Pólipos nasales y su impacto en los buceadores - Revista Mar
UN DESAFÍO EN EL BUCEO
Pólipos nasales y su impacto en el buceador profesional
30/09/2024
ISM
Sanidad marítima
Mª Mercedes Alburquerque
Los pólipos nasales son formaciones blandas y no malignas que aparecen en la mucosa de la nariz, que pueden dificultar la respiración y afectar a la calidad de vida, en especial si el enfermo realiza actividades de buceo.
Es crucial que el buceador mantenga una función respiratoria perfecta, ya que se expone a factores hostiles como grandes cambios de presión, aumento de la densidad del medio y temperaturas extremas. En este artículo se tratará de esclarecer algunos aspectos relacionados con los pólipos: origen, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento. Así mismo, describiremos su impacto en el desempeño y seguridad de los buceadores profesionales.
LOS SÍNTOMAS
Los pólipos nasales se forman por una inflamación crónica, en ocasiones relacionada con rinitis alérgica, asma, sinusitis crónica o intolerancia a la aspirina, causando edema y la aparición de pólipos, que pueden bloquear las fosas nasales, dificultando la respiración y causando problemas como:
Los pólipos, además del impacto en la salud pueden afectar a la seguridad y al trabajo de los buceadores de varias formas. Estas formaciones blandas dificultan alcanzar el equilibrio de presión entre los senos paranasales y el oído medio, conocido comúnmente como “compensar” la presión, mediante la maniobra de Valsalva (exhalar aire con fuerza con la boca y la nariz cerradas). Esto es indispensable para prevenir barotraumas, que pueden provocar un intenso dolor, sangrado y daño permanente en la nariz, senos y oído. También provocan hipercapnia, ya que tener la nariz obstruida puede hacer más difícil respirar a través de los reguladores, aumentando el riesgo de acumular dióxido de carbono en sangre. Los síntomas de la hipercapnia incluyen mareos, confusión y, en casos graves, pérdida de conciencia bajo el agua.
Teniendo en cuenta la repercusión de esta patología y la peligrosidad del ambiente laboral, los buceadores profesionales deben efectuar un reconocimiento médico anual que asegure que cumplen con unas condiciones de salud adecuadas para bucear de forma segura. En este caso, además de los signos referidos por el buceador, el diagnóstico inicial de los pólipos nasales se realiza mediante rinoscopia, que después se confirmará mediante endoscopia nasal y TAC, para ver cómo de extendidos están los pólipos y cómo afectan a estructuras vecinas.
TRATAMIENTO
El tratamiento inicial suele ser médico, con vistas a reducir la inflamación, disminuir el tamaño de los pólipos y aliviar los síntomas, mediante el uso de corticoides, inhalados (fluticasona, mometasona o budesonida) o por vía oral (prednisona), usada normalmente si hay síntomas más graves o son pólipos grandes, y solo durante un período de tiempo corto. En pacientes con rinitis alérgica, la inmunoterapia (vacunas contra la alergia) puede ser otra alternativa terapéutica.
Si el tratamiento conservador no es efectivo se recomienda la cirugía, especialmente si los pólipos impiden una calidad de vida adecuada o interfieren en la aptitud laboral para bucear. La más frecuente es la cirugía endoscópica sinusal (FESS) en la que, a través de un endoscopio (tubo delgado con una cámara y luz en su extremo), el cirujano puede visualizar y eliminar los pólipos sin necesidad de realizar incisiones externas.
La recuperación suele ser rápida, permitiendo de nuevo una respiración normal y reduciendo los síntomas. Sin embargo, los pólipos nasales pueden volver a aparecer, por lo que es importante el seguimiento de esta alteración de la mucosa nasal.
En conclusión, los pólipos nasales son un desafío importante para los buceadores profesionales, afectando tanto a su salud y seguridad como a su rendimiento laboral. La colaboración continua entre el buceador, médico reconocedor y el especialista en otorrinolaringología es clave para afrontar este problema.
Mª Mercedes Alburquerque
Médica de Sanidad Marítima, Huelva.
Leer más en el número 648 de la revista Mar del mes de octubre.
Es crucial que el buceador mantenga una función respiratoria perfecta, ya que se expone a factores hostiles como grandes cambios de presión, aumento de la densidad del medio y temperaturas extremas. En este artículo se tratará de esclarecer algunos aspectos relacionados con los pólipos: origen, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento. Así mismo, describiremos su impacto en el desempeño y seguridad de los buceadores profesionales.
