Estudiar en verano ha sido un lastre para intentar pasar de curso en septiembre. Para los inmigrantes que durante el período estival se han formado en distintas direcciones provinciales y locales del Instituto Social de la Marina (ISM) es la oportunidad que puede cambiar sus vidas. Los estudios de Formación Básica en Seguridad Marítima y Marino Pescador les ayudan a conseguir trabajo en el mar y a regularizar su situación en España. 

Las direcciones provinciales del ISM en Huelva, Lugo y Tenerife han programado este verano cursos de Formación Básica en Seguridad Marítima para migrantes, residentes de manera irregular en nuestro país. Cerca de medio centenar de alumnos han participado en el programa de formación por arraigo, que les permite regularizar su situación de residencia en nuestro país, al tiempo que les prepara para trabajar de manera estable en un sector tan necesitado de mano de obra como el marítimo-pesquero. 

El curso consta de cuatro módulos: supervivencia en el mar en caso de abandono del buque; prevención y lucha contra incendios; primeros auxilios y seguridad en el trabajo y responsabilidades sociales. 

En los tres primeros, se combinan las enseñanzas prácticas con los conocimientos teóricos. Además, los estudiantes deben realizar el curso de Marinero Pescador ofertado por las comunidades autónomas. Con estas enseñanzas adquieren destrezas y habilidades para poder trabajar en el mar.

La Dirección Provincial de Huelva inició esta andadura en 2022 y muchos de los que han terminado los estudios ya están embarcados. Este verano, en esta dirección provincial se ha impartido la tercera edición del curso con “gran aceptación por parte del colectivo al que va dirigido”, asegura la directora provincial, Silvia Aranda.

COLABORACIÓN INSTITUCIONAL
El arraigo por formación exige la colaboración entre administraciones públicas, agentes sociales, sector y ONG. Ese trabajo conjunto es esencial, ya que las organizaciones que trabajan directamente con los inmigrantes les facilitan la información y les proponen para el programa. Muchos de los participantes cuentan además con experiencia previa en el mar, ya que fueron pescadores en sus países de origen, lo que facilita la contratación por los armadores, una vez que finalizan los estudios.

El programa adquiere por tanto una doble dimensión socioeconómica. Por un lado, contribuye a regularizar a los inmigrantes ofreciéndoles una salida laboral. Por otro, intenta solucionar parte del problema que sufren las profesiones marítimo-pesqueras por falta de relevo generacional.  

MÁS CURSOS
Otras delegaciones provinciales y locales del Instituto Social de la Marina también han celebrado cursos de estas características este verano. Tal es el caso de Burela donde, a petición de la cofradía de pescadores de la localidad lucense, la Entidad ha formado en la segunda quincena de julio a 18 extranjeros procedentes de Argelia (1), Colombia (1), Mali (10), Perú (3) y Senegal (3).  

Los alumnos han sumado así los conocimientos de esta acción formativa, a los adquiridos en las 50 horas del curso de Marinero Pescador que realizaron previamente, a través de la Consellería do Mar. 

Con el permiso de trabajo en regla, los migrantes que certifiquen haber finalizado ambos cursos podrán trabajar en un barco tan pronto como tengan un contrato laboral.

Y, tras un largo proceso de reuniones con representantes de la Dirección General de Protección a la Infancia y las Familias, del sector pesquero y de asociaciones de Tenerife, la dirección provincial del Instituto Social de la Marina en esta isla preparó en verano a 14 inmigrantes, mayoritariamente senegaleses menores de edad. Estos se acogen a un procedimiento distinto de residencia temporal con habilitación para trabajar por cuenta ajena y deberán esperar un poco más que los que ya han cumplido 18 años para ser contratados y trabajar en el mar.

TEORÍA Y PRÁCTICA
Durante una semana, los jóvenes han recibido clases teóricas y prácticas de extinción de incendios en el parque de bomberos voluntarios de Fañabé, en la localidad de Adeje, y de supervivencia en la mar en el muelle de los Abrigos, en Granadilla de Abona, donde realizaron ejercicios equipados con los trajes que se usan en caso de naufragio en el mar. También participaron en talleres de costura, atando aparejos y confeccionando redes, así como en talleres de nudos.
 

