Existe una amplia normativa para viajar con perros pero los principales requisitos para que el animal pueda viajar con su dueño son: implantar un microchip, obtener un pasaporte para Animales de Compañía y vacunar al canino contra la rabia. Esta normativa se aplica para países miembros de la UE, pero si la persona desea viajar fuera de la Unión debe cumplir con los requisitos del país de llegada. La mayoría de las navieras no admiten animales por motivos de higiene y seguridad, no obstante, en algunas empresas no está prohibido. Lo más importante es que el perro viaje cómodo y seguro. Generalmente todas coinciden en que el animal debe gozar de buena salud y que la responsabilidad recae en el dueño. Naviera Armas y Grimaldi Lines tienen vetado el acceso de los perros a determinadas estancias comunes del barco. Balearia, por su parte, dispone de áreas que están acondicionadas por y para los peludos llamadas “casitas de calma”, espacios seguros y ventilados para que el animal viaje cómodo durante la travesía.

Por otro lado, todas las empresas permiten la entrada a los perros guía, por ejemplo, Royal Caribbean ofrece hasta un mantillo de ciprés para que el animal pueda hacer sus necesidades. Desde la agencia online especializada en el alquiler de barcos, GlobeSailor, nos comentan que en la actualidad las mascotas son bien recibidas por la mayoría de las empresas de chárter. “Lo importante es especificarlo con antelación ya que llevar mascota suele tener un coste extra y el cliente debe tener en cuenta ese gasto adicional en su presupuesto. Muchas veces las empresas también añaden un incremento del coste de limpieza al final de la navegación, ya que el paso de una mascota requiere una desinfección especial. También, es muy típico que los chárter pidan información detallada sobre la mascota, como talla, raza, peso e incluso carácter. Si el barco es alquilado con tripulación, por ejemplo, es muy importante que la gente pueda estar tranquila teniendo un animal a bordo”.

LOS VIAJES DE LEVIATAN

Levi no es un fanático del agua, pero viaja tranquilo en el velero de Ana y Javier, una pareja vasca que navega por el cantábrico en compañía de su peludo de 10 años. Ana María Benito es arqueóloga subacuática y Javier es buceador, ambos comparten una misma pasión: el mar. Leviatan es una mezcla entre pastor vasco y pastor belga, y, aunque no sea un “perro marinero” según nos cuenta Ana, está acostumbrado al velero de sus dueños ya que viaja contento y relajado.

​​​Leviatan acompaña a sus dueños en sus búsquedas arqueológicas. Foto: Ana Benito.

Nunca se olvidan del chaleco de seguridad con sujeciones, pues Ana asegura que con esta prenda se evitan muchos riesgos. Este pastor vasco se pone nervioso cuando están llegando a puerto, sin embargo, durante el resto de la travesía se siente muy a gusto y se tumba entre sus telas. Además, Levi siempre está muy atento y protege mucho a Ana y a Javier, pues en ocasiones cuando amarran el barco y se dan un baño, se pasea de proa a popa para supervisar que todo va bien.