MUSEO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA SUBACUÁTICA (ARQUA)

Preservar el patrimonio marino

01/05/2023

Más Mar

Historia

María Barja Martín
Edificio museo ARQVA

No existe ningún lugar mejor que Cartagena para albergar el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA). Aquí trabajó el  arqueólogo murciano, Julio Mas, desarrollando lo que sería el antiguo Patronato de Excavaciones Arqueológicas Submarinas, germen del posterior Centro de Arqueología Submarina cuya labor fue determinante para la creación e inauguración de este Museo Nacional y del Centro Nacional de Investigaciones Arqueológicas Submarinas. Su actual director, Rafael Sabio, asegura que el “propósito” prima en las colecciones que alberga. Esto es, se buscan referentes sobre un tema específico y particular. 

Comenzamos el recorrido en una sala dedicada a la investigación y a la conservación arqueológica submarina. Posteriormente descendemos a otra zona para sumergimos en la Historia y en épocas en las que el comercio marítimo fue determinante para el desarrollo de los países mediterráneos. Muchas de las piezas del museo tienen que ver con el comercio. 

La visita nos permite conocer de cerca civilizaciones que vinieron a la Península Ibérica por mar hasta llegar a la Edad Moderna. Un audiovisual introductorio nos sumerge bajo las aguas del litoral murciano donde reposan antiguos pecios hundidos, como el Mazarrón I, navío fenicio de pequeño calado que reposa cerca de la localidad del mismo nombre. Se trata de una embarcación difícil de extraer del mar. Por ello, se conserva in situ gracias a la labor científica. 

No obstante, la primera pieza que encontramos en el recorrido es una reproducción del barco hundido. En la misma sala, descubrimos cómo trabajan los investigadores submarinos. Y continuamos la visita para adentrarnos en la época romana donde destacan los barcos hundidos en la isla de Escombreras. Sabio apunta que debió ser un “punto negro” para la navegación porque en sus profundidades descansan numerosos barcos de distintas épocas. 

TESOROS HUNDIDOS

Entre los objetos que alberga el museo destacan la Mano Sabazia, una valiosa pieza religiosa, y el tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, compuesto por más de 600.000 monedas de plata acuñadas mayoritariamente a comienzos del siglo XIX. La nao española transportaba estas monedas cuando fue hundida por los ingleses en la costa portuguesa del Algarve. Allí permaneció hasta 2007 cuando la empresa norteamericana Odyssey la encontró, expoliando su tesoro. España logró recuperarlo tras una larga batalla legal en los tribunales de Estados Unidos, y desde entonces se expone en ARQVA.

Pecio en museo ARQVA
Réplica del pecio Mazarrón I de época fenicia

El museo cuenta con una política de adquisiciones, coordinada desde el Ministerio de Cultura, con la que intenta evitar el expolio. La intervención arqueológica es la vía natural para conseguir nuevas adquisiciones. “Estamos tratando de impulsar la reanudación de la carta arqueológica y de desarrollar un proyecto propio que sea fuente de suministro de ejemplares" señala Rafael Sabio. También se trabaja mediante prospección; es decir, reconociendo que el medio es parte fundamental del proceso. De este modo, la conservación del patrimonio arqueológico subacuático se da preferentemente bajo el mar. Hasta el 27 de agosto se puede ver la muestra “Un mar de siglos. Dale una vuelta a la historia con Playmobil” donde se exponen hasta siete dioramas ambientados en distintos periodos históricos. 

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