En la parrilla de salida
Medio Ambiente
El primer paso para el desarrollo comercial de parques eólicos marinos ya está dado. El gobierno acaba de aprobar los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo que cartografían las zonas costeras donde podrían instalarse. Asegura que no afectará a espacios preferentes para la pesca, sin embargo diferentes sectores critican la falta de estudios serios e independientes sobre su impacto ambiental y socioeconómico.
El pasado 28 de febrero, el consejo de ministros firmó el Real Decreto 150/2023 por el que se aprueban los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (en adelante, POEM). El gobierno ha dibujado en ellos zonas de exclusión y zonas de actividad entre las cinco demarcaciones marinas españolas: noratlántica, sudatlántica, del Estrecho y Alborán, levantino-balear y canaria. Así establece un conjunto de Zonas de Uso Prioritario (ZUP) destinadas a la protección de la biodiversidad; a la extracción de áridos para la protección costera; para la protección del patrimonio cultural; para la investigación, desarrollo e innovación; para la seguridad de la navegación y para la Defensa Nacional. Una vez establecidas éstas, los POEM prestan una especial atención a determinadas actividades sectoriales y a actividades cuyo desarrollo futuro es previsible y que, por sus características, deben ubicarse en un determinado espacio o conjuntos de espacios. Para ello se han establecido otras seis categorías de Zonas de Alto Potencial (ZAP) que son: para la conservación de la biodiversidad; para la extracción de áridos destinados a la protección costera; para la investigación, desarrollo e innovación; para la actividad portuaria; para el desarrollo de la energía eólica marina y para la acuicultura marina.
El mapa, que se puede consultar en este enlace: https://www.infomar.miteco.es/visor.html, “permite el aprovechamiento óptimo del espacio marítimo”, aseguran desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Este instrumento de planificación se renueva cada seis años, por lo que estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2027.
UN LARGO RECORRIDO
El gobierno se ha marcado como objetivo que en 2030 la eólica marina aporte entre 1.000 y 3.000 megavatios de potencia en todo el país. Pero esto es solo la primera piedra. Aún falta la aprobación de otro real decreto que regule la nueva tecnología y que se convoquen subastas que adjudicar las láminas de agua que serán explotadas comercialmente. Y quedan por resolver cuestiones como la ampliación de la cadena de suministro y del espacio en los puertos para transportar las enormes piezas que requerirán. Porque no serán fijos, sino flotantes. Es decir, los molinos irán fijados a plataformas que estarán ancladas al fondo y que se conectan a tierra por un cable submarino que transporta la electricidad generada. Para evitar daños por actividades humanas o naturales, se establece una zona de protección alrededor de este cable -franja de servidumbre- que puede llegar a los 1.200 metros.
El primer parque eólico flotante semisumergible se encuentra a 18 km de Viana do Castelo, en Portugal. Consta de tres plataformas flotantes, ancladas a 200 metros de profundidad, que suministran electricidad a 25.000 hogares desde 2020. En nuestro país, como ocurre en Portugal, la plataforma continental es estrecha. Su ancho promedio es de unos 60 kilómetros. Se extiende desde la costa hasta una profundidad de 200 metros que, en algunos casos, como en las Islas Canarias, puede llegar hasta los 3.500 metros de profundidad. En el Cantábrico alcanza en el mejor de los casos los 35 kilómetros de ancho. Para hacernos una idea a sólo 12 kilómetros de la costa asturiana se encuentra el conocido como Gran Cañón de Avilés que llega hasta casi los 5.000 metros de profundidad. Esta plataforma es rica en recursos marinos y minerales, y es una importante fuente de alimento. Solo en el Cantábrico hay 300 caladeros de pesca. Y aquí empieza uno de los principales problemas, razón por la que la aprobación de los POEM no ha sido bien acogida en algunas zonas. Contra ellos y al grito de “El mar no se vende”, por ejemplo, cientos de personas se manifestaron el pasado 14 de marzo en A Coruña. El motivo, según explica el manifiesto de la Plataforma en Defensa de la Pesca y de los Ecosistemas Marinos, es “que se han designado caladeros históricos y tradicionales específicos como zonas libres de energías renovables marinas” y no se ha tenido en cuenta el impacto socioeconómico que esto acarreará a los pescadores. Sólo en Galicia se han presentado nueve proyectos, que rozan los 6.000 megavatios por hora y casi 400 molinos, mientras que en toda España hay más de 35 solicitudes que suman 13.000 MW.
