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ACANTILADOS Y FONDOS MARINOS DE CALAHONDA-CASTELL DE FERRO

La joya desconocida de Granada

01/05/2023

Medio Ambiente

Alejandro Martín, Javier Urra, Pablo Marina, Ada Cerezo, Alejandro Ibáñez, José Luis Rueda
vista aerea de la reserva Calahonda Castell de Ferro

La franja costera granadina situada entre los núcleos de Calahonda (Motril) y Castell de Ferro (Gualchos) se localiza en la costa norte del mar de Alborán. En esta cuenca se produce la confluencia de masas de agua superficial atlántica y profunda mediterránea, generando fenómenos oceanográficos que le confieren unas características físicas y biológicas únicas. 

La costa granadina se localiza en la cuenca norte del mar de Alborán, donde se produce la confluencia de masas de agua superficial atlántica y profunda mediterránea, generando fenómenos oceanográficos que le confieren unas características físicas y biológicas únicas. 
El tramo de costa entre los núcleos de Calahonda (Motril) y Castell de Ferro (Gualchos) se propuso como “Lugar de Importancia Comunitaria: Acantilados y Fondos Marinos de Calahonda-Castell de Ferro” (2000) y posteriormente se declaró como “Zona de Especial Conservación” (ZEC), por poseer Hábitats de Interés Comunitario (HIC) incluidos en la Directiva Hábitats (92/43/CEE), y por mantener la diversidad biológica de la región.

La ZEC abarca una extensión de 971,30 hectáreas, principalmente marinas, albergando un verdadero tesoro gracias a sus costas rocosas y escarpadas, con grietas, oquedades y extraplomos, que continúan en su parte sumergida. Estos fondos rocosos se entremezclan con fondos sedimentarios a partir de los 15-25 metros de profundidad favoreciendo la existencia de ambientes con condiciones lumínicas e hidrodinámicas muy diferentes que forman un espacio de alto valor ecológico, con hábitats y especies características, amenazadas y raras del Mediterráneo. 

Entre la abundante ictiofauna destaca el mero Epinephelus marginatus (1), normalmente de pequeño tamaño por la alta presión pesquera que sufre, el pez luna Mola mola, se acerca a estaciones de limpieza para ser desparasitado por pequeños lábridos, y grandes grupos de doncellas Coris julis, fredis Thalassoma pavo o tres colas Anthias antias (2) que dan colorido al arrecife rocoso. En la columna de agua se dan bancos de salemas Salpa salpa y bogas Boops boops (3), mientras numerosos sargos Diplodus spp. y cabrillas Serranus cabrilla (4) dominan las oquedades. El pez ballesta Balistes capriscus (5) se observa alimentándose de pequeños crustáceos y algas y pequeños peces como las babosas Parablennius spp. y las momas Tripterygion spp. se esconden en huecos y camuflan entre las algas. En los fondos mixtos y arenosos, los caballitos de mar Hippocampus spp. (6), especies protegidas, pasan desapercibidos en fondeos de embarcaciones, junto a salmonetes de roca Mullus surmuletus (7), rubios Chelidonichthys lastoviza (8), elasmobranquios como la tembladera Torpedo marmorata, o la denominada "bicha de arena" Ophisurus serpens (9), entre otros.

Algunos peces y Especies que pueden encontrarse en Calahonda Castell de Ferro
Algunos peces y especies que pueden encontrarse en Calahonda Castell de Ferro

HÁBITATS Y ESPECIES BENTÓNICAS
Nueve HIC están presentes en la ZEC, destacando el HIC “Arrecifes” que incluye los fondos rocosos tapizados por vegetación en las zonas de mayor incidencia lumínica, como el alga verdes Codium bursa (10) con forma de bola aterciopelada, algas rojas calcáreas como Mesophyllum expansum (11), y algas pardas como Halopteris scoparia, Padina pavonica y Cystoseira tamariscifolia (especie protegida) que tapizan las rocas y dan cobijo a comunidades de invertebrados. También se encuentran algas exóticas como Asparagopsis taxiformis (12), actualmente naturalizada pero que produjo un importante impacto sobre las comunidades nativas. Este hábitat alberga importantes poblaciones de invertebrados catalogados y/o protegidos como la lapa Patella ferruginea, en peligro de extinción debido a su alta vulnerabilidad frente al marisqueo ilegal y la contaminación por hidrocarburos, el coral naranja Astroides calycularis (13) (“vulnerable”) que tapiza paredes y grietas someras representando una de las poblaciones con mayor densidad del Mediterráneo occidental, la caracola Charonia lampas (14) y el puercoespín marino Centrostephanus longispinus (“Vulnerables”) que habitan en las zonas profundas del infralitoral. Otras especies catalogadas son el coral Cladocora caespitosa (15) la porcelana Lurida lurida, la nacra Pinna rudis, el santiaguiño Scyllarus arctus, la estrella de mar Ophidiaster ophidianus, o la gorgonia Leptogorgia sarmentosa.