​​​En la ceremonia de entrega de diplomas, el director provincial del ISM en Tenerife, Bernardo González, felicitó a los participantes por haber finalizado los estudios “imprescindibles” para trabajar en un barco o en acuicultura y adquirir nuevas habilidades y competencias. Acompañado de algunos de los profesores del curso declaró que la formación es “fundamental para la vida” y, en este caso concreto, “para encontrar un trabajo para el que están cualificados”. Destacó, además, que la formación es “la mejor herramienta y la mejor carta de presentación para ir a donde quieran llegar”.

A petición del sector en las localidades de Santa Pola y Gandía, las direcciones provinciales de Alicante y Valencia podrían desarrollar también acciones formativas de estas características en los próximos meses.

¿QUÉ ES EL ARRAIGO POR FORMACIÓN?
Tras la reforma del 16 de agosto de 2022, el Reglamento de Extranjería contempla la figura de arraigo por formación en su artículo 124. Se trata de una autorización de residencia temporal, por circunstancias excepcionales, para inmigrantes que residen en España irregularmente. Viene a completar otros tipos de arraigo existentes en nuestro ordenamiento jurídico como el arraigo social, el laboral o el familiar. Además, contribuye a crear empleo en sectores de difícil cobertura, como es el caso de las profesiones marineras.

Inicialmente, el permiso solo permite residir y estudiar por un año prorrogable, pero abre a los migrantes la posibilidad de conseguir un permiso de residencia estable y un trabajo por cuenta ajena.

Las personas interesadas en solicitar arraigo por formación necesitan estar viviendo en España dos años, carecer de antecedentes penales y comprometerse con la formación. No se consideran válidos los títulos obtenidos antes de solicitar el arraigo, aunque los estudios se hayan realizado en nuestro país.

Hay que destacar que, si no se acredita la inscripción en una acción formativa tres meses después de la presentación de la solicitud, el permiso de residencia se extingue automáticamente. La formación que se realice debe ser reglada y figurar en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales.

Finalizados los estudios, los alumnos podrán conseguir un trabajo por dos años, renovable. Mientras está vigente el permiso de residencia, se facilita a los alumnos el itinerario para encontrar empleo, garantizándoles el salario mínimo interprofesional, fijado actualmente en 1.184€ brutos al mes distribuidos en 14 pagas.
 

TRES AÑOS DE ÉXITO CON ESTA FORMACIÓN
Elena Martínez. Directora del ISM

En estos momentos en los que se buscan soluciones para el problema de la inmigración, desde el ISM hemos implantado un programa que, en cierta medida, puede ayudar a encontrar una salida laboral para estas personas en un sector tan necesitado de mano de obra como es el sector del mar. 

Tenemos, por un lado, el problema de la inmigración. Por otro, la falta de mano de obra en algunas actividades. Pues bien, a través del programa de arraigo por formación promovido por el ISM para el sector pesquero, se está consiguiendo regularizar a los inmigrantes que se encuentran en situación irregular proporcionándoles un contrato de trabajo en la pesca, ayudando así a intentar paliar el problema de la falta de relevo generacional. Es, por tanto, un programa que beneficia a todos.

El arraigo por formación permite preparar a inmigrantes que llevan dos años en situación irregular en España, ofreciéndoles la formación necesaria para poder trabajar en el mar. Mediante los cursos de Marinero Pescador y Formación Básica en Seguridad Marítima, los alumnos obtienen los conocimientos adecuados para poder ser contratados inmediatamente, gracias al compromiso del sector. Desde el momento que comienzan la formación tienen el permiso de residencia y en cuanto la terminan obtienen el permiso de trabajo. 

Este proyecto, liderado por el ISM, comenzó hace tres años en la dirección provincial de Huelva, con la formación de un grupo de trabajo en el que estaban implicadas muchas partes:  la Comunidad Autónoma, el sector, Extranjería, ONG y el ISM. La experiencia fue todo un éxito y por eso hemos seguido promoviéndola en otras provincias como Tenerife y Lugo (Burela) este verano. El total de inmigrantes formados por el ISM hasta julio ha sido de 85 y todos han conseguido trabajo en el mar.

La idea es seguir por esta línea y, en este sentido, estamos intentado organizar en los próximos meses nuevas acciones formativas como estas en Valencia y Alicante.

Ver número 658 de la Revista Mar