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Solomillo de cerdo lacado Artrosis: prevención y tratamiento SOS Costa Enfermedades infecciosas Mediterráneo libre de emisiones Viruela del mono - Revista Mar
Paso 1
Preparamos la salsa para lacar. Mezclamos bien todos los ingredientes con la ayuda de una varilla hasta que resulte una salsa cremosa y con brillo.
Paso 2
Salpimentamos los solomillos y los cubrimos bien con la salsa anterior, reservando un poco para el posterior barnizado. Cocinamos en horno precalentado a unos 200º C durante 20´. Con ayuda de una brocha barnizaremos los solomillos del horno cada 5´ más o menos.
Paso 3
Mientras, en una plancha engrasada con aceite de oliva cocinamos las setas y los cherris añadimos una pizca de sal. Reservamos aparte.
Paso 4
Montaje y presentación. Sobre una tabla de cocina, trinchamos los solomillos recién sacados del horno. Cortándolos de forma segada en filetes delgados. En el montaje del plato se puede poner la guarnición (setas y cherris) a la izquierda y la carne a la derecha del plato. O las setas como base, luego la carne encima y los cherris como decoración. En cualquiera de los casos salseamos un poquito la carne con el jugo resultante de la cocción del horno.
VALORACIÓN NUTRICIONAL
Recordamos que esta sección está elaborada por los cocineros del buque hospital “Esperanza del Mar” y valorada nutricionalmente por el equipo médico del ISM y se dirige especialmente a personal embarcado. En la receta de este mes nos encontramos con un plato que aporta 822,88 kcal por comensal. Aun así, aconsejamos no abusar de salsas industriales, que contienen una gran cantidad de aditivos (sal o azúcar) o de la miel. No es aconsejable para diabéticos.
MEJOR PIEZAS MAGRAS. La carne de cerdo tiene un contenido en macronutrientes diferente en función de la edad de sacrificio, el tipo de alimentación y la pieza de consumo. No contiene hidratos de carbono. Lo característico de este animal es la alta cantidad de ácidos grasos monoinsaturados, principalmente el oleico, que presenta su carne, lo que le ha dado el sobrenombre de “el olivo con patas”. Contiene más grasa insaturada que la ternera. En el cerdo ibérico la proporción es todavía mayor debido a la alimentación del animal, llegando ésta al 50% del total.
BUENA FUENTE DE MINERALES. El solomillo de cerdo es buena fuente de minerales como Hierro, Zinc, Magnesio, Fósforo, Potasio y Selenio. Es de las carnes con más contenido en tiamina y constituye una buena fuente de vitaminas del grupo B, con excepción del ácido fólico. A la hora de elegir la carne, es mejor que sean las piezas más magras.
BAJO CONTENIDO EN HIDRATOS. Las setas en sus variedades más comunes, el boletus y el pleuroto, contienen agua, potasio, Fósforo, Selenio, vitamina A, Niacina y Riboflavina. Su contenido alto en agua y bajo en hidratos de carbono hace que sea de gran interés para las dietas de adelgazamiento.
VITAMINA E. El aceite de oliva está dentro de las clasificadas como grasas buenas que contiene gran cantidad de ácidos grasos insaturados y baja cantidad de grasas saturadas. Además, es rico en vitamina E.
DE ORIGEN CHINO. El origen del kétchup proviene del kôechiap chino, una salsa que acompañaba el pescado y la carne, pero que no incluía tomate entre sus ingredientes. Los ingleses lo importaron del archipiélago malayo en el siglo XVIII. Pero el kétchup moderno fue ideado por el norteamericano Henry J. Heinz, quien en 1876 añadió el tomate en dicha salsa. Por tanto, Henry J. Heinz aunque no fue el inventor del kétchup, y tampoco el primero en envasarlo comercialmente, sí fue el primero que añadió a la mezcla la salsa de tomate. El kétchup se elabora con tomate y sal y se añade un 22% de azúcar, vinagre y mezclas de especias y hortalizas. Por lo que no la hace apta para personas diabéticas.
OJO DIABÉTICOS. Por último, la miel con una alta concentración de azúcar, la convierte en un alimento calórico. Contiene fructosa, glucosa y pequeñas cantidades de sacarosa. También es conveniente que las personas diabéticas la eviten.
Grupo de Nutrición Saludable Sanidad Marítima formado por las doctoras de Sanidad Marítima Manuela Alemán y Pilar Domínguez.
Receta elaborada por José Manuel Canosa y Esteban Filgueira (cocineros del buque hospital Esperanza del Mar).