Anemia en la gente del mar
Sanidad marítima
En los reconocimientos médicos de embarque marítimo se efectúan entre otras pruebas los análisis de sangre, que incluyen la determinación de la hemoglobina y otros valores sanguíneos. Estos parámetros analíticos nos permiten determinar si los trabajadores del mar pueden sufrir anemia, que puede cursar de manera asintomática o presentar síntomas como mareos, falta de energía y fatiga entre otras.
Actualmente sabemos que las diferencias biológicas entre ambos sexos, tales como la influencia de la testosterona en la producción de hemoglobina, las menstruaciones en mujeres en edad fértil, máxime si su patrón es de sangrado abundante, explican las diferencias en los valores de hemoglobina entre hombres y mujeres. Si el proceso se desarrolla silenciosamente, no se compensa con los nutrientes y no se acude a un centro sanitario por la sobrecarga familiar y laboral, la anemia puede alcanzar valores significativos, comprometiendo la dinámica diaria y requiriendo tratamiento específico.
En las anemias por déficit de hierro, debe valorarse el hierro en sangre (sideremia) y sus reservas en los tejidos (ferritina).
Si la reserva de hierro es más baja de 60 mg/dl, esto puede manifestarse con síntomas como fatiga, síndrome de piernas inquietas y deseo irrefrenable de comer con frecuencia, aunque su hematocrito (porcentaje de glóbulos rojos/plasma en sangre) esté aún dentro de valores normales.
En el Régimen Especial del Mar ha habido una incorporación paulatina de mujeres en todos los sectores de actividad (marina mercante, pesca marítima, acuicultura, navegación deportiva y de recreo, tráfico interior de puertos y buceo profesional), incluso en algunos sectores y zonas de Galicia y Euskadi, existe una presencia mayoritariamente femenina en el marisqueo a pie, neskatillas, empacadoras y rederas.
En ambos sexos la determinación de la ferritina puede servir para valorar mejor las pérdidas no visibles de sangre, fundamentalmente por el aparato digestivo, e indicar, en su caso, la necesidad de un tratamiento con alimentos enriquecidos en hierro y /o suplementos de este componente de la sangre.
El tratamiento precoz con hierro oral en anemias ferropénicas ayuda a una más rápida mejoría de los síntomas como el mareo y cansancio, mejorando el rendimiento ante las exigencias físicas.
Respecto al aporte que brinda la nutrición, hay alimentos ricos en hierro, como son: mejillones, berberechos y almejas, morcilla e hígado, levadura de cerveza seca (que se puede añadir a las ensaladas o platos cocinados), las lentejas como legumbre, los pistachos como fruto seco y el jengibre y perejil, como condimentos alimentarios.
Existen otras causas de anemia, como la falta de vitamina B12 o ácido fólico, que pueden darse también en situaciones de restricción de algunos alimentos en nuestra dieta o dificultades para su absorción.
La anemia por carencia de la vitamina B12, que puede determinarse mediante analíticas convencionales, se puede dar en aquellas personas que no comen proteína animal (carne, huevos y leche) como el caso de los veganos, o que no absorben bien a nivel de estómago la misma o en los diabéticos que toman un fármaco como la metformina. Los síntomas además de la fatiga, pueden ser mareos, hormigueos en manos y pies y marcha inestable. Por este motivo se recomienda, si la valoración analítica lo sustenta, en personas que no consumen cantidades suficientes de proteínas animales que hagan uso de suplementos de vitamina B12.
Otro tipo de anemia puede apreciarse por déficit de ácido fólico, que aparece en personas poco consumidoras de vegetales verdes, bien por restricción alimentaria o carencia de éstos en su entorno. También porque no lo absorben por celiaquía, consumo excesivo de alcohol, algunas cirugías digestivas o consumo de medicamentos.
A las mujeres en edad fértil que deseen un embarazo, se recomienda revisar el control de este componente a fin de evitar defectos del tubo neural en sus descendientes. Los síntomas de falta de folatos, además de fatiga, pueden incluir pérdida de memoria y cambios de comportamiento.
Como prevención de este tipo de anemia se recomiendan vegetales como espinacas, brócoli, frijol de lima, frutas como naranjas, limones, plátanos/bananas, fresas, melones y otros como hígado, riñones, levadura y cacahuetes. En el caso de carecer de esta posibilidad o ser muy intensa la carencia, por debajo de 3-4 ng/ml, hay suplementos para tratarla.
Animamos como personal sanitario a los trabajadores(as) del mar a que sean corresponsables de su salud evitando la aparición de estas carencias.
HELENA HERRERO MARTÍNEZ, Enfermera ISM Gijón (Asturias)