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El tráfico de mercancías cierra 2023 con más de 543 millones de toneladas desplazadas en puertos de titularidad estatal. Este dato supone un descenso del 3,3% respecto a 2022. Los datos provisionales publicados por Puertos del Estado reflejan un fuerte retroceso causado por la guerra entre Ucrania y Rusia, el conflicto en Israel y los ataques en el Mar Rojo que han bloqueado el Canal de Suez.
El 26 de enero, la UNCTAD, Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, advirtió de que la creciente oleada de ataques contra buques en el Mar Rojo está añadiendo tensión a unas rutas marítimas ya afectadas por otros conflictos y el cambio climático. El jefe de logística comercial de la UNCTAD, Jan Hoffmann, subrayó que el actual conflicto en Ucrania ha provocado cambios sustanciales en el comercio de petróleo y cereales, modificando patrones establecidos. El Canal de Panamá, otra arteria clave para el comercio mundial, se enfrenta a una grave sequía que ha disminuido los niveles de agua, provocando una asombrosa reducción del 36% de los tráficos totales en el último mes en comparación con los de hace un año. A esta situación se le ha sumado la crisis en el Mar Rojo, marcada por los ataques dirigidos por los hutíes que están bloqueando las rutas marítimas. En respuesta a la crisis del Mar Rojo, los principales actores del sector marítimo han suspendido temporalmente los tránsitos por Suez. En particular, los tráficos semanales de portacontenedores se han desplomado un 67%. Los de petroleros y gaseros también están experimentando descensos significativos. Mientras tanto, los precios del transporte marítimo y de las primas de los seguros están aumentando. Por ejemplo, las tarifas medias al contado del transporte de contenedores desde Shanghai crecieron un 122% desde principios de diciembre. Además, los buques desviados de las rutas de los canales de Suez y Panamá se ven obligados a viajar más rápido para compensar los desvíos, consumiendo más combustible por milla y emitiendo más CO2, lo que agrava aún más los problemas medioambientales, según Hoffmann.
DATOS PROVISIONALES
Como es lógico toda esta situación ha repercutido negativamente en los datos de tráfico portuario de nuestro país. Puertos del Estado acaba de publicar los datos provisionales correspondientes a 2023. En este año se movieron 543.307.746 toneladas, lo que supone un 3,3% menos que en 2022 (que registró 561,7 millones de toneladas).
La mercancía general se contrajo un 3% respecto al año anterior hasta alcanzar los 262,6 millones de toneladas, por el descenso de la que se transporta en contenedor (-4,7%), hasta llegar a 178,7 millones de toneladas. Sin embargo, el dato de diciembre de 2023 es superior al del mismo mes de 2022. Se sigue la tendencia iniciada en noviembre que refleja cierta recuperación de la mercancía. También se reduce el tráfico marítimo en TEUs un 4,5% (16.379.280 millones de toneladas), aunque se nota el alza en diciembre tanto en tránsito, como entrada-salida nacional y entrada-salida exterior. Por su parte, el volumen de mercancía general convencional aumentó el 1,2% hasta los 83,9 millones. El buen comportamiento de los vehículos que como mercancía aumentaron el 19,6% hasta los 3,8 millones, explica en parte este progreso.
Los graneles sólidos registraron una caída del 3,7%, pese al buen comportamiento del tráfico de cereales (+33%). El tráfico de graneles líquidos también descendió (-3,7%).
CRECIMIENTOS INESPERADOS
El tráfico ro-ro creció el 1,3% hasta los 71,8 millones de toneladas. El número de buques mercantes por los puertos españoles aumentó en 2023 el 4,5%, según las estadísticas de Puertos del Estado, con un total de 164.215 unidades, y el arqueo bruto creció un 6%.
Las mejores noticias llegan desde el tráfico de pasajeros, que confirma su fuerte ascenso en 2023. En total, 39,2 millones de personas pasaron por los puertos españoles, un 18,9% más que en 2022. Y como se preveía el movimiento de cruceristas logró en 2023 el récord absoluto -que se estableció en 2019 con 10,6 millones de personas-, superando ya los 12 millones, lo que supone un 46,8% más que en 2022. Se confirma el liderazgo de Barcelona y Baleares, con aumentos en casi todos los puertos, pero destaca especialmente el fuerte impulso en Cádiz (+72,4%) y los puertos canarios.
