El transporte marítimo español cerró 2024 con signos de recuperación tras un año 2023 marcado por la contracción. Según el
informe anual de la
Asociación de Navieros Españoles (Anave), el comercio marítimo nacional alcanzó los 357 millones de toneladas (Mt), lo que representa un crecimiento del 1,7% respecto al año anterior. Este avance, aunque moderado, refleja la capacidad de adaptación del sector frente a un entorno internacional complejo y una normativa ambiental cada vez más exigente.
Uno de los motores de este crecimiento fue el tráfico de cabotaje, que aumentó un 4,2% hasta los 50 Mt. Este repunte se debió principalmente al dinamismo de la mercancía general, que creció un 6,7%, y al comportamiento positivo de los graneles líquidos (+1,0%). En contraste, los graneles sólidos en cabotaje descendieron un 6,2%.
En cuanto al comercio exterior, las importaciones marítimas alcanzaron los 206,1 Mt (+0,9%) y las exportaciones los 100,9 Mt (+2,0%). Destacaron las importaciones de carga general (+5,4%) y graneles sólidos (+0,7%), mientras que los graneles líquidos retrocedieron ligeramente (-1,1%). Por el lado de las exportaciones, los graneles líquidos crecieron un 6,7% y los sólidos un 4,2%, aunque la carga general cayó un 0,9%. El tráfico de contenedores en tránsito internacional también mostró signos de recuperación, con un incremento del 9,8% hasta los 55,2 Mt, moderando así la caída acumulada desde 2020.
TRANSFORMACIÓN VERDE
El análisis de Anave subraya el compromiso del sector con la descarbonización. Las navieras españolas han invertido más de 800 millones de euros en proyectos para reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y prevén destinar otros 1.000 millones en los próximos años. Estas inversiones permitirán evitar más de 520.000 toneladas de CO₂ anuales.
Sin embargo, el sector enfrenta importantes desafíos regulatorios. La entrada en vigor del
Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (EU ETS) y del
reglamento FuelEU Marítimo ha supuesto una carga económica y administrativa significativa. Se estima que las navieras españolas deberán adquirir derechos de emisión por valor de 1.000 millones de euros hasta 2030. Anave reclama que los ingresos generados por el ETS se reinviertan en la transición energética del transporte marítimo.
PERSPECTIVAS Y PROPUESTAS
El sector espera con interés la publicación del Plan Nacional para la Descarbonización del Transporte Marítimo, anunciado en 2023. Este plan debería canalizar los fondos recaudados por el ETS hacia proyectos concretos que impulsen la sostenibilidad y la competitividad del sector. Asimismo, Anave ha participado activamente en la elaboración de la
Estrategia Marítima de España 2025–2050, que establece como prioridades el apoyo a la transición energética, la formación de profesionales marítimos y una fiscalidad adecuada.
En palabras del presidente de este organismo, Vicente Boluda, “
el transporte marítimo español ha demostrado su resiliencia y compromiso ambiental. Pero, para seguir contribuyendo al crecimiento y la cohesión territorial, necesita un entorno normativo y financiero estable, coordinado y adaptado a sus necesidades”.
Leer más contenidos en el
número 658 de la revista Mar.