Tradición histórica
Marina mercante
España es uno de los mayores productores de sal de Europa, con una producción de casi 4,2 millones de toneladas al año (registro de 2021), siendo la Bahía de Cádiz una de las zonas exportadoras y productoras de nuestro país.
Este puerto se dedica principalmente al envío de materiales al exterior. Genera casi unos 11.000 puestos de trabajo entre empleos directos, indirectos e inducidos. Estos oficios vienen generados por una de las actividades más antiguas de este puerto, la exportación de sal.
Históricamente se cree que el comienzo del comercio de este producto en Cádiz se inició con los fenicios que intercambiaban plomo y estaño por sal y diversas manufacturas. A partir de los siglos V y IV a. C. empezaron las exportaciones de este mineral, con un fuerte auge de las conservas saladasque se producían en el círculo del Estrecho, a Grecia.
Hubo que esperar hasta los siglos XIII y XIV para encontrar los primeros registros referentes a cómo se realizaban las labores de extracción y producción en las salinas, mediante evaporación solar sobre las marismas.
Este proceso de exportación tuvo su gran auge en noviembre de 1929, con la inauguración oficial del dragado de la barra del Guadalete con la llegada del vapor San Tirso, que cargó mil toneladas de sal procedente de las salinas de La Tapa. También en dicho año se inauguró el transbordador aéreo que potenció su transporte y su comercio..
DESHIELO DE CARRETERAS
El transbordador aéreo ya no existe en la actualidad y ahora la sal se transporta a través de camiones, llegados principalmente desde la Salina Marisma de Cetina, que depositan la sal en la zona de tránsito de mercancías en el muelle Oeste de La Cabezuela, en Puerto Real. Toda esta mercancía tiene como destino preferente Noruega, donde se usa para el deshielo de sus carreteras.
Además, se destina a otros lugares como Emiratos Árabes, Dinamarca, Francia y al resto de las provincias de España, principalmente a las zonas más frías y montañosas. El uso de la sal en todos sus destinos suele ser el deshielo y evitar la nieve en las carreteras y vías de tránsito de vehículos.
Anteriormente tuvo otros usos, como la elaboración de salazones, actividad muy ligada a la pesca. Para el Puerto de Cádiz es importante que se siga exportando este granel por dos motivos. En primer lugar, la sal cultivada en la provincia es muy apreciada por su calidad. Por otra parte, es un sector que genera numerosos empleos directos e indirectos desde su producción, venta y exportación (empresa salinera, transportistas, compañía estibadora, practicaje, amarre y remolque, tripulación del buque mercante…).
Desde 2017, el puerto de Cádiz ha exportado más de medio millón de toneladas de sal, con un aumento del 15% en los meses de enero y diciembre de 2022, en comparación con los mismos meses de 2021, generando un repunte de las exportaciones y más empleo en el sector durante el pasado año.
Además, la producción de sal en la Bahía de Cádiz no se ha limitado únicamente a su uso en carreteras, ya que su extracción y exportación se ha ido reduciendo debido al cambio climático, lo que ha hecho que apareciera una nueva oportunidad de relanzar la actividad de las salinas con la elaboración y producción de sal ecológica, dirigiendo sus cultivos a un uso sostenible.
Para conocer y acercar el trabajo que se realiza en las salinas, en la actualidad, se realizan excursiones y visitas guiadas en la zona de marismas para aprender de primera mano cómo se realiza su producción y distribucción. Los visitantes descubren así esta actividad, su historia, el paisaje, la biodiversidad que habita en ellas y los beneficios que aporta a la sociedad.