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Bioeconomía azul de la Unión Europea

Granjas de algas marinas

01/03/2023

Acuicultura

Anabel Gutiérrez
Bioeconomía azul de la Unión Europea

Varios informes de la Comisión Europea recientemente publicados recomiendan impulsar el desarrollo productivo regional de granjas de algas. Sus aplicaciones comerciales son muchas: como alimento saludable, bajo en calorías y alto en proteínas; como pienso para animales; para elaborar cosméticos, envases de origen biológico o, incluso, biocombustibles. 

Según un informe de la Comisión Europea, de noviembre del año pasado y titulado “Hacia un sector de algas en la UE fuerte y sostenible”, las algas tienen “bajo contenido de grasa y son ricas en fibras dietéticas, micronutrientes y compuestos bioactivos, por lo que a menudo se las presenta como un alimento saludable y bajo en calorías. Además, se sabe que algunas especies contienen una cantidad especialmente elevada de proteínas”. Sus propiedades y compuestos bioquímicos convierten a las algas en un material valioso para un número cada vez mayor de otras aplicaciones comerciales como piensos para animales, productos farmacéuticos, envases de origen biológico, cosméticos o biocombustibles. Además, colaboran en el tratamiento depurativo de aguas residuales o eliminan nutrientes de ecosistemas acuáticos reduciendo la eutrofización o “sopa verde”, como se conoce coloquialmente al enriquecimiento excesivo de nutrientes en un ecosistema acuático. Y cuando las algas se cultivan en el mar eliminan carbono, reduciendo la acidificación de los océanos. 

A pesar de todos estos beneficios, el sector de las algas marinas en Europa todavía se encuentra en una fase muy embrionaria. Mientras el mercado asiático ha crecido significativamente en la última década (cerca de la mitad de la producción acuícola total se dedica a las granjas de algas), hasta ahora la producción de algas marinas en Europa ha sido insignificante. Según datos de la FAO en 2019, la producción anual de algas en Europa es de 0,3 millones de toneladas (el 99% procedente de la recolección de especies salvajes), frente a los casi 36 millones de toneladas que se producen anualmente en todo el mundo (el 99% procedentes de la acuicultura de algas). 

La UE es uno de los principales importadores mundiales de productos de algas marinas en cuanto a valor (554 millones de euros en 2016), por lo que claramente existe una gran demanda de productos de algas marinas en nuestro continente. Se prevé que aumente en consonancia con las tendencias en materia de salud y sostenibilidad. 

MUY BENEFICIOSAS

Algas sostenibles cosechadas frescas en la granja Seagrove Kelp en Doyle Bay
Algas sostenibles cosechadas frescas en la granja Seagrove Kelp en Doyle Bay en Canadá. Foto: Seagrove Kelp

"Cada vez hay más evidencia de que las algas marinas se pueden utilizar como una herramienta para neutralizar o eliminar el exceso de nutrientes y metales en el mar". Es la primera frase de un estudio científico realizado por la Universidad Fairbanks de Alaska (UAF) que concluye que las granjas de algas marinas podrían ser "muy beneficiosas" para las zonas costeras, gracias a la capacidad para filtrar agua y eliminar sustancias contaminantes, en especial carbono y nitrógeno. El estudio, publicado en enero de este año en la revista Aquaculture Journal, se centró en analizar las diferencias en la eliminación de nutrientes y carbono en algas marinas salvajes y cultivadas por el ser humano. Los resultados muestran diferencias entre el contenido porcentual de nitrógeno y carbono y entre dos especies, Alaria marginata y Saccharina latissima. Estos organismos tienen una enorme capacidad para filtrar carbono y nitrógeno: "Son como esponjas", dice Schery Umanzor, profesor asistente en la Facultad de Pesca y Océano de la UAF y autor principal del estudio.

La contaminación por nitrógeno es causada en zonas costeras por aguas residuales urbanas, escorrentías o eliminación de desechos pesqueros. Puede contribuir a eliminar una variedad de amenazas potenciales en ambientes marinos, incluyendo floraciones de algas tóxicas, mayor actividad bacteriana y niveles agotados de oxígeno. Lógicamente, las algas cultivadas en aguas contaminadas no deben usarse como alimento, pero podrían ser una herramienta prometedora para limpiar o recuperar ecosistemas marinos. Las más efectivas, según el análisis de la UAF, son las de la especie Alaria marginata, propia de las costas del Pacífico nororiental (desde Alaska hasta California), por delante de las de Saccharina latissima, un alga parda conocida popularmente como kelp de azúcar o cinturón de mar, cuya área de distribución incluye las costas gallegas. Aunque esta diferencia se vio compensada en parte por la mayor densidad de los bosques de algas kelp de azúcar.

