Misterios del mar

El triángulo de las Bermudas

30/01/2023

Más Mar

Historia

Vicente Prieto

Mapa con la localización del Triángulo de las Bermudas
 

Ya lo dijo el comandante Jacqués Costeau: “El tan comentado triángulo de las Bermudas no es tal punto de desapariciones misteriosas sino un simple montaje que radica en el interés de ciertas empresas publicitarias para vender libros”. El origen de la leyenda se localiza en la desaparición, nada misteriosa, de un avión de rescate en 1945 y toda la colosal mentira sobre aquel trágico accidente, que sustentó el gran negocio que llegó después.

Durante milenios, las embarcaciones carecían de los más elementales sistemas de navegación y muchísimo menos para la exploración de los fondos. Los tripulantes solo contaban con la información que recibían de los sentidos y de su experiencia como navegantes. El conocimiento de mares y océanos era casi nulo y todo lo que estaba por debajo de la lámina de agua era una zona misteriosa y terrible que se prestaba a la fábula y a que la imaginación se desbordase, fantaseando con innumerables maravillas y terribles peligros. 

Indudablemente, a todos nos gusta un buen misterio y los mares aun guardan muchos, sin necesidad de inventarlos ni de recurrir a supuestos fenómenos paranormales. Nadie duda que una de las zonas marítimas que más fama de misteriosa tiene es el “Triángulo de las Bermudas”. 

Las abundantes historias sobre supuestas desapariciones de barcos y aviones han llevado a que periódicos, libros, películas y series de televisión la hayan convertido en uno de los mayores misterios de nuestro tiempo.

EL ORIGEN DEL MITO

Todos hemos oído hablar de infinidad de casos misteriosos en este área: desapariciones de embarcaciones y aviones sin dejar rastro, sucesos inexplicables. Se han atribuido estos sucesos a extraterrestres, monstruos marinos, perturbaciones electromagnéticas, burbujas de metano y algunos hasta han situado en esa zona a La Atlántida ¿Qué hay de cierto en todo esto? Nada o casi nada. 

El Triángulo de las Bermudas es un área de un millón y medio de kilómetros cuadrados que forman un triángulo equilátero entre las islas Bermudas, Puerto Rico y Miami. Es una de las zonas más transitadas del mundo, debido a que sus fuertes vientos y la Corriente del Golfo permiten acelerar los viajes entre Europa y Estados Unidos. Sumémosle que es una zona propensa a fenómenos atmosféricos extremos: tifones, huracanes y grandes tormentas. Al ser tan transitada, por simple probabilidad, tendremos numerosos accidentes. No parece un gran misterio, pero nunca se debe especular sin tener datos.

Como a los “vendedores de misterios” no les parecía que había un número suficiente de accidentes para adornar su historia, incluyeron naufragios de barcos y accidentes de aviones que jamás se habían acercado al Triángulo de las Bermudas y que habían sucedido en lugares tan alejados como Irlanda. 

Uno de los investigadores más rigurosos que se ocupó de este asunto desde el principio fue el mayor desenmascarador de fraudes del mundo, James Randi, que incluyó su investigación en varios de sus libros. En España, el periodista Luis Alfonso Gámez le dedicó una serie de artículos de prensa, intervenciones en radio y televisión, que se pueden consultar en su web Magonia, de donde procede la mayor parte del material consultado en este artículo.

El 5 de diciembre de 1945, cinco bombarderos Avenger despegaron de la base aérea de Fort Lauderdale, en Florida, para hacer un vuelo de entrenamiento de dos horas sobre el Triángulo de las Bermudas, nunca regresaron. Se envió un avión de recate y también desapareció. Este suceso es el detonante de toda la leyenda, no porque sea inexplicable, que no lo es, sino porque se edificó una colosal mentira y un gran negocio sobre este trágico accidente.

Avión bombardero Avenger como el que desapareció en 1945
 Avión bombardero Avenger como el que desapareció en 1945 

La Junta de Investigación de la Marina no consideró misterioso, en absoluto, el accidente del Vuelo 19. Era una misión de entrenamiento, sin más instrumentos de navegación que el reloj y una brújula. Desgraciadamente, la brújula del avión líder se averió y desorientó al resto del grupo. Lanzó un aviso a las 15:45 de que se había perdido y el ultimo a las 16:25. El informe concluyó que habían seguido volando hasta que se quedaron sin combustible. El avión de rescate era un Martin Mariner. Sus numerosos accidentes le habían granjeado el apodo de “tanque de gasolina volante” porque habían explotado varios en vuelo. De su explosión fueron testigos los tripulantes de otro navío militar. Durante 20 años, hasta que los “misteriólogos” vieron el negocio, este accidente no tuvo repercusión. 

