XXV JORNADAS DE PESCA DE CELEIRO

Ideas creativas y soluciones

01/01/2022

Pesca

Patricia Romero Alonso
Cofradía de Celeiro

Un sector intrincado, variable, en constante movimiento, con diversos campos abiertos como es el de la pesca requiere de mucho conocimiento y de eso hubo en abundancia en las XXV Jornadas de Celeiro. Con la vista puesta en el horizonte de la gobernanza pesquera y la sostenibilidad de la mano de la viabilidad empresarial, todas y cada una de las 21 ponencias, más los debates que suscitaron, han dejado su huella un año más.

Los pescadores son el por qué y el para qué de las jornadas que sirven para escuchar a los que más saben pero también a quienes comparten sus éxitos y fracasos en el camino. Además de los innumerables negocios y contactos forjados en sus pasillos, cuyos entresijos solo conocen las paredes de la cofradía.

El formato mixto presencial y virtual fue todo un éxito con una asistencia superior a las 450 personas entre ambas modalidades. 

En la presente ocasión también ha tenido un papel estelar el buque hospital del Instituto Social de la Marina, Juan de la Cosa que arribó a Celeiro el jueves ofreciendo a los asistentes la posibilidad de conocer de primera mano su labor.


Lleno total en el salón de actos de la Cofradía.

LUCHA DE LOS QUIJOTES DEL MAR

En el primer bloque de ponencias dedicado a la sostenibilidad intervino el coordinador de las pesquerías de WWF para España Raúl García que analizó la actual crisis ecológica y social. 

Paloma Rueda, responsable de la fundación Cetmar, centró su exposición en las estrategias de sostenibilidad de nuestros mares argumentando que el océano “no es una suma de partes sino un conjunto” y por tanto cada decisión debe ser tomada de manera holística ya que “nadie tiene la capacidad de evaluar una alteración y predecir las consecuencias que pueda tener o dónde está el punto de no retorno”. 

Uno de los puntos más interesantes de la primera jornada fue la polémica existente por los proyectos de instalación de molinos marinos en zonas de intersección pesquera. Itziar Martín, subdirectora para la Protección del Mar reconocía que España no cumplirá el plazo que Europa le dio para ordenar el espacio marítimo, aunque confía tener el estudio completado para 2023.

Defendía que es necesario hacer un hueco a la eólica marina y que el Ministerio de Transición Ecológica será muy pulcro para que no se crucen con zonas prioritarias de biodiversidad ni con zonas de uso prioritario para puertos o tráfico aéreo. También se tendrán en cuenta las zonas de alto potencial acuícola y las de mayor esfuerzo pesquero. Se mostraba abierta a escuchar todas las alegaciones, aún así reconocía que antes de 2027 es complicado que haya algún molino instalado en nuestros mares. 

Varios de los asistentes en el turno de preguntas solicitaron la exclusión directa de los caladeros de pesca. Torcuato Teixeira, vicepresidente de la lonja de A Coruña, recordaba que los países que tienen molinos instalados, Bélgica, Alemania o Dinamarca, apenas tienen riqueza pesquera. “Pesca y molinos son incompatibles, no pueden convivir, tal vez puedan coexistir pero no en estas costas”, añadía de forma vehemente.

El presidente de las cofradías asturianas, Adolfo García anunciaba que el sector peleará para evitar que se instalen los molinos para lo que preparan una denuncia en Estrasburgo para conseguir que se retiren los proyectos. “Los molinos pueden dar trabajo a 20 personas, pero ¿cuántos quitarán? Al sector pesquero se nos criminaliza mientras que para otros todo es un camino de rosas. A nosotros se nos acusa hasta de los varamientos de los cetáceos y no se habla del daño que hacen los cables submarinos o las instalaciones petrolíferas”.

Las Cofradías tenían en Jorge Campos, secretario de la Federación de Cofradías Andaluzas, su máximo defensor en esta edición de las jornadas. Los pósitos llevan años solicitando a Europa su reconocimiento como parte vital del sector pesquero. El hecho de que sea una figura no existente en el resto de países y la insistencia de la Comisión en fomentar la creación de las organizaciones de productores pesqueros (OPP) o de los grupos de acción costera (GALP) hacía más que nunca interesante la intervención de Campos. Se trata de sumar y no de restar, ninguna organización debe ser excluyente, añadía.


Las jornadas se organizan por y para los pescadores.

RELEVO GENERACIONAL

Con sumo interés se siguió el apartado dedicado al fomento de vocaciones marineras ante la alarmante falta de jóvenes que quieran trabajar en el sector pesquero. Silvia Solis, subdirectora de Sostenibilidad Económica explicó cómo se está afrontando el tema, de gestión compleja, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Como muestra el botón del problema con los trabajadores indonesios. Tras años de negociaciones, se ha vuelto a paralizar la posibilidad de reconocer los títulos a los nacionales de Indonesia. Yakarta exigía el reconocimiento para marineros y para oficiales, a lo que España se ha negado porque Indonesia no ha firmado el convenio internacional STCWF con los estándares básicos de formación. 
Desde el MAPA también se busca un acuerdo con Perú, “aunque recurrir a inmigrantes no va al origen del problema, son solo parches” como reconocía Solís y por ello volvía a pedir ideas al sector. Desde el Ministerio se elabora un plan con cinco pilares básicos para solucionar el problema del relevo generacional: visibilidad, igualdad de género, formación, recopilación de datos y bienestar a bordo.