IMPACTO AMBIENTAL
Otros proyectos son: el parque eólico de Trafalgar (frente a la costa de Cádiz) que empezará a funcionar en 2025 con una capacidad de 3.000 MW; el parque eólico de Gavà (cerca de la costa de Barcelona) con capacidad de 300 MW que estará en marcha para 2026 o el parque eólico de Tramuntana, en la Bahía de Roses, en Girona, con una capacidad de 1.000 MW y fecha de apertura en 2027. Precisamente este último, el de Tramuntana, ha provocado que varios investigadores del CSIC publicaran un manifiesto en contra de su instalación. “El Mediterráneo es un mar semicerrado con gran biodiversidad y es ecológicamente muy frágil debido a las múltiples presiones humanas que experimenta”, aducen. Además, “las fases de construcción, operación y desmantelado de los parques eólicos marinos conllevan el riesgo de colisión de aves, mamíferos y tortugas marinas con las instalaciones”. Suponen también otros problemas: la contaminación acústica (causada por las turbinas y el montaje de estructuras); la contaminación por metales pesados procedentes de los ánodos de sacrificio (componente principal del sistema que se utiliza para proteger contra la corrosión las estructuras metálicas sumergidas); daño de los fondos marinos por las anclas y el tendido y despliegue de cables; destrucción o modificación de hábitats y su biodiversidad; efectos dañinos de los campos electromagnéticos de los cables sobre los peces y los recursos pesqueros; e impacto sobre el paisaje, elemento clave para el turismo. Estos científicos, entre los que se encuentran investigadores del Instituto de la Ciencias del Mar, piden “que se realicen, urgentemente, estudios científicamente robustos e independientes sobre sus impactos potenciales en base a las características ecológicas y socioeconómicas particulares”.
UNA GRAN OPORTUNIDAD
Por su parte el secretario de Estado de Medio Ambiente del MITECO Hugo Morán, asegura que “los mapas de la eólica marina no afectan a espacios preferentes para la pesca” y que “el proceso de evaluación ambiental es suficientemente garantista”. Con 6.000 kilómetros de costa y sin apenas plataforma continental y grandes profundidades muy cerca de las playas, una potentísima industria naval con grandes empresas especialistas en la construcción de componentes de energía eólica, talleres navales y grandes ingenierías y la hoja de ruta, nuestro país cuenta con todo el viento a favor en alta mar para consolidarse como “un hub internacional de fabricación y desarrollo de tecnología eólica marina flotante”, señalan desde la Asociación Empresarial Eólica.
TIPOS DE PARQUES EÓLICOS
Según Iberdrola, por el tipo de anclaje del aerogenerador se distinguen dos tipos:
- Aerogeneradores marinos con cimentación fija: Se caracterizan por tener una estructura de apoyo con cimentación fija sobre el suelo marino. Este tipo de cimentación, a su vez, puede ser distinta: con monopilote (la torre se cimenta sobre un gran cilindro de acero empotrado en el fondo marino); de apoyo por gravedad (requiere una plataforma de hormigón o acero de gran masa y superficie que se apoya directamente sobre el lecho marino que se prepara previamente); y usando jackets (estructuras de acero reticulares con tres o cuatro puntos de anclaje en el fondo marino). La tecnología actual de cimentaciones fijas se utiliza actualmente en emplazamientos de hasta 60 m de profundidad.
- Aerogeneradores marinos sobre plataforma flotante: Este tipo de emplazamientos abren la puerta a parques más alejados de la costa en zonas de gran profundidad. Las bases flotantes permiten desplegar aerogeneradores en extensas áreas marinas con gran potencial de viento. Con este tipo de técnica, la restricción de profundidad viene marcada por el tendido de las infraestructuras eléctricas submarinas de evacuación, capaces de llegar a cientos de metros de profundidad.
Según el sistema de anclaje al fondo marino se clasifican como: monopilar flotante o spar, plataforma semisumergible y plataforma de apoyo en tensión.