Especies catalogadas algunas en peligro de extinción en Calahonda Castell de FerroEspecies catalogadas algunas en peligro de extinción en Calahonda Castell de Ferro

El HIC “Cuevas marinas sumergidas” está representado por pequeñas cuevas y grietas, además de varias cuevas de gran tamaño como la cueva del Melonar o la de las Palomas, ambas puntos frecuentes de inmersión. Éstas son ocupadas por invertebrados frágiles, algunos con estructura calcárea como los gusanos tubícolas Protula intestinum y Filograna implexa, el zoantario Parazoanthus axinellae, y los briozoos Myriapora truncata, Bugulina flabellata y Reteporella grimaldii, entre otros.
El HIC “Fondos de arena sumergidos”, estratificado en función de la profundidad y la composición sedimentaria, albergan una alta biodiversidad, principalmente de moluscos como el gasterópodo Mitra zonata (especie protegida) y de crustáceos como Bythocaris cosmetops y Pagurus mbizi, especies subtropicales con sus únicas poblaciones de Europa en esta zona.
El HIC “Praderas de Posidonia” representa un hábitat de alto valor ecológico y bioindicador de la calidad de las aguas, además de refugio de reproductores y exportador de recursos pesqueros, encontrándose praderas de considerable extensión en el límite de la ZEC y en la vecina población de Castillo de Baños.
La ZEC representa un punto caliente de biodiversidad marina donde habitan especies únicas en Europa y muchos de los invertebrados marinos amenazados presentes en el Libro Rojo de Invertebrados de Andalucía, lo que justifica su protección efectiva como medida para conservar la biodiversidad marina europea. 

USOS E IMPACTOS
La ZEC incluye áreas impactadas por su cercanía a núcleos de población, presencia de emisarios o mayor esfuerzo pesquero, y otras mejor conservadas por su lejanía o difícil acceso, que permiten estudiar el gradiente de impacto sobre las comunidades marinas.
En el entorno se desarrolla una importante actividad agrícola, destacando los cultivos en invernadero por su gran extensión e impacto visual y los de chirimoya y aguacate gracias a las condiciones climáticas de la “costa tropical granadina”. Además hay una importante actividad pesquera con base en el puerto de Motril, siendo el arrastre el arte que aporta mayores beneficios al sector, seguido de la pesca artesanal en embarcaciones menores usando artes de enmalle y trampas como el trasmallo y las nasas. 
Aún con un sector pesquero concienciado de la importancia de la conservación de las Áreas Marinas Protegidas, cuyo “efecto reserva” produce dispersión de especies que permite la recuperación de los caladeros, es posible observar arrastreros faenando en los límites de la ZEC, y en ocasiones a profundidades menores de 50 m o a menos de 1,5 millas náuticas como marca la normativa. Es habitual observar a pescadores deportivos portando más de las dos cañas permitidas en la Licencia de Pesca Clase 1. La huella de esta actividad es muy notable, encontrando gran cantidad de sedales con anzuelos (16), redes (17) y plomos (18) sobre el fondo o enganchados en algas y gorgonias. Estos residuos causan graves daños al segar o tronchar especies sésiles cuando son reenganchados por nuevos lances.
Calahonda y Castell de Ferro poseen un marcado carácter turístico con numerosas urbanizaciones destinadas a segundas residencias y alquiler vacacional. Las poblaciones llegan a multiplicarse por cuatro en verano (p.e. Calahonda con 1.700 hab. residentes y más de 8.000 hab. en verano), aumentando considerablemente tanto las aguas residuales que el emisario submarino de Calahonda vierte cerca de la ZEC como las basuras y residuos plásticos que acaban flotando a la deriva (19) o en los fondos de las playas de la ZEC (20-21).
La incorrecta gestión de estos residuos, junto a la escorrentía de químicos de la agricultura, puede resultar en procesos locales de eutrofización, disminuyendo la calidad del agua y propiciando la desaparición de especies sensibles a estos cambios. Además, es frecuente encontrar embarcaciones de recreo ancladas sobre praderas de Posidonia oceanica frente a las playas de Castell de Ferro, y en ocasiones arrojando residuos (22-24), por lo que causan un fuerte impacto sobre este hábitat protegido de alto valor ecológico.
El furtivismo y el marisqueo ilegal también tienen efectos negativos sobre diferentes especies extraídas masivamente con fines culinarios como la ortiguilla Anemonia viridis, el dátil de mar Lithophaga lithophaga, el pulpo Octopus vulgaris y diferentes especies de holoturias. Los caballitos de mar y el coral naranja son recolectados por coleccionistas y acuariófilos. Las lapas P. ferruginea o Cymbula nigra también sufren impacto por pescadores deportivos que, desconociendo su protección y vulnerabilidad, las arrancan de las rocas para usarlas como cebo, causando un daño enorme sobre las mermadas poblaciones.
Lamentablemente, en los últimos años ha aparecido una nueva especie invasora, el alga parda Rugulopteryx okamurae, que se ha establecido en diferentes sectores del mar de Alborán ocupando extensas áreas del sustrato rocoso y afectando negativamente a las comunidades bentónicas y al sector pesquero y turístico. En la ZEC se observa su presencia masiva durante todo el año, llegando a ser la macroalga con mayor ocurrencia (llegando al 68%) (25-26). Actualmente, varios grupos de investigación están llevando a cabo estudios para conocer la biología de esta especie, cuantificar las afecciones sobre los hábitats, y modelar la posible expansión por el litoral que ayude a los gestores a tomar medidas que minimicen su impacto.

