Decenas de personas entre familiares, amigos y representantes de distintas instituciones recordaron a los tripulantes del Villa de Pitanxo, fallecidos hace un año en el hundimiento del pesquero a 450 kilómetros de Terranova, en Canadá. La portavoz de las familias, Mª José de Pazo, agradeció la presencia de autoridades y vecinos, así como el apoyo recibido a lo largo de estos largos doce meses. Reconoció especialmente las facilidades de la alcaldesa de Marín, Mª Pilar Ramallo, para llevar a cabo el homenaje en el que se descubrió una placa conmemorativa, se realizó una ofrenda floral y se ofició un funeral en la iglesia de Santa María del Puerto.

De Pazo dijo que la placa representaba “a todos los náufragos de antes y a toda la gente que está navegando ahora. Estos 21 nombres llevan intrínseco a todo el sector del mar. Todo el mar está representado en esta placa que lleva sus nombres. Personas de tres continentes, de tres comunidades, pero una sola familia, un único equipo, que fueron víctimas injustamente”.

Desde hace un año, las familias del pesquero hundido luchan por conocer las causas del siniestro ya que el relato de los tres supervivientes no coincide e incluso llega a contradecirse en algunos aspectos, por lo que han pedido al Gobierno que envíe un robot al pecio para obtener respuestas, algo que previsiblemente se hará este verano. La noticia se ha conocido poco después de que la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marinos (CIAIM) anuncie que en poco tiempo emitirá un informe provisional de los hechos.