Celeiro fue el escenario elegido por Ordenación Pesquera para anunciar, tras meses de negociación con la Dirección General de Marina Mercante, la ampliación de las competencias del patrón costero polivalente con un curso adicional y experiencia acreditada para ejercer como oficial de puente en buques de hasta 42m de eslora y faenar hasta a 110 km con lo que el radio de acción se extenderá hasta Gran Sol, caladero Subsahariano o ir a la costera del pez espada en el Atlántico Norte.

En esta línea, durante su ponencia el director general de Pesca del Principado de Asturias, Francisco González, expuso un proyecto piloto que se ha puesto en marcha en Asturias para fomentar el relevo generacional. En este caso se han centrado en facilitar el acceso a una titulación superior que permita un mayor rango de navegación a los ya titulados que tienen problema para acceder a cursos superiores pero que cuentan con toda la experiencia necesaria. 
El principado ya ha acreditado en base a la experiencia y a un proceso de pruebas teórico-prácticas a 70 patrones de pesca local para que ejercieran como patrones de pesca polivalente. 
María Luisa Álvarez, de Fedepesca, en su ponencia reconocía el descenso paulatino en el consumo de pescado y todas las iniciativas que se están llevando a cabo desde la venta final para acercarse al consumidor. La creación de la plataforma La Pescadería Artesanal para minoristas de pescado que les facilite la labor es uno de sus grandes logros.

Alonso Abreu, gerente de la OPP80 de Punta del Moral en Huelva, exponía la manera en que han conseguido triplicar sus ventas poniendo un mayor énfasis en la comercialización “el punto más débil que teníamos por las comisiones que había que pagar por ventas”. Realizaron inversiones en tecnología, compras conjuntas de combustible o la venta de productos online.
Muy aplaudida fue la intervención de Mirem Garmendia, directora de Opegui, con una ponencia sobre flotas y recursos haciendo un llamamiento a los pescadores para transmitir la pasión por el trabajo en el mar “dejemos de llorar desde el sector y creemos puentes para que los jóvenes se acerquen, las escuelas tienen que estar en el mar”.


 

EL GALIMATÍAS DE LA NORMATIVA

El apartado dedicado a la normativa siempre lleva aparejado interés y polémica. 
La secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, desgranó el anteproyecto de la nueva Ley de Pesca que hunde sus bases en la modernización del sector a través de la digitalización. Otro pilar será la valorización de los productos y la eficiencia energética. Durante el debate posterior, ViIllauriz recibió las quejas de los armadores que consideran que el anteproyecto se centra más en las multas o los periodos de veda que en aspectos sociales de la pesca. En una línea similar la conselleira do Mar, Rosa Quintana, hizo especial hincapié en la necesidad de que Europa comprenda que debe reconducir una política pesquera que no se ajusta a las necesidades del sector.

Por su parte, el eurodiputado popular Gabriel Mato, quien tuvo que participar por videoconferencia al no conseguir llegar a tiempo por encontrarse en la isla de La Palma, habló del destino de los 1.200 millones que Europa concederá a España a través de los FEMPA.

Otra europarlamentaria, la socialista Clara Aguilera, dedicó su ponencia a un tema espinoso como el Reglamento de Control. La implantación de la geolocalización y el diario a bordo será una realidad en cuatro años. Juana Parada, gerente de Orpagu, incidió en la incongruencia de cámaras de vigilancia en un sector ya de por sí hiper regulado. Desde la EFCA, Pedro Galache, defiende que el observador electrónico es la mejor manera de garantizar que se cumpla con la normativa de descartes. 
Del Brexit y sus consecuencias se habló durante la última jornada. El presidente de Agarba, Iván López Van der Veen, reprochó a la Unión Europea la laxitud con la que ha aceptado la auto asignación de cuotas por parte de Noruega en detrimento de las posibilidades de pesca de la flota europea.

El secretario general de Cepesca, Javier Garat, aprovechó su intervención para afear a los políticos que elogien la labor del sector pesquero pero luego no incluyan acciones para protegerlo.
La secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, adelantó que en virtud a la nueva PPC, cada país es libre de distribuir las cuotas entre su flota como desee y España será pionera en añadir al tradicional sistema de capturas históricas para premiar con más cupo “a los barcos más selectivos, con menos impacto ambiental o mayor contribución a la economía local con el objetivo de reforzar el fin social”.

En su ponencia, Villauriz desgranó que a través de la nueva Ley de Pesca el sector “debe apostar por la modernización e incorporar la digitalización. El uso de la tecnología para mejorar la selectividad, la eficiencia energética, la optimización de costes y una clara apuesta por la valorización del producto”.
En apoyo al sector pesquero el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijoo acudió el último día de las jornadas para defender la pesca, un sector de vital importancia para Galicia, que tan solo en Lugo factura 400 millones de euros y da trabajo directo a 1.400 tripulantes.

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