DOS FALLECIDOS Y UN DESAPARECIDO EN AGUAS DEL CANTÁBRICO

El Vilaboa Uno, hundido

01/05/2023

Pesca

María Barja Martín
Vilaboa Uno

Eran las 4:10 de la madrugada cuando el centro de Salvamento Marítimo (Sasemar) recibía un SOS del Vilaboa Uno comunicando que tenía una vía de agua en el casco y se hundía a seis millas al norte de Cabo Mayor, en Santander. El helicóptero de Salvamento tardó 45 minutos en llegar al lugar de los hechos, pero los acontecimientos se desarrollaron de forma tan rápida que el pesquero ya se había hundido cuando llegó la aeronave. Nada más escuchar el mensaje de socorro, otras embarcaciones que faenaban cerca acudieron a la zona para rescatar a los diez miembros de la tripulación. Tal es el caso del Siempre Nécora, que cambió su rumbo y en media hora estuvo en el lugar del siniestro. Su patrón, Pedro Antonio Fernández, agradece haber podido salvar la vida a siete de los diez pescadores que iban a bordo del barco hundido.

Desgraciadamente, otros dos tripulantes perdieron la vida en el accidente debido a una hipotermia. Según un comunicado de la Delegación del Gobierno en Cantabria, los marineros eran de Santander y Ghana. El cuerpo del pescador africano ya ha sido repatriado a su país y aún permanece desaparecido el maquinista del Vilaboa Uno, de origen peruano. Todo parece indicar que puede encontrarse en el interior del barco, hundido a más de cien metros de profundidad, por lo que aún continúan las labores de rescate para encontrarle, a pesar de que las inclemencias meteorológicas las han ralentizado en las últimas semanas.

EFECTIVOS DE RESCATE

La Dirección general de la Marina Mercante, Salvamento Marítimo y la Comisión de Investigación de Accidentes Marítimos son los organismos competentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana encargados de coordinar las labores de rescate y de esclarecer las causas del siniestro. La exploración de la zona por el aire la han llevado a cabo los helicópteros Helimer 202 y Sasemar 102. En el mar se ha contado con los servicios de la embarcación Salvamar Deneb y del remolcador María de Maeztu. A ellos se han unido una patrullera y un helicóptero de la Guardia Civil y otro del Gobierno de Cantabria. 

efectivos del gobierno de Cantabria helicóptero
El Gobierno cántabro dispuso un helicóptero para el rescate

Por otra parte, el robot Comanche de Sasemar, transportado a bordo del buque Don Inda, bajó a 120 metros de profundidad para tomar imágenes del pesquero. Se trata de un instrumento de alta precisión, programado para sumergirse hasta 1.000 metros de profundidad. Dispone de siete propulsores y cuenta con tres cámaras. Su empleo puede ayudar a encontrar al pescador desaparecido, aunque la búsqueda está resultando más complicada de lo que se esperaba debido a la mala mar y a la poca visibilidad del agua.

Desde el primer momento, el Instituto Social de la Marina (ISM) ha estado siguiendo los acontecimientos, ofreciendo a Salvamento Marítimo los servicios del buque hospital Juan de la Cosa en caso de ser necesarios para rescatar a las víctimas del naufragio. Por otra parte, personal de la Dirección Provincial de Santander se ocupó de los pescadores rescatados, proporcionándoles en el mismo puerto ropa y mantas térmicas y brindándoles ayuda en un momento tan duro y desolador como el que están viviendo. Tanto la directora del ISM, Elena Martínez Carqués, como el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, comunicaron sus condolencias a las familias de las víctimas. 

El ministro, además, ha expresado la voluntad del Gobierno para continuar la prospección del buque e intentar encontrar al pescador desaparecido. Al cierre de este número, se sigue trabajando en su búsqueda y en las causas del siniestro, que están bajo secreto de sumario.

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