UN GRAN POTENCIAL

Algas que saben a salmón ahumado
Algas que saben a salmón ahumado. Foto: Algama SAS

La edición 2022 del Informe sobre la bioeconomía azul de la UE, elaborado por EUMOFA (Observatorio Europeo del Mercado de los Productos de la Pesca y la Acuicultura), ofrece una visión general de los últimos avances en el cultivo de microalgas y macroalgas en la UE y en el mundo. Los ecosistemas de algas marinas desempeñan un papel importante en el ciclo del carbono marino. Según la literatura científica, actúan como un secuestrador neto de CO2 mundial. La UE alberga importantes ecosistemas de algas silvestres, pero representa menos del 0,25% de la producción mundial de algas marinas dirigidas por el hombre. Las posibles acciones para integrar las algas marinas en las políticas climáticas incluyen la conservación, la restauración y la agricultura, con posibles efectos positivos tanto en el clima como en el medio ambiente. Para que la UE aproveche al máximo el potencial de mitigación del clima de las algas marinas, deben abordarse las lagunas de conocimiento. Incluye la evaluación de los ecosistemas de algas silvestres existentes en Europa, la creación de un mejor conocimiento de la disponibilidad de nutrientes y la eutrofización en las costas y cuencas de la UE y la evaluación de la huella de carbono de los productos a base de algas marinas. Este informe tiene un enfoque especial, el sargazo pelágico, un género de algas marrones grandes que pasan su vida en la superficie del océano y flotan en grandes masas y que desempeña un papel crucial en los ecosistemas marinos, sirviendo como puntos calientes para la biodiversidad y la productividad en aguas de mar abierto pobres en sustratos y bajas en nutrientes. Ya hemos visto que, aunque Europa alberga importantes ecosistemas tiene una escasa producción. La inversión de esta tendencia dependerá, según el informe, “del acceso estable a las materias primas, el desarrollo de los productos de valor añadido y la transferencia de conocimientos especializados entre las regiones donde la producción está bien desarrollada y las que desean desarrollar la industria”.

ENVOLTORIOS DE PLÁSTICO COMESTIBLES

Muestras de marisco envueltas en películas hechas con algas AUTOR SeaFood
Muestras de marisco envueltas en películas hechas con algas. Foto: SeaFood 

Investigadores de la Universidad Politécnica de Leiria en Portugal han encontrado una solución para eliminar el envoltorio de plástico de filetes de pescado congelados y mejorar su conservación al mismo tiempo. El proyecto SeaFilm, que ha sido apoyado con el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, utiliza extractos del alga Grateloupia turuturu, para crear una película comestible que ya ha demostrado su eficacia en la extensión de la vida útil del salmón congelado. Y según resultados recientes también podría extender la vida útil de los mariscos después de la descongelación, al retrasar el crecimiento microbiano. Para la mayoría de las especies probadas, los investigadores observaron un retraso en el desarrollo de microorganismos después de la descongelación. Eso sin contar con la importante contribución en la reducción de la contaminación por plásticos.

MARISCOS HECHOS CON ALGAS

Otro proyecto, éste impulsado con el apoyo del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, el Seafood Algternative, está desarrollando sustitutos de peces a base de algas. El equipo de investigadores lleva trabajando desde 2021 intentando convertir los colores, el sabor y la textura de las algas en una alternativa a la proteína animal y han logrado producir alternativas al salmón ahumado, al atún en conserva y la tarama (un puré cremoso hecho con una emulsión de pasta de huevas de pescado en salmuera). Algama SAS, la pyme francesa que coordina este proyecto, ha lanzado también una línea de mariscos a base de compuestos no animales. El siguiente paso será poner a disposición de todos los consumidores productos del mar a base de plantas elaborados con ingredientes de algas y garantizar un buen sabor, textura y perfil nutricional.

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