LOS SÍNTOMAS
Los pólipos nasales se forman por una inflamación crónica, en ocasiones relacionada con rinitis alérgica, asma, sinusitis crónica o intolerancia a la aspirina, causando edema y la aparición de pólipos, que pueden bloquear las fosas nasales, dificultando la respiración y causando problemas como:
- Congestión nasal, percibida como una sensación constante de tener bloqueadas las fosas nasales, haciendo más difícil la respiración normal.
- Secreción nasal (rinorrea), con diferentes características.
- Pérdida o disminución del olfato.
- Sensación de taponamiento en los oídos, difícil de aliviar incluso estando en la superficie.
- Sensación de boca seca.
- Aumento del riesgo de infecciones de senos paranasales preferentemente (sinusitis con dolor, sensación de presión facial, y fiebre). Los senos paranasales son cavidades óseas llenas de aire ubicadas alrededor de la cavidad nasal, cuya función principal es ayudar a circular el aire que entra y sale del sistema respiratorio.
- Sangrado nasal (epistaxis), especialmente después de inmersiones largas o a mucha profundidad.
- Ronquidos o apnea del sueño.
- Fatiga o sensación de cansancio constante por falta de sueño.
- Dolores de cabeza frecuentes.
Los pólipos, además del impacto en la salud pueden afectar a la seguridad y al trabajo de los buceadores de varias formas. Estas formaciones blandas dificultan alcanzar el equilibrio de presión entre los senos paranasales y el oído medio, conocido comúnmente como “compensar” la presión, mediante la maniobra de Valsalva (exhalar aire con fuerza con la boca y la nariz cerradas). Esto es indispensable para prevenir barotraumas, que pueden provocar un intenso dolor, sangrado y daño permanente en la nariz, senos y oído. También provocan hipercapnia, ya que tener la nariz obstruida puede hacer más difícil respirar a través de los reguladores, aumentando el riesgo de acumular dióxido de carbono en sangre. Los síntomas de la hipercapnia incluyen mareos, confusión y, en casos graves, pérdida de conciencia bajo el agua.
Teniendo en cuenta la repercusión de esta patología y la peligrosidad del ambiente laboral, los buceadores profesionales deben efectuar un reconocimiento médico anual que asegure que cumplen con unas condiciones de salud adecuadas para bucear de forma segura. En este caso, además de los signos referidos por el buceador, el diagnóstico inicial de los pólipos nasales se realiza mediante rinoscopia, que después se confirmará mediante endoscopia nasal y TAC, para ver cómo de extendidos están los pólipos y cómo afectan a estructuras vecinas.
TRATAMIENTO
El tratamiento inicial suele ser médico, con vistas a reducir la inflamación, disminuir el tamaño de los pólipos y aliviar los síntomas, mediante el uso de corticoides, inhalados (fluticasona, mometasona o budesonida) o por vía oral (prednisona), usada normalmente si hay síntomas más graves o son pólipos grandes, y solo durante un período de tiempo corto. En pacientes con rinitis alérgica, la inmunoterapia (vacunas contra la alergia) puede ser otra alternativa terapéutica.
Si el tratamiento conservador no es efectivo se recomienda la cirugía, especialmente si los pólipos impiden una calidad de vida adecuada o interfieren en la aptitud laboral para bucear. La más frecuente es la cirugía endoscópica sinusal (FESS) en la que, a través de un endoscopio (tubo delgado con una cámara y luz en su extremo), el cirujano puede visualizar y eliminar los pólipos sin necesidad de realizar incisiones externas.
La recuperación suele ser rápida, permitiendo de nuevo una respiración normal y reduciendo los síntomas. Sin embargo, los pólipos nasales pueden volver a aparecer, por lo que es importante el seguimiento de esta alteración de la mucosa nasal.
En conclusión, los pólipos nasales son un desafío importante para los buceadores profesionales, afectando tanto a su salud y seguridad como a su rendimiento laboral. La colaboración continua entre el buceador, médico reconocedor y el especialista en otorrinolaringología es clave para afrontar este problema.
Mª Mercedes Alburquerque
Médica de Sanidad Marítima, Huelva.
Leer más en el número 648 de la revista Mar del mes de octubre.