NAVEGANDO ENTRE HIELOS ANTÁRTICOS
Odón de Buen
27/05/2025

Medio Ambiente

José María Núñez de Castro
Odón de Buen atravesando una capa de hielo
El Odón de Buen es el buque insignia de la investigación oceanográfica en España, reconocido por su diseño innovador, tecnología de vanguardia y un enfoque multidisciplinar que permite abordar los desafíos del estudio del océano desde diferentes perspectivas.

Este impresionante barco fue construido con una inversión de 85 millones de euros, financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). La construcción se llevó a cabo en el Astillero Armon, en Vigo, involucrando a más de 200 trabajadores y colaborando con 25 empresas españolas, lo que refleja el esfuerzo y la capacidad industrial del país en el ámbito naval.

Una de sus características más destacadas es su sistema de propulsión híbrido, que combina energía eléctrica alimentada por diésel y gas. Esto no solo mejora la eficiencia energética del buque, sino que también contribuye a la reducción de emisiones contaminantes, posicionándolo como un ejemplo de sostenibilidad en la investigación marítima.

Con una eslora de 84,3 metros y una manga de 17,8 metros, el Odón de Buen es el mayor buque oceanográfico de España, diseñado para afrontar las exigentes tareas de exploración y estudio del medio marino.

El nombre del buque rinde homenaje a Odón de Buen y del Cos, un pionero de la ciencia marina nacido en Zuera, Zaragoza, en 1863. Naturalista y científico, fue fundador del Instituto Español de Oceanografía y es considerado el padre de la oceanografía en España. Además, su trabajo y liderazgo le valieron el reconocimiento en toda Europa como una figura clave en el desarrollo de esta disciplina. 
 
Robot submarino para grabar los hábitats del fondo y analizar los  restos de basura acumulada por la actividad pesquera
Robot submarino para grabar los hábitats del fondo y analizar los restos de basura acumulada por la actividad pesquera



PERFIL TÉCNICO DE EQUIPOS
El buque Odón de Buen tiene la capacidad de operar en cualquier rincón del planeta, incluyendo las zonas polares. Está equipado con sistemas avanzados que le permiten trabajar a profundidades superiores a los 6.000 metros, abriendo un amplio espectro de posibilidades para la investigación oceánica.
A bordo, puede alojar a 58 personas, entre tripulantes y científicos. En sus más de 9.000 metros2 de laboratorios y áreas especializadas, se llevan a cabo investigaciones de vanguardia. Su equipamiento permite realizar operaciones de pesca en aguas profundas, alcanzando hasta 1.500 metros de profundidad, así como emplear sondas batimétricas de alta resolución para mapear con precisión los fondos oceánicos. Además, puede manejar de manera simultánea dos vehículos submarinos no tripulados (ROV/AUV), lo que amplía aún más sus capacidades de exploración.

Jordi Sorribas, geólogo y actual director de la Unidad de Tecnología Marina, explica que en el Odón de Buen se realizaron las primeras pruebas del funcionamiento de los equipos científicos en aguas de la Antártida,  en la campaña PROA-0225 para evaluar cómo responden en condiciones extremas: “Este buque cuenta con la certificación polar CP7, lo que garantiza su idoneidad para operaciones en ambientes muy fríos”. Sorribas, que ha participado en 14 campañas antárticas y ha sido jefe de la Base Antártica Española Juan Carlos I  en tres ocasiones, comenta: “Recientemente, en la campaña PROA-0225, que se llevó a cabo en febrero, viajamos con 12 técnicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO), liderados por Alberto Serrano. Nuestro objetivo era reproducir un escenario lo más parecido posible a una campaña científica real para poner a prueba los equipos y evaluar su rendimiento en condiciones extremas. Estamos muy satisfechos del correcto comportamiento de todos los aparatos científicos de última generación que cumplieron los requisitos óptimos para los que fueron diseñados.”

Con el Odón de Buen, España refuerza su papel en la investigación oceanográfica mundial, dotando a su comunidad científica de una herramienta de primer nivel para afrontar los grandes retos del conocimiento marino y el cambio climático. 




PERFIL CIENTÍFICO

“Hemos aprovechado las pruebas técnicas de los equipos para obtener también resultados científicos” nos dice Alberto Serrano, investigador del Instituto Español de Oceanografía y jefe de la campaña Antártica PROA-0225. “Esta ha sido una campaña en la que todos a bordo nos hemos puesto a prueba en este nuevo barco. Un grupo de aparatos que probamos fueron las sondas multihaz de fondo  que nos sirven para conocer las características del fondo marino y las sondas acústicas de columna de agua para ver los cardúmenes de peces o de plancton. Grabamos el fondo con los robots submarinos para observar los hábitats y también las condiciones de impactos antropogénicos como restos de basuras o los característicos de la actividad pesquera”.

NAVEGANDO ENTRE HIELOS
“Navegamos rompiendo placas de hielo virgen de menos de un año,  de grosor entre metro y metro y medio”, nos dice Alejandro Marín, capitán del Odón de Buen, “hicimos un curso online en el que te explicaban como leer el tipo de hielo a través de la forma y el color. Además de observarlo con tus propios ojos, hay cartas náuticas electrónicas que te dicen sus características y la edad. El momento más épico fue cuando salimos airosos de noche de la bahía Esperanza, donde se encuentra la Base Antártica ECARE, al noreste de la península Trinidad, gracias a la participación de todos los miembros de la dotación, cuando se llenó de témpanos de hielo”.  

Leer más contenidos en el número 656 del mes de junio. 

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