PREMIOS DE EXCELENCIA A LA INNOVACIÓN EN ACTIVIDADES PESQUERAS

Emprender en el mar

01/12/2022

Acuicultura

Ana Díaz
Mujeres posando con el premio

Ser mujer y emprendedora no es tarea fácil. La conciliación familiar se complica cuando una trabaja como autónoma. Las dificultades crecen cuando los proyectos se llevan a cabo en entornos rurales, en un pequeño pueblo, en el campo o la costa. 

El sector primario es duro y exigente. En él, las mujeres son minoría y hay que “luchar” entre agricultores, ganaderos y pescadores. Por ello, las mujeres rurales son fuertes, tenaces. No les falta el ánimo, ni se rinden para llevar alegría a la España vacía, la España que hay que poblar y explotar para generar empleo y riqueza.

Remueven cielo y tierra buscando financiación, ayudas y créditos que les permitan seguir adelante para cumplir sus sueños. En esa búsqueda, hablan con unos y con otros. Presentan sus proyectos a la Administración. Son sus “otros hijos” a los que también hay que nutrir, cuidar y ver crecer. Sueñan que, si ganan un premio, la cantidad que reciban la invertirán en saldar deudas, comprar maquinaria o materiales para continuar.

Y cuando un buen día, alguien les comunica la noticia anhelada, la alegría llena sus corazones, reconfortándolas por tantas horas de esfuerzo y trabajo, de penas y lágrimas derramadas.

Emprender en el ámbito rural es una oportunidad que trae sinsabores pero también alegrías, como la que vivieron Anna Nebot, Mercedes González y Cristina García el pasado 13 de octubre al recibir, de manos de la secretaria general de pesca, Alicia Villauriz, los premios de Excelencia a la Innovación en actividades pesqueras y acuícolas.
Actividad de pesca turismo en Aiquanaturadelsports.

TOCAR LOS PECES

"Estaba en un mundo un poco irreal, trabajando en la gestión de proyectos, y quería vivir la realidad, meter las manos en el agua y tocar a los peces”, así explica Anna Nebot la decisión que tomó para dejar Barcelona y trasladarse al Parque Natural dels Ports, en Tarragona, donde explota la piscifactoría Aiquanaturadelsports.

Ha recibido este año el  primer premio a la Excelencia a la Innovación para  Mujeres Rurales en actividades pesqueras o acuicolas por reconvertir una piscifactoría de cultivo intensivo de trucha prácticamente abandonada en un nuevo espacio de educación ambiental y acuicultura sostenible.

Vive en plena naturaleza, en una zona donde casi todo es piedra. “Entre las rocas nace un manantial que canalizamos hasta llegar a nuestras instalaciones”, explica. 

No conocía el lugar pero el destino hizo que llegara a sus manos por casualidad. A su anterior trabajo, “llegó un señor a pedirnos consejo porque quería jubilarse y hacer algo con la piscifactoría. El problema era que, al estar en un parque natural, era difícilmente vendible porque no pueden producirse toneladas de peces. Había que encontrar un modelo de gestión diferente porque el agua es excelente y no se podía generar impacto ambiental. Había que hacerlo al revés, ayudando a la biodiversidad, lo hemos conseguido”, dice orgullosa.

En Aiquanaturadelsports se hace un poco de todo. “Empezamos recuperando trucha con actividades de pescaturismo. Esto me encanta porque viene mucha gente y familias que quieren aprender. También hemos contribuido a que se conozca el pueblo. Pero lo importante no es solo lo que hacemos con esta actividad, sino que vamos más allá, trabajando con especies autóctonas. La trucha de linaje mediterráneo es un proyecto muy chulo. Estamos recuperando ciprínidos y repoblando los ríos de la Generalitat. Y, sobre todo, hacemos mucha educación, explicamos qué es la acuicultura, cómo se pueden producir peces sin afectar al medio. Combinamos aprendizaje y diversión. Sin adoctrinar. Aportando información. Las familias pueden cocinar lo que pescan. También tenemos un minigolf y hemos hecho un “hike” para que los aficionados a la fotografía de naturaleza puedan captar al martín pescador cuando pesca. Hace un año, empezamos el tema de acuaponía, combinando la producción de peces con plantas, buscando modelos nuevos sin consumo de agua para producir lechugas”, cuenta Anna Nebot.

