MEMORIA ANUAL DE LA CIAIM

Bravío mar gallego

27/02/2025

Marina mercante

Ana Díaz
A Espera, escultura de Iría Rodríguez en Laxe
Cerca del faro de Laxe, en la punta del Monte da Insua, una mujer contempla el lejano horizonte con un pequeño en los brazos. Se trata de la escultura “A Espera” de la artista Iria Rodríguez con la que homenajea a las mujeres que en un momento dado vieron alejarse en un barco a sus seres queridos y anhelan su regreso. No todos vuelven. Las cruces que jalonan los acantilados de la Costa da Morte gallega atestiguan las historias de cientos de naufragios ocurridos en la zona desde antaño: vidas humanas y barcos que el mar se tragó.

El bravío mar de Galicia ha mostrado a lo largo del tiempo la crudeza y peligrosidad del trabajo en la mar, así como la lucha del hombre contra la naturaleza. Allí, según la última memoria anual publicada por la CIAIM correspondiente al año 2023, se produjo uno de cada cuatro accidentes o siniestros notificados para su investigación. 

De acuerdo con los datos de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos, dependiente del Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible, Galicia registró entonces 76 de los 297 casos para investigar; es decir, un cuarto de los producidos durante ese ejercicio anual. Le siguen Andalucía (51), Cataluña (40) y Asturias (31). Pero del global, solo 20 siniestros necesitaron un análisis en profundidad por parte de la CIAIM, con tres casos abiertos en Galicia (15%), la misma cifra que en Cantabria y Cataluña, y solo superada por los cuatro producidos en aguas exteriores. 
Las cifras están en consonancia con las estadísticas previas, ya que, en los últimos cinco años, la media de accidentes notificados a la CIAIM ha sido de 284 mientras que la de accidentes investigados se situó en 25.

Las causas de los 213 accidentes notificados se debieron en la mayoría de los casos a pérdida de control de la embarcación (72%), seguidas de accidentes operacionales en el manejo de redes o la navegación (20%) y los incendios o explosiones a bordo (15%). Sin embargo, en el 40% de los 20 siniestros que necesitaron un análisis en profundidad el accidente se produjo en ocho buques por causas operacionales, los incendios y explosiones en cuatro, la inundación o hundimiento en tres y el abordaje y pérdida de control, en dos embarcaciones. 

Por otra parte, se notificaron 182 casos de pesqueros a la deriva, bien por una avería mecánica o porque su hélice quedó enredada en cabos o aparejos y sus tripulantes tuvieron que pedir ayuda externa o ser remolcados a puerto. En la práctica totalidad de los casos, los pesqueros fueron trasladados a puerto donde permanecieron atracados sin mayor novedad.

TIPO DE BARCOS

En los siniestros ocurridos en el 2023 y notificados a la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marinos se vieron implicados 311 buques y embarcaciones, de los que casi tres cuartas partes (72%) fueron pesqueros, la mayoría dedicados a artes menores (114), al arrastre (50) y al palangre (14). El siguiente tipo de buques en importancia, notificados e investigados, fueron los buques mercantes de carga (14% del total).

Según el informe de la CIAIM, 18 de los accidentes notificados fueron muy graves, 247 graves, 26 leves y seis fueron calificados como incidentes. El número de víctimas ascendió en el conjunto de los casos a 11 fallecidos, dos desaparecidos y 15 heridos graves. Los barcos gallegos afectados en los siniestros fueron Novo Alborada, en el que falleció un marinero al caer al agua; Villa Nores, en el que un pescador murió en un accidente operacional durante la maniobra del arte; Novo Xoel y Cosmos en el que también cayeron al mar dos de sus tripulantes.

Mención especial recibe en la memoria de la CIAIM el caso del Villa de Pitanxo, del que el pasado 15 de febrero se cumplieron tres años de su naufragio en aguas de Terranova. En el siniestro fallecieron 21 de sus 24 tripulantes.
 
Homenaje en el tercer aniversario del hundimiento del Villa de Pitantxo.
Homenaje en el tercer aniversario del hundimiento del Villa de Pitantxo.
A finales de 2022, la CIAIM decidió acometer las operaciones de búsqueda del pecio mediante una licitación pública, adjudicada a la compañía ACSM Shipping que movilizó al buque OSV ARTABRO entre mayo y junio de 2023. Mediante el uso de instrumentos muy precisos, localizó al pesquero hundido y recogió información para esclarecer las causas del siniestro.

El informe de la CIAIM sobre el Pitanxo, conocido a comienzos de 2024, apuntó a un “error humano” del capitán, Juan Padín, como “causa más probable” del naufragio. Además, daba por “verosímil” la versión del marinero superviviente ghanés, Samuel Kwesi, y veía “incongruencias” en la del sobrino, Eduardo Rial.

Los dos familiares relataron que un fallo del motor, que paró de repente y dejó al barco a la deriva en medio de una fuerte tormenta, provocó el hundimiento. Pero el tercer superviviente argumentó que las redes del Villa de Pintanxo se enredaron en el fondo del mar, causando que el barco escorara y se inundara provocando una parada del motor e impidiendo que se escuchara a los tripulantes pedir que se soltaran las redes. Cuando acaba de cumplirse el tercer aniversario del siniestro, la resolución del caso aún está en manos de la Audiencia Nacional.
 
Pesquero hundido en puerto
Pesquero hundido en puerto
PREOCUPACIÓN

Algunos medios de comunicación gallegos han mostrado preocupación al considerar que la siniestralidad en aguas de la región lleva desde hace tiempo al alza. Así, los 76 accidentes ocurridos en 2023 son 15 más que los notificados en 2022. Esto es, un 24% más. También están por encima de años previos como 2021 (59) y 2020 (72). Según informaciones periodísticas hay que remontarse a 2016 para encontrar cifras superiores a las de 2023, cuando los accidentes cuantificados ascendieron a 79.

Tanto desde la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI) como desde la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) sus responsables explican que, aunque los casos notificados en 2023 a la CIAIM han ocurrido mayoritariamente en Galicia, los accidentes de los que la CIAIM se ha ocupado de analizar en profundidad no son más que en otras comunidades autónomas.

Basilio Otero, presidente de la FNCP y patrón mayor de la Cofradia de pescadores de Burela (Lugo), apunta a que el “número de barcos gallegos es mucho mayor que en otras regiones, lo que incide en las estadísticas” y Mercedes Rodríguez, gerente adjunta de ARVI apuesta por la prevención y la formación para reducir la siniestralidad en el mar, “pese a que, aunque lo busquemos, el riesgo cero en el mar es imposible de alcanzar”

En el caso de la Cooperativa ARVI existe un servicio mancomunado de prevención al que puede acudir todo el sector, aún sin estar asociado, en el que se ofrecen cursos sobre seguridad, riesgos laborales, jornadas monográficas específicas y desarrollo de simulacros algo que en la Cofradía de Pescadores de Burela también se realiza en colaboración con otros organismos como la Armada o Salvamento Marítimo.

El informe de la CIAIM señala además las 46 recomendaciones realizadas en 2023 a las Administraciones públicas (10) y a las empresas y trabajadores (36) para prevenir accidentes. Entre estas sugerencias destacan las dedicadas a la gestión de seguridad y operatividad, la introducción de mejoras en los diseños y la formación en prevención. 

Leer más en el número 653 de la revista Mar 

 

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