PUERTO DESTACADO
Bahía de Algeciras sigue siendo el principal puerto de España. En 2023, a pesar de la caída de un 2,3%, se mantiene por octavo año consecutivo por encima de los 100 millones de toneladas movidas (concretamente, 104,7 millones). Esta recesión se ha visto lastrada especialmente por la bajada de los graneles líquidos y sólidos, según ha destacado su presidente, Gerardo Landaluce. También ha resaltado el comportamiento del tráfico de pasajeros: 5,5 millones, un 26% más. Por su parte, el Estrecho ha absorbido 458.000 camiones con mercancías import/export, un 1% menos. El tráfico de contenedores, aún en cifras provisionales, alcanza los 4,73 millones de Teus, un 0,7% menos que el año anterior. En este apartado destaca el aumento de contenedores llenos de importación en un 10% y el descenso de los de exportación en un 16%.
“El Puerto de Algeciras está preparado para que las cadenas de suministro se resientan lo menos posible”. De esta forma, el presidente de la APBA ha puesto en valor, la buena salud del Puerto Bahía de Algeciras durante el balance de 2023. “Una nueva situación coyuntural en el mundo debido, entre otros factores, a la crisis del Mar Rojo que evidencia el papel estratégico que juega Algeciras para aliviar los problemas que se plantean en las principales rutas marítimas”, ha dicho.
PUERTOS CON MÁS TRÁFICO
En general, el ranking en cuanto al total de mercancías movidas se ha mantenido igual que hace un año: Algeciras (104,7 millones de toneladas), a distancia de Valencia (77,2 millones) y Barcelona (64 millones), los tres con pérdidas respecto a 2022. Cartagena ha mantenido su cuarta posición con 37,5 millones de toneladas y de hecho ha incrementado sus tráficos el 2,7%, y también lo ha hecho Bilbao (0,1%), que se ha quedado con 32,9 millones de toneladas en la quinta posición.
Por tipo de mercancías destaca el papel de Cartagena en el segmento de líquidos que, pese a que ha movido un 1,3% menos, alcanza los mayores tráficos de la red portuaria, con 27,6 millones de toneladas. En cuanto al registro de tráfico de cereales Gijón encabeza el volumen de esta tipología de producto con 16,11 millones de toneladas, pero ha perdido el 5% de su tráfico respecto a 2022. Le sigue Tarragona con 10,1 millones de toneladas y, en este caso, un incremento próximo al 9%.
Las mercancías movidas en rampa Ro-Ro quedan como tráficos al alza en 2023. Los puertos españoles han acumulado 71,86 millones de toneladas, con liderazgo de nuevo para Baleares, que gestionó prácticamente 14 millones de toneladas y creció el 4,3% respecto al año anterior. Valencia ha sido el que más unidades de transporte intermodal ha movido, con 479.963 unidades, y un crecimiento del 1,3%.
LAS PALMAS, PUERTO VERDE El puerto de Las Palmas ha obtenido una certificación por reducir la huella de carbono un 36% en tres años.
Un estudio realizado por la Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF, ha certificado una reducción de la huella de carbono del 36% en el periodo 2019-2021 en el puerto de Las Palmas. La Unión Europea respaldó el pasado año la política medioambiental de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) y aprobó una inversión del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de 1.6 millones de euros para cuatro proyectos en los puertos de Las Palmas, Arinaga y Puerto del Rosario.
El presidente de la APLP, Luis Ibarra, explica la trascendencia de este pilar de renovación energética en la estrategia medioambiental portuaria. “Los puertos activos como Las Palmas son infraestructuras que, por definición, consumen mucha energía y precisan de sistemas de seguridad y de autoprotección como la iluminación de grandes espacios donde transitan vehículos pesados e imponentes volúmenes de mercancías que, a su vez, son la evidencia de la buena salud de las economías asociadas y de la creación de empleo local”. “Ya hemos cambiado cerca de 2.600 puntos de luz convencional por LED en los muelles y viales de nuestros puertos y nos quedan otros 1.600 que estamos instalando, lo que da medida de la magnitud del esfuerzo y del compromiso de esta Autoridad Portuaria con la sostenibilidad”, apunta Luis Ibarra.