EL ENIGMA Y EL NEGOCIO

James Randi, en su libro “Fraudes paranormales” es contundente: “Berlitz es el autor del libro “El triángulo de las Bermudas”, donde encontramos errores y afirmaciones equivocadas tan demostrables que la investigación más simple acerca de esas declaraciones demuestra, con facilidad, que esos libros deberían haber sido declarados de ficción”.

Charles Berlitz era un millonario, dueño de las academias de idiomas del mismo nombre. Durante años fue recopilando historias sobre el Triángulo y “adornándolas” con un halo de misterio. En 1974 publica su libro y vende 5 millones de ejemplares en más de 20 países. A partir de ahí, se disparó la fama de este falso misterio. 

Ilustración del buque Ellen Austeen supuestamente desaparecido en 1701
Ilustración del buque Ellen Austeen supuestamente desaparecido en 1701

Al año siguiente, Lawrence David Kusche, bibliotecario de la Universidad de Arizona y piloto, comprobó cuánto había de cierto en los sucesos narrados por Berlitz. Descubrió que, entre múltiples errores, mentiras y exageraciones, había confundido el nombre de barcos que habían naufragado a “más de 2.500 kilómetros del vértice occidental de la región maldita y los había atribuido al Triangulo”. Entre muchas otras falsedades, culpó al Triángulo del naufragio de barcos inventados -como el inexistente Stavenger al que hace desaparecer en 1931-, otros cuyo naufragio situó cerca las Bermudas cuando sucedieron en el Pacífico -como el Freya en 1902- o en el Atlántico Norte -como el Raifuku Maruen en 1925-, navíos que en realidad fueron hundidos en acciones de guerra -como el Proteus y el Nereus en 1941-, algunos víctimas de tormentas -como el Cotopaxi en 1925 y el Sandra en 1950. 

“La leyenda del triángulo de las Bermudas es un misterio manufacturado. Empezó a causa de una investigación descuidada y fue elaborada y perpetuada por escritores que, consciente o inconscientemente, se sirvieron de errores, razonamientos incorrectos o simple sensacionalismo”, concluye Kusche en su libro “El misterio del triángulo de las Bermudas solucionado” (1975), en el cual desmonta el enigma caso por caso. 

¿MISTERIO? ?QUÉ MISTERIO?

Nadie sabe más sobre accidentes marítimos que las compañías aseguradoras, es su especialidad y se juegan su dinero. Las conclusiones de los expertos son claras. Ni hay mayor cantidad de accidentes en porcentaje, ni hay nada digno de reseñar en el Triángulo de las Bermudas que lo distingan de cualquier otra zona similar.

“Podemos afirmar categóricamente que las desapariciones [del Triángulo de las Bermudas] se deben normalmente a condiciones meteorológicas severas”, afirma Norman Hooke, de la compañía de seguros Lloyd’s, que añade que, “si se comprueba con detalle cada uno de los misteriosos incidentes que han conformado la leyenda, se verá que no han ocurrido como dicen Berlitz y compañía”. 

Antiguo buque mercante en paisaje nocturno con niebla
Algunos de los buques ni si quiera navegaban cerca del triángulo cuando naufragaron

Los guardacostas, los hombres que más tiempo pasan en aguas del triángulo maldito, no han notado nada extraño en la zona. Respecto a los accidentes que han ocurrido allí, el comandante James Howe cree que “se trata de gente que se mete en problemas debido a las condiciones meteorológicas o por no estar preparados”. Las mismas causas de accidentes que en cualquier otro lugar del globo. 

Científicos, como el sueco Karl Kruszelnicki, han calculado el porcentaje de accidentes en este área, comparándola con otras de similares características. La conclusión es clarísima y demoledora para los defensores de ese supuesto misterio: “Está cerca del Ecuador, cerca de una parte rica del mundo, América, por lo que, hay mucho tráfico. Según Lloyd's, de Londres, y la Guardia Costera de Estados Unidos, el número de desaparecidos en el Triángulo de las Bermudas es el mismo que en cualquier parte del mundo en porcentaje". Para este científico, el motivo de estas desapariciones no tiene nada que ver con lo sobrenatural sino con el error humano, el mal tiempo y el hecho de que la zona está saturada de medios de transporte. 

El doctor Simon Walmsley, responsable de océanos de WWF, en colaboración con el equipo de investigación de la Universidad Southampton Solent, realizó un estudio de las zonas de navegación más peligrosas del mundo, basándose en la siniestralidad anual. El famoso Triangulo de las Bermudas no aparece ni entre las diez primeras posiciones. En porcentaje de siniestralidad, son mucho más peligrosos los mares asiáticos, el Mar del Norte o el Mar Mediterráneo. No descartemos que algún vendedor de misterios decida que sería un buen negocio inventarse una zona misteriosa en esas áreas. 

VICENTE PRIETO es divulgador científico, biólogo marino y director provincial del ISM en Lugo

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