Imágenes del impacto del ser humano sobre la biodiversidad en Calahonda Castell de Ferro
Imágenes del impacto del ser humano sobre la biodiversidad en Calahonda Castell de Ferro

RECOMENDACIONES
La ZEC “Acantilados y Fondos Marinos de Calahonda-Castell de Ferro” alberga numerosas especies y hábitats vulnerables y valores ecológicos de alta importancia que justifican una protección y vigilancia efectiva que asegure su conservación. 
El gran número de visitantes que recibe suponen una oportunidad para concienciar sobre su valor ecológico y los beneficios que su conservación aportaría a todos los sectores. Los centros de buceo adquieren un papel fundamental en estas tareas, ya que poseen un conocimiento profundo de la biodiversidad local y guían a los visitantes por sus fondos, pudiendo transmitir esta información de manera cercana, así como fomentar una práctica del buceo sostenible. Anualmente organizan jornadas de limpieza de fondos donde buceadores voluntarios retiran residuos de la pesca, junto a una importante cantidad de plásticos y envases, mitigando enormemente los posibles impactos.
Existe una propuesta contemplada en el Plan de Gestión de la ZEC para establecer una Reserva de Pesca, incluyendo zonas de máxima protección en los enclaves más valiosos. De lograrse, se aseguraría la protección de los recursos pesqueros, además de una vigilancia activa y eficaz de la pesca furtiva, ayudando a conservar este importante patrimonio natural. Así mismo, sería deseable ampliar el área de la ZEC hacia el este para incluir la pradera de Posidonia oceanica más extensa de la provincia de Granada, lo que aumentaría considerablemente el valor ecológico de la misma y protegería uno de los ecosistemas mediterráneos más importantes y característicos. 

Buceador examinando la extensión del alga en calahonda Castell de Ferro
Buceador examinando la extensión del alga en calahonda Castell de Ferro

Actualmente, algunos programas de seguimiento de hábitats y especies del C.N. Instituto Español de Oceanografía-CSIC (ESMARES2-INFRA) y de la Junta de Andalucía (Gestión Sostenible del Medio Marino) están mejorando el conocimient o del patrimonio natural de la ZEC, y evaluando su estado ambiental en el marco de diferentes directivas europeas, algo esencial para mejorar la gestión de esta joya natural del Mediterráneo para futuras generaciones. 
ALEJANDRO MARTÍN, JAVIER URRA, PABLO MARINA, ADA CEREZO, ALEJANDRO IBÁÑEZ Y JOSÉ LUIS RUEDA

bibliografía

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