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ASISTENCIA HUMANA Y ESPIRITUAL

Stella Maris al servicio del mar

01/03/2023

Marina mercante

María Martínez de Nicolás
Reunión del Comité para la aprobación de los estatutos

Stella Maris – Apostolado del Mar es una organización internacional de la Iglesia Católica fundada en Glasgow (Escocia) en 1920, presente en España desde 1927, que tiene como objetivo brindar a la gente del mar la asistencia humana y espiritual que puedan necesitar para su bienestar durante su estancia en puerto, así como apoyar a las familias. Se encargan de visitar los barcos y ponerse a disposición de su tripulación bajo el lema “Un hogar lejos del hogar”. Una labor totalmente desinteresada dirigida a marinos de cualquier raza, nacionalidad y sexo, respetando su cultura, religión o ideología. 

Son punto de referencia para los tripulantes, de forma que ante cualquier necesidad acuden a ellos. “Hay una primera cosa que es importante, aunque no lo parezca tanto, que es el simple hecho de subir a bordo del barco y decirles: ‘Bienvenidos a Barcelona, somos del Stella Maris y estamos a vuestra disposición’. Esto vale mucho porque normalmente el marino está acostumbrado a ser tratado como una pieza del barco”, comenta Ricardo Rodríguez Martos, director del Stella Maris. 

Actualmente, están presentes en 322 puertos de 56 países, 15 en España (A Coruña, Cariño, Vigo, Laredo, Santurce, Gijón, Barcelona, Tarragona, Castellón, Almería, Motril, Huelva, Valencia, Tenerife y Las Palmas) y ofrecen ayudas como una red wifi para facilitar la comunicación con las familias, transporte gratuito en los grandes puertos entre el barco y el centro o su actuación como receptores de paquetes de Amazon. Además, como los barcos están poco tiempo en puerto y puede darse la situación de que el marino quiera hacer una compra, les facilitan el servicio. Y a partir de ahí, todo lo que precisen. Otro de los apoyos que reciben es el trabajo coordinado con Cáritas para situaciones que realmente requieren el trato y la intervención de un trabajador social. 

Asimismo, tienen un equipo de voluntarios en todos los puertos, aunque ahora están pasando una situación complicada. “La pandemia nos ha hecho mucho daño y hemos perdido a bastantes. Entre otras cosas porque muy frecuentemente son personas de cierta edad y algunos cogieron miedo y ya no volvieron”, sostiene el director.

Trabajador del Stella Maris prestando servicio
Trabajador del Stella Maris prestando servicio

Pero Javier Rosado, gobernante de la residencia que atesoran en Barcelona, sigue animando a ello por los múltiples beneficios personales que se obtienen. “Es un voluntariado apto para gente que por edad no puede desarrollar tareas más difíciles. Encuentran la posibilidad de colaborar, un lugar donde compartir momentos, vivencias y amistad. Las personas que pasan por aquí suelen ser muy agradecidas, te devuelven ese afecto y te hacen sentir contento porque valoran tu labor”.

La mayor parte de la financiación se obtiene de este centro de 32 plazas, donde el pasado año se registró una ocupación del 70% y “parece que 2023 pinta igual”. “Hay gente que viene a Barcelona y como el alojamiento es caro, se quedan aquí. También pescadores, que muchas veces duermen en la barca entre semana y el fin de semana prefieren más comodidad. Si en la Facultad de Náutica alguien pregunta, también le ofrecen venir. En el caso de los 'erasmus', les sugieren esta residencia hasta que encuentren piso”, incide.

El puerto de Barcelona les ayuda mucho y también reciben subvenciones del Ayuntamiento, la Generalitat y donativos diversos, pero siempre intentan ser lo más autónomos posible.

COMITÉ NACIONAL

El pasado mes de noviembre, junto con la Dirección General de la Marina Mercante, Puertos del Estado, el Instituto Social de la Marina, la Asociación Española de Consignatarios de Buques, la Asociación de Navieros Españoles y la sección española de la International Transport Federation, contribuyeron en la creación del Comité Nacional de Bienestar de la Gente del Mar. La idea es que cada una de estas entidades cumpliendo con su trabajo, tenga muy presente la medida en que puede ayudar al marino.

Existían comités de puerto en Tenerife, Castellón, Vigo y Barcelona, pero faltaba uno a nivel nacional para coordinar esfuerzos entre los diferentes comités regionales y locales que existen en nuestro país y dar cobertura a la gente del mar. A nivel mundial, solo cuentan con un comité de estas características en Reino Unido, Nueva Zelanda, Nigeria, Australia y Canadá.

Se busca que la preocupación por la gente del mar no sea cosa local de un puerto, sino que esté amparada a nivel de Estado con el objetivo de que se pueda llegar a hacer recomendaciones o nuevas normativas. “En los barcos lo que impera es el tráfico de mercancías y pasajeros. Pero las tripulaciones tienen necesidades que no siempre son atendidas”, añade Rodríguez Martos.

Promueven  la cultura de necesidad de bienestar y que todo el mundo se esfuerce en poner en marcha estos servicios, pero “lamentablemente, hoy por hoy, hay muchos puertos que consideran que es una cosa casi anecdótica porque solo importa que entren barcos, que carguen y descarguen”.

Aun así, son varios los tratados y normas específicas referidas a la gente del mar los que describen la importancia de prestar este servicio por parte de los puertos. Un ejemplo es el Convenio de Trabajo Marítimo (CLM2006) de la Organización Internacional del Trabajo, adoptado por la Organización Marítima Internacional que ha sido firmado por el Estado español el 20 de agosto de 2013.

Puerto de Barcelona donde se encuentra la residencia
Puerto de Barcelona donde se encuentra la residencia

EL DIRECTOR

Tomando el relevo a Ramón Caamaño Pacín, Ricardo Rodríguez Martos fue nombrado director nacional por la Conferencia Episcopal Española en marzo del pasado año para un mandato de cuatro años. En el comunicado del nombramiento se detalla que la Comisión Episcopal “espera de su competencia y espíritu, una entrega y dedicación generosa para el desarrollo y promoción del Apostolado del Mar en la Iglesia Española”.

Tiene como objetivo “lograr que Stella Maris tenga voz, no solo a nivel de los distintos puertos, sino a nivel de los organismos marítimos y portuarios nacionales”. Se encarga de la coordinación de Stella Maris España, de promover la creación de nuevos centros y de formar parte del equipo de directores de Europa. Así, hace de portavoz del Apostolado del Mar a nivel internacional, aunque asegura que lleva haciéndolo muchos años participando en actividades y proyectos.

Desde que comenzó en la sede de Barcelona en 1983, ha intervenido en numerosos congresos mundiales del Apostolado del Mar, como el de Mombasa (Kenia) en 1987 o Roma (Italia) en 2012. Además, de diversos congresos de la International Christian Maritime Association (ICMA), tanto internacionales como regionales, de la zona del Mediterráneo, Mar Negro y Oriente Medio.

Contribuye a satisfacer las necesidades de todos los marinos con un servicio ágil y disponible. “En mi caso, mi teléfono está en las guías. Es decir, eres el recurso para una persona que está en un puerto tirado y no sabe a quién dirigirse”, termina diciendo el director del Stella Maris - Apostolado del Mar. 

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