Autor: Manuel Pimentel.
Edita: Editorial Almuzara.

La venganza del campo es inevitable y caerá sobre la sociedad a la que ha alimentado por haber sido despreciado durante estos últimos años. Esta es la premisa central de este ensayo de Manuel Pimentel en el que el autor augura la llegada de tiempos de escasez y encarecimiento de los precios de la cesta de la compra. La facilidad de acceso a los alimentos y la imagen de las neveras llenas ha hecho que caigan en el olvido épocas de crisis alimentaria y que infravaloremos el trabajo de pescadores y trabajadores del campo. Pimentel asegura que esa abundancia a la que estamos acostumbrados está a punto de desaparecer.

El sector primario ha mejorado su producción con la incorporación de las nuevas tecnologías. El rendimiento de los profesionales y su compromiso con la sostenibilidad y el medioambiente también han mejorado, ahora pueden proveer de alimentos de calidad “a una población mundial que se ha multiplicado por cuatro en el último siglo”. Sin embargo, no se valora el esfuerzo de un sector menospreciado por parte de la sociedad. Se les acusa de retrógrados, de ser enemigos del medioambiente y maltratadores de animales. Los jóvenes huyen del sector por la dificultad que entraña la profesión y por la influencia del pensamiento colectivo. Al final, campo y mar se quedan sin relevo generacional. Distribuidores, pescadores, ganaderos y agricultores se han convertido en el chivo expiatorio con el que justificar el encarecimiento de la comida y la situación que viven algunos hogares.

Para Manuel Pimentel, este es el estado en el que se encuentra el mundo actual y que le llevó a escribir esta obra en la que explica las dinámicas sociológicas, económicas, políticas y culturales que nos han hecho llegar hasta aquí. Un apasionado relato que recopila diferentes artículos en los que explica cómo ha evolucionado a lo largo de los años la percepción de agricultura, ganadería y pesca. Trata de los porqués y de los cómo, analiza una situación contradictoria y paradójica que ha transformado a héroes en villanos y a los que son la solución en el problema. Es sociología pura y espíritu colectivo. Una visión de un futuro desalentador que puede cambiar si encontramos el equilibrio entre producción, garantía alimentaria, sostenibilidad y medioambiente. Pero antes de encontrar ese equilibrio y para evitar la temida venganza del campo, el sector primario deberá ser más rentable y valorado. 

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