Nasapp es una aplicación que aúna colaboración ciudadana e Inteligencia Artificial (IA) para rastrear zonas contaminadas y mejorar la calidad del aire. El proyecto ha obtenido financiación pública para su implementación en áreas portuarias y actualmente se está llevando a cabo un prototipo en el puerto de Tarragona.

Uno de los proyectos subvencionados por el fondo Puertos 4.0 se dio a conocer el pasado mes de diciembre durante la I Jornada organizada por la cátedra Smart Ports de la Universidad Jaume I de Castelló. Se trata de la solución Nasapp de la firma Eurecat que permite el estudio de la evolución de episodios de olor a partir del registro de los usuarios. 

Isabel de Lucas, CTO y cofundadora de Nasapp, ha constatado una reducción del impacto odorífero entre un 80 y un 94%. Pero, puntualiza que estos resultados “no se consiguen de un día para otro”.  Y es que cuanto más se usa, más efectiva se vuelve. Los datos recopilados configuran un repositorio de históricos que, a medida que crece, permite precisar cada vez con más cuidado los posibles episodios de olor, su origen y comportamiento. 
Desde 2005 el Centre Tecnológic de la Química, ahora integrado en Eurecat, ha estado recopilando datos de los ciudadanos. En esta línea de trabajo, en 2012 nacía Nasapp, una aplicación móvil que se basa en la participación de voluntarios establecidos en 11 municipios en torno a la industria química y portuaria. En diciembre de este año fue seleccionado en la Convocatoria de Ports 4.0, y ha obtenido financiación -una subvención de 250.000 euros-, para mejorar la usabilidad de la plataforma y la automatización de informes, la integración de datos de calidad del aire de fuentes de datos abiertas, algoritmos predictivos basados en datos históricos y la demostración del sistema completo en el entorno logístico-portuario del Puerto de Tarragona.
 

CÓMO FUNCIONA

Nasapp es una aplicación para teléfono móvil. Está disponible para sistemas Android e IOs y es de libre descarga. Pone a disposición del ciudadano una herramienta que permite registrar incidencias de molestia por olores. Estos registros individuales van conformando un mapa dinámico que facilita información estadística a las Autoridades Portuarias y permite trabajar en estudios científico-técnicos orientados a la determinación de las causas que producen los episodios de malos olores, validación de modelos de dispersión de contaminantes o alerta temprana.

El ciudadano puede avisar en caso de que sea testigo de un episodio de mal olor que él considere propio de una situación de contaminación ambiental. Los avisos se vuelcan en una plataforma web donde las empresas u administraciones  gestionan los episodios de olores indeseados. 
Se describe el tipo de olor (por ejemplo, a quemado) y la intensidad (débil o muy fuertes). Se determina también si los episodios han sido medios, fuertes o críticos. 

Jose Luis Gomáriz, cofundador y CEO de Nasapp, explica que “los usuarios registrados en la aplicación registran la incidencia mediante la ubicación, intensidad, tipo y características del olor percibido”. Esta información se complementa con “datos meteorológicos y otros factores ambientales para crear un mapa interactivo que muestra la evolución de la contaminación por olores en tiempo real.  Se puede desarrollar un mapa dinámico de afectación geográfica, detectar orígenes o causas más habituales o marcar, incluso, franjas horarias y estaciones del año con mayores picos de malos olores para aplicar medidas preventivas”. Toda esta información se complementa con la que ya aportan sensores de calidad del aire que ya utiliza la Autoridad Portuaria de Tarragona. 


 