El premio que ha recibido es un “reconocimiento a todos los años de esfuerzo”, de subir y bajar en tren a Barcelona varias veces a la semana para estar con su marido y sus hijos pequeños. Al conocer a otras emprendedoras rurales dice que “a veces creo que me lo monto mal, trabajando casi las 24 horas. Pero esto me da fuerza. Veo que somos algunas locas más. Cuando estoy muy down me voy a dormir. Cierro los ojos y me digo, mañana será otro día”.


Cristina García dejó Madrid para dedicarse a la explotación de algas.

EMPRESA FAMILIAR

Mercedes González, propietaria de la empresa Frigoríficos Rosa de los Vientos SL, de Marín, recogió el segundo premio. Ella y su marido tenían un barco con el que pescaban pulpos. Un día decidieron comercializarlo. Primero, pulpo crudo congelado; luego, pulpo cocido y finalmente, pulpo cocido pasteurizado. Y pensaron qué podían hacer con ese agua de cocción, que desaprovechaban, cuando en las casas gallegas se usaba para cocer patatas y hacer arroz, guisos, croquetas o empanadas.“Decidimos comercializarlo en botellitas de litro para el ama de casa pero también a nivel industrial, porque las panaderías locales nos lo pedían para las empanadas. Ahora, clientes de Asturias, Valencia o Madrid, incluyen este fumet en sus recetas de croquetas”, explica González.

El premio da "alegría de ver que hay tantas mujeres que se esfuerzan cada día y alegría porque este fumet de pulpo ha gustado a nivel estatal. Es un premio mayor”, dice, mientras recuerda a su abuela, cuando secaba pulpos al sol. “No había frigoríficos congeladores y, si llovía, teníamos que correr a recogerlos para que el agua dulce no los estropeara. Me daba consejos".  Esos que ella y su marido dan hoy a sus hijos. “Prácticamente son quienes llevan el negocio. Pero les falta algo de tiempo o experiencia. Cuando surgen pequeños problemas, nos preguntan y ahí estamos. Eso es bueno”.


Mercedes González en su empresa.

PATRONA DE LAS ALGAS

Cristina García es la más joven de las tres y siente el premio como un “chute de energía", que le indica que va "por el buen camino”. Licenciada en Ciencias Medioambientales, trabajó siempre en proyectos ligados al mar y a la protección del medio. “Era lo que siempre quería, que lo que hiciera tuviera que ver con la sostenibilidad”. Así, hace cuatro años, se lió la manta al cuello, para vestirse de neopreno y, cansada de trabajar para otros, dejó Madrid para ir a Galicia y poner en marcha un proyecto innovador, con un producto no demasiado conocido en nuestro país pero en el que creía firmemente. “Pienso que el premio me lo han concedido por varias cosas: la comercialización de algas de recolección, el cultivo que tengo en mi explotación en Asturias (que creo que es la segunda que hay en España) y  los productos innovadores que vendemos como fumet de algas, olivada de algas, o mayonesa de algas… Mi intención es sacar al mercado productos que no existen con esta materia prima. ¿Por qué vamos a comer las algas de Asia si las tenemos aquí?”, dice.

El reto de su empresa también es explicar que las algas se comen y se cocinan. Por eso en los envases etiquetan  recetas para enseñar a comer las verduras que nos ofrece el mar.

Se siente satisfecha porque el premio “da visibilidad a las mujeres y anima a las que no se atreven a salir de su entorno. Me gusta pensar que con "La Patrona", que es la marca de mis productos, aporto un granito de arena y empodero a todas las mujeres. Hay patronas en las cofradías de pescadores, en los barcos. Pero todas somos patronas de nuestras vidas. Esa fue la idea de bautizar así a la empresa, empoderar a todas las mujeres".

Se plantea un futuro sostenible. Sostenible en el producto y sostenible en su vida. "Sostenibilidad es tener una vida bien sostenida. No pretendo hacerme millonaria pero quiero mantener algún puesto de trabajo, los máximos posibles, y ver que lo que he arrancado continúa. Esa sería una gran recompensa”, explica Cristina García .” 

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