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Durante cinco días, representantes gubernamentales y de los agentes sociales debatieron en Ginebra las directrices con las que la OIT pretende promover la contratación ética y el trato justo para los pescadores migrantes a nivel mundial. Se aclaran así las responsabilidades de todas las partes para garantizar unas condiciones de trabajo dignas y justas para estas personas que, por su especial vulnerabilidad, corren el riesgo de sufrir trabajo forzoso y condiciones laborales difíciles como prácticas de colocación y contratación abusivas, remuneración insuficiente, retención de documentos de identidad, violencia e intimidación, abandono, inclusión en listas negras al reivindicar sus derechos o traslados ilegales en el mar, entre otras situaciones irregulares.
La Reunión tripartita sobre cuestiones relacionadas con los pescadores migrantes, celebrada en Ginebra en 2017, alertó ya entonces de estos problemas, reconociendo la necesidad de controlar el cumplimiento de los derechos laborales fundamentales de estos trabajadores y su acceso a la justicia, independientemente del estatus migratorio, así como la importancia de establecer una división clara de funciones y responsabilidades en materia de control del cumplimiento e inspección entre los Estados de contratación, los Estados de origen, los Estados del pabellón, los Estados del puerto y los Estados costeros.
Expertos de la OIT aprobaron medidas que mejoran las condiciones de trabajo de los pescadores migrantes.
Además, se encomendaba a la OIT la elaboración de directrices para el establecimiento de unos servicios justos, relativos al mercado de trabajo en el sector pesquero, con orientaciones para los armadores y para los trabajadores que buscan empleo a bordo de buques pesqueros extranjeros, incluyendo en tales directrices contratos modelo y mecanismos para la presentación de quejas.
Negociación colectiva
En la Reunión tripartita de los pasados 27 al 31 de octubre se aprobó un conjunto de propuestas que, basándose en instrumentos internacionales del trabajo en el mar ya existentes, especialmente el Convenio 188 sobre el trabajo en la pesca de 2007, los complementan. Han sido calificadas por la OIT como un “paso crucial hacia adelante” y una “promesa” para la protección de los pescadores migrantes, que muchas veces han sido “invisibles en la industria pesquera global” enfrentándose a “abusos y explotación”.
Directrices de mínimos
Participaron en el encuentro representantes de todo el mundo. Por parte española, asistieron Rosa Mejide, de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) y Juan Manuel Trujillo, presidente de la Sección Europea de Pesca de la ETF y secretario de Pesca del Sector del Mar de la FSC de CCOO, para quien las directrices de mínimos aprobadas se basan en el “derecho a la negociación colectiva de los pescadores migrantes, ofreciendo recomendaciones e instrumentos para fortalecer su protección, mejorando las condiciones de vida de los pescadores migrantes que desempeñan un papel fundamental para que los productos del mar lleguen a las mesas de todo el mundo”.
Se pretende promover la contratación ética, estableciendo un marco que asegure contratos justos donde se respeten los derechos laborales de los trabajadores; mejorar sus condiciones laborales; definir las funciones de todos los actores involucrados y reforzar el marco normativo para que los Estados protejan a los pescadores extranjeros embarcados en su legislación.
En definitiva, se adopta un marco integral que ayuda a los gobiernos y a los agentes sociales y determina las responsabilidades y funciones que tienen en los procesos de contratación, los acuerdos de trabajo, los procedimientos de tramitación de quejas, las medidas de control del cumplimiento y la recopilación de datos.
Las propuestas, que no son vinculantes, se revisarán en la reunión del Consejo de Administración de la OIT de la próxima primavera.