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Mediterráneo Artrosis: prevención y tratamiento Expresiones marineras Remolcadores Regularización por arraigo y formación El triángulo de las Bermudas - Revista Mar
Desde el 1 de mayo el Mediterráneo se ha convertido en la séptima área marítima de control de emisiones de óxidos de azufre reconocida por la OMI. El objetivo, contribuir a la mejora de la calidad del aire y a la protección de ecosistemas marinos.
Una Zona de Control de Emisiones de Azufre (SECA) es un área marítima designada por la Organización Marítima Internacional (OMI) donde se aplican estrictas regulaciones para limitar las emisiones de óxidos de azufre (SOx) provenientes de los buques. Estas zonas requieren que los barcos utilicen combustibles con un contenido máximo de azufre del 0,1%, en comparación con el 0,5% permitido fuera de las zonas SECA. El mar Mediterráneo está ya designado como Zona de Control de Emisiones de Azufre (SECA) desde el 1 de mayo de 2025.
El objetivo principal es reducir las emisiones de óxidos de azufre (SOx) provenientes de los buques, que son perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. La implementación de la SECA contribuirá a mejorar la calidad del aire en las regiones costeras del Mediterráneo, beneficiando a las poblaciones locales; contribuirá a proteger los ecosistemas marinos (que pueden verse afectados por la acidificación del agua y otros impactos negativos derivados de estas emisiones) e impulsará la adopción de tecnologías más limpias y combustibles alternativos en la industria marítima.
SECTORES AFECTADOS
Los buques deberán cumplir con las nuevas regulaciones de contenido máximo de azufre en los combustibles (0,1%), lo que implica la necesidad de utilizar combustibles más limpios o instalar tecnologías de depuración de gases de exhaustación (scrubbers). Los puertos deberán desarrollar infraestructuras adecuadas para el suministro de combustibles alternativos y la conexión eléctrica en tierra. Aumentará la demanda de combustibles alternativos como el gas natural licuado (GNL), hidrógeno y biocombustibles y las cadenas de suministro y logística deberán adaptarse también para cumplir con las nuevas normativas ambientales.