LA COMPLEJIDAD DEL OLOR

Isabel de Lucas asegura que la tecnología existente todavía no puede sustituir la sensibilidad del olfato, que puede detectar hasta un millón de olores diferentes. “La relación entre olor y molestia percibida es compleja de definir”, dice esta ingeniera ambiental. “En ella confluyen factores físicos y químicos fáciles de determinar, pero también otros de carácter subjetivo más difícil de evaluar, como, por ejemplo, el carácter agradable o desagradable del olor (tono hedónico), la sensibilidad de cada persona, o el entorno en el que es percibido”. Sin embargo, continúa diciendo, aunque los olores pueden ser medidos con “olfatometrías, estudios de dispersión de contaminantes y/o en laboratorios mediante sensores humanos para estimar la concentración de olores y su dispersión en el territorio, entre otros, estos procesos no pueden evaluar la percepción real de molestias para los ciudadanos”.  En un entorno portuario, por ejemplo, explica Isabel de Lucas, podemos detectar olores que se perciben como “oleosos, quemados o industriales, procedentes del diésel o petróleo crudo o químicos, dulces o agrios, procedentes de compuestos orgánicos volátiles, COV”. Pero, puntualiza, “la percepción de olores puede variar según la sensibilidad individual y la intensidad del olor en el aire”. Además, hay que tener en cuenta que “no todos los olores son contaminantes y algunos contaminantes pueden ser inodoros, pero perjudiciales para la salud y el medio ambiente”. Por eso es importante realizar análisis complementarios.



¿En qué consiste Nasapp? 
Es una plataforma de datos que permite monitorizar olores industriales a tiempo real a través del concepto de ciencia ciudadana, y tiene como objetivo crear un sistema de mejora continua mediante una “comunidad medioambiental”, recopilando datos sobre diferentes episodios odoríficos con el fin de trabajar estadísticamente estos datos y poder detectar causa-efecto a través del olfato de los ciudadanos.
De esta forma, Nasapp se materializa como una aplicación y con un gestor web capaz de integrar la percepción de los ciudadanos.

¿Cómo funciona?
En la práctica Nasapp dispone de una App abierta a todos los ciudadanos para que estos puedan reportar sus quejas de olores, los usuarios registrados en la aplicación registran la incidencia mediante la ubicación, intensidad, tipo y características del olor percibido. Esta información se complementa con datos meteorológicos y otros factores ambientales para crear un mapa interactivo que muestra la evolución de la contaminación por olores en tiempo real.

¿Para qué sirve esta información?
Los datos de Nasapp ayudan a las empresas a identificar fuentes de olores y optimizar sus procesos para minimizar su impacto ambiental, promoviendo la comunicación y el trabajo conjunto entre ciudadanos, industrias y gobiernos locales para encontrar soluciones a la contaminación por olores. Destacamos, que NASAPP para las zonas portuarias es una herramienta valiosa para mejorar la calidad del aire y la calidad de vida de sus vecinos. Al trabajar juntos, la comunidad, las industrias y los gobiernos locales logran un entorno más saludable y sostenible.



¿Qué se hace con los datos que cada ciudadano aporta?
Los registros individuales van conformando un mapa dinámico de dispersión y afectación geográfica del olor para posteriormente facilitar esta información a los clientes y así poder trabajar los datos estadísticamente para estudios científico-técnicos orientados a la determinación de las causas que producen los episodios de malos olores, validación de modelos de dispersión de contaminantes o alerta temprana de una incidencia a nivel industrial. 
El resultado es la transformación de la valoración sensorial subjetiva de cada ciudadano en un paquete de información objetiva complementada y validada en base al trabajo científico técnico. Nasapp proporciona así, datos actualizados a nuestros clientes en tiempo real y accesible desde cualquier smartphone u ordenador. Los ciudadanos saben que, con nuestra aplicación, sus quejas van a llegar directamente a la persona adecuada que es la que está en mejor disposición para tomar medidas en el asunto. Todo ello con la garantía de máxima de protección de datos. Si un ciudadano se queja a través de Nasapp, puede estar 100% seguro que su queja va a ser atendida, y por lo tanto útil de cara a mejorar la situación a largo plazo.

Nasapp dispone de algoritmos de back tracking, ¿qué significa?
El back tracking es la retrotrayectoria del olor, es decir por donde ha viajado el olor antes de llegar a un lugar determinado.  Esta técnica se utiliza en estudios atmosféricos y en la investigación de la dispersión de contaminantes para comprender mejor la procedencia y el transporte de sustancias odoríferas. Nosotros la utilizamos para determinar posible foco del olor y así poder evaluar el origen de cada episodio y para tomar posibles acciones correctoras.

Leer más contenidos en el número de la revista 644 del mes de abril.