MUSEO DE LA ANCHOA Y LA SAL

Ligado a la tradición

01/10/2022

Historia

Ana Díaz
museo de la sal

El Museo de la Anchoa y la Sal de L´Escala se inauguró en 2006 en el antiguo matadero de la ciudad. Un edificio ampliado para alojar exposiciones y que alberga también la oficina de turismo de esta localidad del Alto Empordá.

Es un espacio pequeño cuya colección permanente ofrece piezas y testimonios de un rico patrimonio cultural y natural de esta zona del Mediterráneo. Son cinco las salas que ocupa la exposición. En la primera, conoceremos la importancia de la sal, elemento clave para la conserva de alimentos. De ahí que, desde la prehistoria, ha sido considerado un preciado bien. También descubrimos los alfolíes, edificios donde se almacenaba la sal. Desde el alfolí de L´Escala se distribuía a los pueblos del interior, lo que hizo que la localidad creciera económica y demográficamente.

En la sala 2 se hace referencia a la pesca con sardinales, modalidad introducida en la zona por pescadores franceses a finales del siglo XVI. Estas embarcaciones se conocieron como barcadas y en ellas cabían cinco personas.

L´Escala acogió muchas de ellas y ha sido, hasta el siglo XX, uno de los puertos catalanes donde más se ha practicado esta modalidad pesquera. También descubriremos que, dada la situación del puerto, los pescadores escalenses eran expertos en navegación a vela.

En la tercera sala conoceremos un sistema para capturar pescado azul copiado de los pescadores del Cantábrico: la pesca con traineras y nos acercaremos a dos especies típicamente mediterráneas: el boquerón o anchoa, y la sardina.

Aunque los viejos sardinales fueron sustituidos por embarcaciones a motor más modernas, L´Escala llegó a tener más de 50 traineras, siendo uno de los puertos catalanes, junto a Tarragona y Calafell, donde más abundaban.

Avanzando en la exposición, la sala 4 está dedicada a la subasta. Aquí descubrimos cómo, descargado el pescado, las capturas se cantaban en la playa en un recital de números a la baja, de mayor a menor, hasta que alguien gritaba “yo”, que significaba que era para él. El pescado, una vez vendido, se llevaba a los almacenes de sal para su conserva o para darle salida a mercados como el de Barcelona.

La última sala nos introduce en la salazón, actividad que siempre se dio en la localidad. En 1847, L´Escala contaba con diez factorías y saladores catalanes se instalaron en la zona, transmitiendo su buen hacer a otras localidades catalanas e incluso gallegas o vascas. Actualmente, la salazón continúa siendo fuente de riqueza. Hay ocho industrias que dan trabajo a unas 200 personas (mujeres en su mayoría) en las que se realiza el proceso de salazón aprendido desde la antigüedad.

Otro de los atractivos del Museo es el audiovisual “L´Escala: pesca y tradición” y los ciclos de conferencias, visitas guiadas y talleres que organiza, en colaboración con el Centre d´Estudis Escalencs, para conocer el rico patrimonio cultural y natural de la zona.

La sal se ha utilizado para conservar alimentos desde la antigüedad
 

FIESTAS

El Museo participa activamente en dos festividades. La Fiesta de la Anchoa, que nació en 1989 coincidiendo con la creación de la Denominación de Calidad Anchoa de L´Escala, en la que se desgusta pan con tomate y anchoa al son de habaneras y se hace entrega de la “Anchoa de Oro” a quien haya destacado por la difusión de este preciado manjar.

Por otra parte, la Fiesta de la Sal rememora, cada tercer sábado de septiembre, los orígenes marineros del pueblo con una muestra de oficios tradicionales ligados al mar y la llegada de un barco cargado de sal. También incluye una sardinada popular y danzas y músicas del Mediterráneo. Desde 2004, el país invitado hace una ofrenda en el pebetero de la Sal de las Culturas como símbolo de amistad, paz y respeto a la Madre Tierra. La Fiesta de la Sal es considerada de interés turístico de Cataluña.  

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