El inmenso potencial de la economía azul para el empleo es todavía un mundo por explorar. Muchos de los trabajos que hoy son emergentes serán en pocos años empleos reconocidos y rentables, pero sobre todo respetuosos con el mar.

España es el país europeo que mayor contribución hace a esta nueva economía tanto en cifras de empleo como en valor bruto agregado (VAB). También es un país referente en tecnología al servicio de la economía azul.

Gunter Pauli, considerado el padre de la economía azul, explica que aplicar la sostenibilidad a la economía “trata de dar valor a lo que ya tienes sin intentar hacerlo más barato porque entonces no podrás pagar a tus trabajadores, ni los impuestos o ser sostenible y lo peor aún, no tendrás beneficios”.
La economía azul es un universo completamente transversal, de ahí la importancia de encuentros que sirvan como catalizadores de sinergias como el Congreso Sun&Blue celebrado en Almería el pasado mes de noviembre, con sesiones multidisciplinares para dar a conocer todas las posibilidades que puede ofrecer la economía circular aplicada al empleo.

FORMACIÓN Y EDUCACIÓN
Mercedes Pardo, directora del Instituto Marítimo Español, apuntaba que, dentro de las distintas familias de empleos relacionados con la economía azul, el área con un mayor potencial de desarrollo es la relacionada con la descarbonización: “Se están desarrollando nuevas profesiones que a su vez servirán para crear empleos y dar visibilidad a la economía azul. Esta familia puede tener muchas salidas laborales y es importante fomentarla porque se trabaja desde el respeto al mar”. De hecho, ya hay institutos de FP que están viendo el potencial de la eólica marina y de la desalinización y apuestan por estas vías como profesiones emergentes.

Acceder a un empleo dentro de las diversas ramas de la economía azul requiere conocimientos multidisciplinares que pueden evitar el desempleo que suele crear la estacionalidad. Muchos oficios pueden, con la formación conveniente, reconvertirse. Aquí entra la labor de universidades y centros de FP así como la formación marítimo-pesquera que se ofrece en el Instituto Social de la Marina.
 

PROFESIONES RECONVERTIDAS
España ocupa el primer puesto en la UE en términos de VAB en los sectores del turismo costero y recursos marinos vivos, que generan, respectivamente, el 30 % y el 19 % del total de la UE. Tres de los diez principales puertos de contenedores de la Unión se encuentran en el Mediterráneo español, de ahí la importancia de que los visitantes conozcan el valor de la biodiversidad de nuestras costas. Pincha aquí para leer el informe completo de la UE.

Este es un nicho interesante para añadir a una profesión ya existente: instructores de buceo; especialistas en operaciones marinas; guías turísticos; comunicadores y profesores especializados en sostenibilidad marina; economistas y expertos en marketing; operadores de pesca turismo o asesores legales, son solo algunos ejemplos de empleos que pueden verse enriquecidos añadiendo formación en sostenibilidad y titulaciones marítimo-pesqueras.
También hay un importante nicho de empleos en el reciclaje de basuras marinas, desde la artesanía con material reciclado hasta la investigación para diseñar anclas sostenibles que no dañen la flora.

Por ello es importante prestar la misma atención a los empleos emergentes que a los clásicos como la pesca y el turismo. Existen opciones combinadas como apuntaba Alejandra Pérez, CEO de Aquatours, “como usar los viajes turísticos, de pasaje, de pesca o incluso los mercantes para recoger datos”. Actualmente faltan datos y “con la formación transversal necesaria se pueden rentabilizar estos viajes para hacer ciencia ciudadana, turismo científico o escuela de educación ambiental”.

Manuel Trives, CEO de Turismo Marinero de Murcia, ha realizado todo el proceso conversor para añadir la opción de ofrecer rutas guiadas y turismo ambiental a bordo de los pesqueros familiares: “La pesca turismo es un complemento no una sustitución, nosotros vivimos de pescar, pero también trabajamos con colegios y científicos todo el año, aunque más en invierno”. En estos momentos Manuel Trives se encuentra inmerso en la creación de una red de turismo pesquero a nivel nacional.
 
Proyectos como el de Celia Murcia buscan interconectar sectores. Esta oceanógrafa y cofundadora de Blue Jobs, lidera una plataforma que responde a la demanda de un entorno de empleo especializado y adaptado específicamente a los sectores de las ciencias marinas y la economía azul. “En Blue Jobs proporcionamos la base de datos de empleo más extensa de Europa y más allá, dentro de los sectores azules. Mejoramos la visibilidad de las carreras marinas y agilizamos la búsqueda de puestos especializados”.
 

PROFESIONES EMERGENTES
España es el primer productor europeo de acuicultura y aun así tenemos que importar más del 50% del pescado que consumimos. Nuestro producto se valora mucho en comparación con el producido por las flotas chinas y eso nos proporciona un importante potencial de crecimiento.
Hector Pula, investigador en nutrición de peces y técnico del Aula del Mar CEI·Mar, añadía que actualmente tienen a más de 1.400 científicos trabajando en investigaciones marinas y que una de las profesiones emergentes que produciría una gran cantidad de empleos es la relacionada con la microbiología marina aplicada a la industria médica.

María Isabel Sáez, coordinadora en CEI Mar, asegura que es necesaria la diversificación de especies y poner el foco en la calidad avanzando en el concepto de alimentación de precisión. Al añadir enzimas, probióticos o antioxidantes a la alimentación del pescado se mejora la calidad del producto.

Otra aplicación apenas sin explotar en economía azul son los datos. Solo el 0,1% de la información procesada hace referencia al mar y sin datos no hay estrategia de negocio. Uno de los grandes retos de la economía azul es hacer “data farming”, aseguraba el economista Gunter Pauli.

Actualmente en España se están desarrollando más de mil proyectos de investigación aplicada a puertos. “Hay mucho talento y muchas nuevas profesiones emergiendo”, afirmaba Marilena Estarellas, gerente de la Asociación Nacional de Barcos Eléctricos (ANBE).

Por solo enumerar unos cuantos, se está trabajando con bacterias que se comen los plásticos y los derrames de combustible; en modelos digitales y predictivos para interpretar datos, ensayos con diversos tipos de energías de propulsión, navegación sin tripulación, gemelos digitales…

Nuevas profesiones que requieren nuevas formaciones e incentivos para quedarse porque en los sectores emergentes cuesta atraer talento, pero mucho más retenerlo.

Emma Cobos, directora de innovación y negocio del Puerto de Barcelona, ponía el acento en el relevo generacional: “Hay miles de empleos en el sector por eso debemos hacer un mayor esfuerzo para que los jóvenes vean el potencial de la industria náutica en España”.

La formación es indispensable o, dicho de otra manera, como apuntaba Alejandra Pérez: “Si estás preparada pero no buscas oportunidades no habrá éxito, pero si no estás formado, las oportunidades, aunque las busques no llegarán”. 
 

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