Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga una mejor experiencia de usuario. Las cookies no se utilizan para recoger información de caracter personal.
Si continúa navegando se considera que acepta su uso. Para más información consulte nuestra política de cookies.
Bote a la deriva Artrosis: prevención y tratamiento El triángulo de las Bermudas Inmovilización y traslado de accidentados Caballitos de mar Enfermedades infecciosas Torniquete: sí o no Apnea obstructiva del sueño Una sentencia histórica Concurso de fotografía: Faros de España 39 plazas de médico ISM Ganador y finalistas Esos grandes desconocidos Viruela del mono La luz que nos guía III Concurso de fotografía Concurso de fotografía Se necesitan médicos para el ISM Regularización por arraigo y formación Mareas rojas: mitos y realidad Trámites más sencillos Ganadores Entra en vigor el Convenio 188 Monstruos marinos Inmersión profesional Inmersión profesional Buques autónomos Green Navigation, “el Google Maps del mar” - Revista Mar
Este velero forma parte de un proyecto educativo perteneciente a la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN). El objetivo es que los alumnos conozcan el mundo de la navegación y de la hidrósfera.
El pasado 5 de mayo, el pequeño velero llamado Buche Salado II partió desde el Puerto de Tazacorte (La Palma) para cruzar el Atlántico. Se trata de un proyecto que se encuentra dentro del programa educativo internacional Educational Passages, y que un grupo de alumnos del IES Eusebio Barreto de los Llanos de Aridane dio vida. La intención principal fue que el bote atravesara las aguas del océano Atlántico, sin embargo ha acabado en un remolino marino anticiclónico ubicado al suroeste de La Palma. Este imprevisto ha causado un parón en su trayectoria y por el momento no puede salir de las aguas de las Islas. Hasta el momento la pequeña embarcación ha podido navegar hasta 250 millas náuticas o lo que es lo mismo 460 kilómetros.
La corriente de Canarias es famosa por albergar grandes corredores de remolinos oceánicos que se generan en el sur de la isla. Este incidente sirve para que los estudiantes conozcan qué consecuencias pueden tener los remolinos en el entorno marino y las secuelas que dejan. Gracias a que la travesía del barco puede seguirse en tiempo real, los alumnos pueden descubrir las características de las rutas marinas por las que se mueve. El mini bote está equipado con GPS y un sensor de temperatura alimentado por un panel solar que está instalado en la superficie.