Regreso a la mar
ISM
Ministerio
El sector pesquero reclama soluciones para el envejecimiento de sus trabajadores y el escaso relevo generacional a medio plazo. Desde las distintas administraciones se promueve el acceso a los jóvenes y a los trabajadores en demanda de empleo para que cubran estas vacantes. El Instituto Marítimo Pesquero de Las Palmas, además de estudios reglados, ofrece a sus alumnos las prácticas de embarque necesarias para poder trabajar. El ISM fomenta el contacto entre empresa y trabajadores extranjeros gracias al arraigo por formación. Sin embargo no siempre es fácil convencer a los futuros trabajadores del mar de los atractivos de la pesca profesional, con lo cual a veces es necesario hacer de la necesidad virtud y recurrir a otras figuras existentes que permiten compatibilizar trabajo y jubilación.
Prácticas remuneradas a bordo como hacen en Euskadi; jornadas divulgativas en las lonjas para los colegios como hacen las cofradías; mejoras salariales y de las condiciones a bordo como hacen empresas y armadores; aumentar las ofertas formativas en las localidades costeras…todas ellas y algunas más son estrategias conjuntas para revertir la falta de relevo generacional.
En un mundo ideal, todas estas acciones deberían tener como respuesta una tasa de reposición de jóvenes ingresando en el sector pesquero suficiente como para cubrir la demanda en todas las provincias, pero la realidad nos muestra que pese a todos estos esfuerzos sigue habiendo barcos amarrados por falta de tripulación, especialmente de trabajadores cualificados.
La patronal pesquera española, Cepesca, citando datos del Instituto Social de la Marina, ponía de relieve que el colectivo de profesionales del sector mayores de 40 años es del 72,2%. El mayor porcentaje de trabajadores afiliados al Régimen Especial del Mar en pesca, acuicultura, industria auxiliar a la pesca y otras actividades a bordo de buques pesqueros, se sitúa en el tramo de edad de 50 a 59 años (el 33% de los trabajadores), seguido del tramo de 40 a 49 años (el 31%). El segmento de 30 a 39 años representa el 19% del total. Solo el 9% de los trabajadores del mar es menor de 30 años. En cuanto a los trabajadores a bordo, el grueso se sitúa de los 40 a 64 años.
Son muchas las reformas normativas que tratan de adaptar el sistema de Seguridad Social a los cambios demográficos de la sociedad y a las necesidades de cada sector, en esa línea destaca la Ley 21/2021 de 28 de diciembre, que promueve e incentiva la prolongación de la vida laboral ofreciendo un abanico de posibilidades.
Antes de tomar una decisión, es importante contar con el tipo de actividad que se puede realizar, conocer las diferencias en materia de cotización o saber sus efectos sobre la pensión.
Modalidades
Existen cuatro modalidades de jubilación que permiten compatibilizar la pensión con una actividad laboral: jubilación activa, jubilación flexible, jubilación parcial y demora en la jubilación.
A la jubilación activa pueden optar todos los pensionistas incluidos en todos los regímenes de Seguridad Social, para compatibilizar su pensión con la actividad laboral.
La jubilación flexible permite conjugar la pensión con un contrato a tiempo parcial y puede acceder cualquier pensionista.
La jubilación parcial la puede solicitar cualquier trabajador por cuenta ajena (aunque actualmente se está desarrollando para incluir a los autónomos), con la edad exigida, al cambiar su contrato a tiempo completo por uno a tiempo parcial. Cobrará una jubilación proporcional a la jornada que se le reduce. A la jubilación parcial se puede acceder con o sin contrato de relevo. Esta figura surge para que un desempleado cubra temporalmente la jornada reducida.
La demora en la jubilación es una figura creada para quienes quieran postergar la edad de jubilación y lleva aparejados una serie de beneficios cuando se accede a la pensión por jubilación.
En el Régimen Especial del Mar existen coeficientes reductores de la edad de jubilación (COE) por las condiciones de penosidad en el trabajo en el mar, que permiten adelantar la jubilación hasta en diez años.
No siempre la decisión de retomar o prolongar la vida laboral está relacionada con una falta de previsión del trabajador que le impide mantener el nivel de bienestar de cuando estaba activo. En ocasiones, las circunstancias de vida cambian y se debe volver al mercado laboral y en otras, también, el pensionista elige regresar temporalmente para cubrir un puesto. Sea cual sea la causa, desde las oficinas provinciales y locales del ISM recibirá el asesoramiento que necesite y se facilitarán las gestiones.
*Aquí puedes descargarte la Guía sobre modalidades de jubilación.
Manuel Vinatea: "Un pescador nunca se desvincula del mar"
Manuel Vinatea tiene 62 años, es armador en Santoña (Cantabria), después de tres años jubilado, a finales de junio de 2023 tuvo que volver a faenar cuando se retiró el patrón de su barco poco antes de la costera del bonito y la persona que tenía que sustituirle no llegó.
Para poder enrolarse de nuevo, Manuel tuvo que actualizar dos títulos que tenía caducados, y en enero realizará la formación sanitaria específica avanzada. Ahora, una vez concluida la campaña del bonito, nuevamente jubilado, considera que “la experiencia ha sido normal, una vez a bordo es como si no lo hubieras dejado, además sabiendo que tenía que hacerlo la mentalidad es otra que si te pilla de sorpresa”. En realidad, Manuel no se ha desvinculado del mar, sigue siendo vicepresidente segundo en la Cofradía de Santoña.
Confía en contratar a un nuevo patrón antes de la campaña del verdel que comienza en marzo. “Aunque me planteé seguir al cerco, con la poca cuota de chicharro que hay y los gastos que tiene ahora un barco, no merece la pena, así que quedará amarrado cinco meses a la espera del verdel”.
Reconoce que ya tiene un candidato joven para pilotar su barco “pero estoy preparado por si acaso tengo que volver otra vez. Hasta ahora desconocía que se podía compatibilizar la pensión de la jubilación con el trabajo”.
Su capacidad de adaptarse a las circunstancias le llevó a recibir en 2021 la Orden al Mérito Civil que concede el Rey. Estando jubilado en plena eclosión de la pandemia, estuvo dos años coordinando los atraques del Puerto de Santoña para evitar que los más de 50 barcos que salían a faenar llegasen a la vez o que los trabajadores se encontrasen en la lonja y así evitar contagios.
Reconoce que no sabe qué más se puede hacer para fomentar las vocaciones marineras cuando “la juventud no quiere trabajar en la mar y menos sacar títulos. Tal vez tendrían que ponerlo más fácil porque cada vez exigen más estudios, antes en una semana tenías la cartilla y el curso de marinero pescador, ahora necesitas esperar dos o tres meses. Es más complicado y gracias a que contamos con tripulantes extranjeros”.
Su barco, el Noche de Paz, tiene una tripulación de 16 personas de las que siete son senegaleses y cuatro peruanos. “Antes en los barcos de bajura había relevo generacional familiar, el negocio pasaba de padres a hijos. Yo tengo dos hijos, pero ninguno ha optado por ir a la mar. Yo les he dicho que estudiaran y si tenían necesidad que fueran a pescar, lo mismo que me dijo mi padre”.
“Un pescador nunca se desvincula del todo de la mar y sobre todo los que estamos en las cofradías. El paseo matinal por el puerto no se puede quitar. El salitre se lleva en las venas toda la vida”.
Revista Mar 640 del mes de diciembre