El tamaño sí importa - Revista Mar
PORTACONTENEDORES
El tamaño sí importa
24/01/2024
Marina mercante
Anabel Gutiérrez
El contendor fue ideado por el transportista terrestre Malcom McLean en Carolina del Norte. Según recoge un trabajo del Instituto Marítimo Español y la Universidad de Comillas, la compañía de McLean realizaba el transporte de mercancías desde Nueva York hasta Houston, atravesando diferentes Estados con legislaciones muy dispares sobre las medidas máximas de los vehículos terrestres, por lo que decidió unificarlas y establecer unas máximas comunes. Ese primer contenedor medía 35 pies de largo por 8 de ancho y 8 de alto. Se fabricó en metal lo que permitió un transporte mucho más seguro que con sacos o cajas de madera. Debido al éxito de esta medida, Malcom McLean decidió transportar contenedores también por vía marítima, para lo que fundó la naviera Sea Land. El primer viaje marítimo de 58 contenedores se realizó a bordo del Ideal X en 1956, desde Newark, en Nueva Jersey, hasta Houston, en Texas. Tal fue el éxito del viaje que su uso se generalizó hasta tal punto que diez años después en Europa ya se operaban 350.000 unidades. La Organización Internacional de Normalización (ISO) se encargó de establecer normas internacionales para adoptar estas medidas de contenedores, lo que facilitó su adopción generalizada en la industria del transporte y el comercio internacional.
TAMAÑO Y RESISTENCIA
Los contenedores tienen unas dimensiones estandarizadas para facilitar su manejo y transporte. Los tamaños más comunes son 20 pies (aproximadamente 6.1 metros) y 40 pies (12.2 metros) de longitud. Están fabricados en acero resistente para soportar las condiciones del transporte y su manipulación. Su estructura sólida protege las mercancías contra daños causados por el manejo brusco, condiciones climáticas adversas, incluso contra posibles impactos. Tienen puertas en un extremo que permiten el acceso fácil y seguro a las mercancías almacenadas en su interior. Algunos contenedores pueden tener puertas laterales, dependiendo de su diseño, para facilitar múltiples accesos. Están diseñados para soportar cargas pesadas y facilitar su carga y descarga. Los techos están sellados herméticamente para proteger su interior de la humedad y otros elementos. También cuentan con dispositivos de bloqueo estandarizados que permiten que la carga se mantenga segura y que el contenedor no se abra accidentalmente.
INTERMODALIDAD
A los contenedores también se les conoce como unidades de transporte intermodal (UTI). Esta denominación hace referencia a una de las mayores ventajas de su estandarización, la de poder ser transportado en cualquier modo de transporte (avión, barco, tren o camión), sin necesidad de manipular su contenido, es decir, sin que sea necesario abrir el contenedor ni reorganizar su contenido. El contenedor es el pilar básico del comercio internacional. Estos armazones metálicos están en constante tránsito, moviendo mercancías a lo largo y ancho del globo. Por eso, es importante tenerlos controlados en todo momento, lo que se consigue con un sistema de registro internacionalmente estandarizado. Si examinamos un contenedor de cerca, veremos toda una serie de marcas identificativas. Estas marcas proporcionan información vital para todos los agentes de la cadena de suministro, que ayuda a su monitorización y seguridad, desde la expedición hasta la entrega en destino.
CÓDIGOS DE MEDIDAS
Todo contenedor tiene que registrarse en el BIC (Bureau of International Containers) y estar identificado con una serie de códigos ISO. El número de contenedor (una cifra alfanumérica de cuatro letras y siete números) es la marca más destacada que aparece en la puerta del contenedor. Esta cifra identifica al propietario del contenedor y la categoría del contenedor (para transporte marítimo, para remolques y para trairlers). El número de serie consta de seis cifras para identificarlo individualmente. Un único dígito, el dígito de control, que aparece enmarcado en un recuadro, permite verificar que la secuencia de un número de serie es correcta. La nomenclatura de los contenedores puede variar internacionalmente. Por ejemplo, un contenedor estándar de 20 pies puede ser conocido como Dry Van (DV), General Purpose (GP), Standard (SD) o Dry Container (DC). Para evitar estos conflictos de nomenclatura, existe el Código ISO. Se localiza debajo del número de serie y consta de cuatro caracteres que identifica sus dimensiones. Bajo el código ISO, otras señales aportan datos sobre su masa bruta y su tara (MGW o Masa bruta máxima; TARE o lo que pesa el contenedor vacío; NET o peso neto o CAP o volumen interno). En la zona izquierda de las puertas del contenedor se sitúa la placa que certifica que el contenedor cumple las normas del Container Security Convention o CSC. Esta matrícula contiene datos sobre las condiciones estructurales y de seguridad del contenedor. Se suele combinar con la placa CCC (Container Custom Convention), que ratifica el cumplimiento de la aprobación del sistema aduanero.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
Con las nuevas tecnologías, la industria del transporte marítimo podrá recolectar y compartir datos sobre contenedores de forma útil e integral y mucho más eficiente. El puerto de Los Ángeles, el mayor puerto de contenedores de Estados Unidos, con 9,9 millones de TEUs movilizados en 2022, lanzó su propio sistema de intercambio de datos, el Port Optimizer, en 2017. Esta plataforma basada en la nube ofrece datos y perspectivas sobre el transporte marítimo en tiempo real a las partes interesadas de la cadena de suministro a través de un portal único y seguro. El CTA (Container Tracking Application) es el sistema de trazabilidad de contenedores desarrollado por el Port de Barcelona. Permite conocer dónde se encuentra un contenedor en cualquier momento o, las 24 horas del día, desde cualquier ordenador o dispositivo móvil.