OPINIONES
"Un tiro en el pie de libro": Cuando sólo en una plataforma como la gallega y la asturiana, por poner un ejemplo, se concentran casi 4.500 buques, que en un 80% desarrollan su actividad en dicha zona costera, intentar reservarle a la industria eólica marina 2.500 km² de esa plataforma, no cabe duda de que va a expulsar a muchos buques pesqueros de sus zonas habituales de trabajo, y todavía más grave, en una plataforma con más de 300 caladeros de pesca catalogados, y donde hay una presencia por toda la plataforma de stocks pesqueros como el bonito, la caballa, el jurel, la anchoa o la sardina, a nadie se le escapa que directa e indirectamente provocaran la “muerte” del sector pesquero sin remisión. Lo grave de todo esto, es que además los POEM se han aprobado, reservando ya importantes zonas de pesca para la implantación de la eólica marina, sacrificando en definitiva a un sector estratégico y vital como la pesca en pro de facilitar la industrialización de nuestros mares para beneficio del oligopolio eléctrico, un tiro en el pie de libro. Torcuato Teixeira, portavoz de la Plataforma en Defensa de la Pesca y los Ecosistemas Marinos
"España puede aprovechar la flotante": España no tiene desarrollos comerciales debido a la moratoria establecida por un Real Decreto-ley de junio de 2021. Sin embargo, ya se han aprobado los POEM que incluyen las áreas de mar prioritarias para renovables. Es mayormente en flotante donde España tiene una ventana temporal actualmente abierta y que puede aprovechar. El Gobierno quiere poner de 1 a 3 GW de eólica marina para 2030, lo que es factible porque la tecnología está desarrollada. Los estudios actuales se centran en reducir costes de operación y mantenimiento mediante controles para incrementar la producción, la disminución de las vibraciones, la estabilidad de la plataforma o el reconocimiento de fallos y prognosis. Por ejemplo, el Grupo de Control Automático de la EHU/UPV ha realizado estudios que demuestran la posibilidad de reducir un 20% el cabeceo, incrementando la producción y reduciendo la necesidad de mantenimiento en la eólica flotante. Izaskun Garrido, Full Professor en la Facultad de Ingeniería de Bilbao (EHU/UPV)
"Un 0,09% de todas las aguas españolas"
El impacto de la eólica marina sobre la actividad pesquera va a ser mínima. En los POEM recientemente aprobados, la eólica marina ya ha renunciado a un 38% de la superficie inicialmente designada, precisamente para evitar la afección sobre algunos caladeros de pesca. La superficie necesaria para instalar los objetivos de eólica marina establecidos por el Gobierno en la Hoja de Ruta, es inferior a 1000 kilómetros cuadrados, lo que representa menos del 0,09% de todas las aguas españolas. Por otro lado, el desarrollo de la eólica marina es compatible con muchas artes de pesca diferentes del arrastre, como así se está comprobando en muchos parques eólicos offshore de países de nuestro entorno. Además, los parques eólicos marinos se están convirtiendo en santuarios de conservación de la fauna marina. Las estructuras de eólica marina ya sean fijas o flotantes, fomentan el desarrollo de arrecifes artificiales que contribuyen a formar y a desarrollar ecosistemas marinos. Tomás Romagosa, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica (AEE)
"Solo será posible desde el consenso": Galicia lo tiene todo para ser un referente. Nuestro nombre está asociado al azul del mar y de la actividad pesquera; pero también al verde, al de las energías renovables. Para Galicia es importante, por un lado, posicionarse como un referente, no solo a nivel de desarrollo tecnológico e industrial, sino también en términos de generación, en el ámbito de eólica marina. Pero por el otro, defender su coexistencia con la de nuestros ecosistemas marinos y de un sector que es el sustento de muchas familias gallegas: la pesca. Buscando el máximo consenso, a lo largo de este tiempo hemos puesto en marcha el Observatorio de Eólica Marina, donde tiene representación el sector marítimo-pesquera y la industria. Galicia se ve preparada para dar pasos adelante, siempre siguiendo un proceso de consulta con todos los agentes. Agradecemos que la vicepresidenta tercera del Gobierno haya aceptado reunirse con el Observatorio. Hay mucho de lo que hablar. Francisco Conde, Vicepresidente primero y consejero de Economía, Industria e Innovación de la Xunta de Galicia