ENTREVISTA
¿Ha influido en esta reducción del tráfico marítimo la situación internacional?
2023 ha sido un año marcado por un contexto de incertidumbre geopolítica y económica a nivel mundial, lo que ha impactado sobre los tráficos del sistema portuario de titularidad estatal. A la invasión de Ucrania se le ha sumado el conflicto en Israel y la franja de Gaza, cuyos efectos se han extendido sobre el Mar Rojo, una de las principales rutas comerciales del mundo. La economía global es muy sensible a este tipo de fenómenos con gran potencial de desestabilización territorial, y reaccionó con una fuerte inflación, empezando por el fuerte repunte de los precios de la energía, seguida de un desacoplamiento de numerosos procesos de producción y consumo. La cadena logística transoceánica se ha tensado hasta el punto de verse ralentizados o directamente interrumpidos ocasionalmente flujos de mercancías, lo que ha provocado caídas en los tráficos portuarios, especialmente los relativos a contenedores.
¿Qué tipo de mercancías han notado más esta desaceleración?
La desaceleración se ha notado sobre todo en el segmento de la mercancía general en contenedor. Mientras que la mercancía general convencional (automoción y carga rodada, producto siderúrgico, etc.) creció en 2023 un 1,2% con respecto al 2022, la que se desplaza en contenedor cayó un 4,7%. Ello ha hecho que el total de la mercancía general haya retrocedido un 2,9%. Con todo, hemos podido constatar al final del año pasado una mejoría del tráfico de contenedores (en diciembre fueron 16,6 millones de toneladas frente a 14,2 el año pasado), lo que quizá hace presagiar una recuperación, aunque todavía es prematuro asegurarlo.
¿Qué tráficos han tenido, en cambio, comportamientos positivos?
En lo que respecta al tráfico de pasajeros, 2023 ha sido un año muy bueno. No sólo se ha confirmado la plena recuperación de la movilidad de personas tras la pandemia, sino que, por ejemplo, en el sector de los cruceros se ha superado con creces la cifra récord de 2019. Aquel año se contabilizaron 10,6 millones de movimientos de cruceristas por nuestros puertos, y en 2023 se han superado los 12 millones. En total, 39,2 millones de pasajeros, tanto de crucero como de línea regular, pasaron por los puertos del sistema de titularidad estatal, lo que supone un aumento del 18,9% respecto a 2022.
¿Qué previsiones hay este año?
Las previsiones para 2024 siguen augurando tensiones globales y problemas específicos para el sector marítimo-portuario. Por eso, se hace más necesario que nunca seguir trabajando juntos para reforzar la competitividad de nuestros puertos, invirtiendo en innovación, en sostenibilidad… para, en definitiva, reforzar el papel de los puertos como motores de desarrollo económico, social y medioambiental.
En efecto, el exigente objetivo de descarbonización marcado por las instituciones europeas, plasmado, entre otras medidas, por el paquete regulatorio ‘Fit for 55’, siendo absolutamente necesario para enfrentar la emergencia climática, ha de ser eficaz desde un punto de vista pragmático tanto en términos del propio transporte como del fin ambiental que persigue. Desde nuestro firme compromiso con la sostenibilidad, Puertos del Estado y el sistema portuario de titularidad estatal está alertando de algunos efectos indeseados de determinadas medidas medioambientales, como la extensión en la Unión Europea del ETS al transporte marítimo, cuyo calendario de implantación es mucho más rápido que el de otras medidas del paquete ‘Fit for 55’ (Fuel-EU, AFIR, la aplicación del propio ETS a otros modos de transporte terrestre…) con un diseño más acorde con la capacidad tecnológica de adaptación del sector a las nuevas energías limpias, hecho que amenaza con distorsionar los mercados y provocar una fuga de tráficos a otros países no europeos en contra del propio objetivo de descarbonización que se persigue. Puertos del Estado y los puertos españoles más afectados confiamos en encontrar los mecanismos para afrontar a escala multilateral una transición energética justa y equilibrada, que permita afrontar la emergencia climática desde el consenso global, equilibrando ambición con pragmatismo.