El puerto de Rotterdam, en Países Bajos, ha diseñado un gemelo digital (Portbase) de todas sus instalaciones, con el fin de intercambiar datos con los propios buques, pero también con trenes y camiones, infraestructuras fijas, drones y operarios. Todo ello conectado gracias a tecnología móvil 5G y la Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, la joya de la corona de la innovación del puerto de Róterdam tiene nombre propio: Contenedor 42.
Más temas en la revista 642 de febrero.
TAMAÑO Y RESISTENCIA
Los contenedores tienen unas dimensiones estandarizadas para facilitar su manejo y transporte. Los tamaños más comunes son 20 pies (aproximadamente 6.1 metros) y 40 pies (12.2 metros) de longitud. Están fabricados en acero resistente para soportar las condiciones del transporte y su manipulación. Su estructura sólida protege las mercancías contra daños causados por el manejo brusco, condiciones climáticas adversas, incluso contra posibles impactos. Tienen puertas en un extremo que permiten el acceso fácil y seguro a las mercancías almacenadas en su interior. Algunos contenedores pueden tener puertas laterales, dependiendo de su diseño, para facilitar múltiples accesos. Están diseñados para soportar cargas pesadas y facilitar su carga y descarga. Los techos están sellados herméticamente para proteger su interior de la humedad y otros elementos. También cuentan con dispositivos de bloqueo estandarizados que permiten que la carga se mantenga segura y que el contenedor no se abra accidentalmente.
INTERMODALIDAD
A los contenedores también se les conoce como unidades de transporte intermodal (UTI). Esta denominación hace referencia a una de las mayores ventajas de su estandarización, la de poder ser transportado en cualquier modo de transporte (avión, barco, tren o camión), sin necesidad de manipular su contenido, es decir, sin que sea necesario abrir el contenedor ni reorganizar su contenido. El contenedor es el pilar básico del comercio internacional. Estos armazones metálicos están en constante tránsito, moviendo mercancías a lo largo y ancho del globo. Por eso, es importante tenerlos controlados en todo momento, lo que se consigue con un sistema de registro internacionalmente estandarizado. Si examinamos un contenedor de cerca, veremos toda una serie de marcas identificativas. Estas marcas proporcionan información vital para todos los agentes de la cadena de suministro, que ayuda a su monitorización y seguridad, desde la expedición hasta la entrega en destino.
CÓDIGOS DE MEDIDAS
Todo contenedor tiene que registrarse en el BIC (Bureau of International Containers) y estar identificado con una serie de códigos ISO. El número de contenedor (una cifra alfanumérica de cuatro letras y siete números) es la marca más destacada que aparece en la puerta del contenedor. Esta cifra identifica al propietario del contenedor y la categoría del contenedor (para transporte marítimo, para remolques y para trairlers). El número de serie consta de seis cifras para identificarlo individualmente. Un único dígito, el dígito de control, que aparece enmarcado en un recuadro, permite verificar que la secuencia de un número de serie es correcta. La nomenclatura de los contenedores puede variar internacionalmente. Por ejemplo, un contenedor estándar de 20 pies puede ser conocido como Dry Van (DV), General Purpose (GP), Standard (SD) o Dry Container (DC). Para evitar estos conflictos de nomenclatura, existe el Código ISO. Se localiza debajo del número de serie y consta de cuatro caracteres que identifica sus dimensiones. Bajo el código ISO, otras señales aportan datos sobre su masa bruta y su tara (MGW o Masa bruta máxima; TARE o lo que pesa el contenedor vacío; NET o peso neto o CAP o volumen interno). En la zona izquierda de las puertas del contenedor se sitúa la placa que certifica que el contenedor cumple las normas del Container Security Convention o CSC. Esta matrícula contiene datos sobre las condiciones estructurales y de seguridad del contenedor. Se suele combinar con la placa CCC (Container Custom Convention), que ratifica el cumplimiento de la aprobación del sistema aduanero.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
Con las nuevas tecnologías, la industria del transporte marítimo podrá recolectar y compartir datos sobre contenedores de forma útil e integral y mucho más eficiente. El puerto de Los Ángeles, el mayor puerto de contenedores de Estados Unidos, con 9,9 millones de TEUs movilizados en 2022, lanzó su propio sistema de intercambio de datos, el Port Optimizer, en 2017. Esta plataforma basada en la nube ofrece datos y perspectivas sobre el transporte marítimo en tiempo real a las partes interesadas de la cadena de suministro a través de un portal único y seguro. El CTA (Container Tracking Application) es el sistema de trazabilidad de contenedores desarrollado por el Port de Barcelona. Permite conocer dónde se encuentra un contenedor en cualquier momento o, las 24 horas del día, desde cualquier ordenador o dispositivo móvil.
El puerto de Rotterdam, en Países Bajos, ha diseñado un gemelo digital (Portbase) de todas sus instalaciones, con el fin de intercambiar datos con los propios buques, pero también con trenes y camiones, infraestructuras fijas, drones y operarios. Todo ello conectado gracias a tecnología móvil 5G y la Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, la joya de la corona de la innovación del puerto de Róterdam tiene nombre propio: Contenedor 42.
Más temas en la revista 642 de febrero.