como es el caso del trabajo marítimo. En este contexto, la gestión emocional es esencial no solo para mantener el bienestar psicológico de los trabajadores del mar, sino también para prevenir consecuencias más serias que podrían comprometer su capacidad de trabajar de manera segura y eficiente.
Aunque la tristeza es una respuesta emocional natural ante situaciones difíciles, como pérdidas o frustraciones, es importante diferenciarla de la depresión, un trastorno del estado de ánimo mucho más grave y persistente. La tristeza, en su forma saludable, es pasajera y tiene un propósito adaptativo, ayudando a las personas a procesar y superar momentos difíciles. Sin embargo, cuando la tristeza no se maneja adecuadamente, puede evolucionar hacia problemas de salud mental más graves, como la depresión. Este trastorno afecta no solo el bienestar emocional, sino también el funcionamiento diario, comprometiendo la capacidad de concentración, motivación y rendimiento, lo que incrementa el riesgo de accidentes a bordo.
La tristeza está relacionada con eventos concretos y tiende a disiparse con el tiempo, mientras que la depresión implica una serie de síntomas que afectan de forma prolongada la vida de la persona. Los síntomas de la depresión incluyen:
- Sensación de tristeza profunda y persistente.
- Pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras.
- Cambios en el apetito o el peso.
- Problemas de sueño (insomnio o hipersomnia).
- Fatiga o pérdida de energía.
- Dificultad para concentrarse.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Éstas serían las diferencias clave entre depresión y tristeza:
- Duración: La tristeza es temporal, mientras que la depresión persiste por semanas o meses.
- Impacto: La tristeza permite procesar emociones, mientras que la depresión afecta gravemente la capacidad de una persona para funcionar en su vida diaria.
- Síntomas físicos y mentales: La depresión incluye síntomas físicos como fatiga, cambios en el apetito y el sueño, mientras que la tristeza afecta principalmente el estado emocional.
PARA ESTAR ALERTA
Es crucial que los trabajadores del mar sean capaces de reconocer los síntomas de alerta que pueden indicar que la tristeza ha comenzado a transformarse en depresión. Dada la naturaleza aislada y extrema de su entorno de trabajo, es vital que presten atención a los siguientes signos si los sentimientos de tristeza persisten por más de dos semanas.
- Fatiga constante, falta de energía o insomnio.
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban.
- Dificultad para concentrarse en las tareas del día a día.
- Pensamientos negativos sobre uno mismo, sentimientos de culpa o desesperanza.
Identificar estos síntomas a tiempo es crucial para evitar que una tristeza temporal se convierta en un trastorno de salud mental más grave. La intervención temprana y la implementación de estrategias adecuadas pueden hacer una gran diferencia en la salud y seguridad de los trabajadores marítimos.
ESTRATEGIAS
Para abordar la tristeza y prevenir que evolucione hacia un problema de salud mental mayor, es fundamental implementar estrategias tanto preventivas, como de manejo, especialmente en el contexto marítimo, donde las condiciones pueden agravar el estado emocional.
Estrategias de manejo cuando ya aparecen síntomas:
Técnicas de regulación emocional: Si los sentimientos de tristeza persisten, técnicas como la respiración profunda, la relajación progresiva y el mindfulness (atención plena) pueden ayudar a calmar la mente y reducir el impacto de la tristeza. Estas técnicas ayudan a los trabajadores a mantenerse presentes y manejar mejor sus emociones.
Apoyo psicológico: Cuando los síntomas de tristeza persisten o se agravan, es importante que los trabajadores tengan acceso a apoyo psicológico, ya sea en persona o a través de consultas en línea. Hablar con un profesional puede ayudar a identificar los problemas subyacentes y a desarrollar herramientas personalizadas para gestionar las emociones.
Reconocimiento de los síntomas: Aprender a identificar los síntomas iniciales de la tristeza y la depresión es clave para manejar la situación antes de que empeore. Si los trabajadores notan que su tristeza empieza a afectar su rendimiento laboral o sus relaciones interpersonales, deben buscar ayuda inmediatamente.
Terapias psicológicas: Existen diversas terapias psicológicas que pueden ayudar a gestionar la tristeza y prevenir la depresión. Estas intervenciones se centran en proporcionar herramientas para regular las emociones, cambiar patrones de pensamiento negativos y fomentar el bienestar emocional.
IMPACTO
Implementar estrategias tanto de prevención como de manejo de la tristeza no solo ayudará a los trabajadores a mantener su bienestar emocional, sino que también tendrá un impacto positivo en su salud física. Los individuos que son capaces de gestionar sus emociones de manera efectiva tienden a experimentar menos estrés, menos fatiga mental, y una mayor sensación de control sobre su vida diaria. Esto no solo mejora su calidad de vida, sino que también les permite disfrutar más de sus relaciones interpersonales, tanto a bordo como fuera del entorno laboral.
La gestión emocional adecuada también es clave para aumentar la resiliencia personal, es decir, la capacidad de sobreponerse a las dificultades y adaptarse a las condiciones desafiantes que caracterizan el trabajo en el mar. Los trabajadores que logran gestionar la tristeza son más propensos a enfrentarse a los retos del día a día de forma más equilibrada, manteniendo una actitud proactiva y positiva.
Además, el impacto en la salud mental es significativo. Al abordar de manera preventiva los síntomas de tristeza, se previenen problemas mayores como la depresión o la ansiedad crónica, que pueden no solo afectar el rendimiento en el trabajo, sino también poner en riesgo la salud física del individuo. Las emociones no gestionadas correctamente pueden desencadenar síntomas psicosomáticos, como dolores musculares, fatiga extrema, y trastornos del sueño.
Desde el punto de vista organizacional, las empresas que invierten en el bienestar emocional de sus empleados, ofreciendo recursos para promover un entorno de trabajo que favorezca la salud mental, verán una disminución en las bajas por motivos psicológicos, un aumento en la satisfacción laboral y una mejora en la productividad. De esta manera, la prevención de problemas de salud mental derivados de la tristeza es un componente esencial para garantizar la seguridad y eficiencia a bordo.
3 ESTRATEGIAS PREVENTIVAS
CONEXIÓN DIGITAL.
La conexión social a través de medios digitales permite mantener contacto regular con familiares y amigos mediante videollamadas o mensajes. Es clave para reducir la sensación de aislamiento. Fomentar la conexión emocional, incluso desde la distancia, ayuda a prevenir sentimientos prolongados de tristeza.
RUTINAS SANAS.
Mantener una rutina diaria que incluya momentos para el ejercicio físico, descanso adecuado y actividades de ocio ayuda a mantener un equilibrio emocional. El ejercicio regular, en particular, es conocido por mejorar el estado de ánimo y reducir la tristeza.
APOYO EMOCIONAL A BORDO.
Las empresas marítimas pueden ofrecer espacios de apoyo entre compañeros, donde se fomente la comunicación abierta sobre la salud mental. Promover un ambiente en el que se hable de las emociones ayuda a reducir el estigma y permite que los trabajadores se apoyen mutuamente en momentos difíciles.
Almudena Trucharte Martínez
Doctora en Psicología de la UCJC
Leer más en el número 656 de la revista Mar.