Los datos del informe de Apromar han sido recabados por la propia asociación, aunque incluyen información de la Comisión Europea, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y de la Federación Europea de Productores de Acuicultura, entre otras fuentes.

El documento refleja la producción acuícola total en nuestro país en 2021, que alcanzó las 327.309 toneladas y un valor comercial en primera venta de 629 M€.

El mejillón es, de lejos, la especie más productiva (255.303t), seguida de lubina (23.924t), trucha arcoiris (15.357t) y dorada (9.632t).

El año pasado, la actividad generó 5.656 puestos de trabajo y 12.478 personas están ocupadas en el sector. La mayoría son autónomos del subsector del mejillón y hombres. El empleo masculino representa el 74,6% de los trabajadores frente a las mujeres, que son el 18,8% de la fuerza laboral del sector. Se calcula que la acuicultura genera unos empleos indirectos cercanos a los 31.200 puestos de trabajo.

Por otra parte, nuestra acuicultura representa la cuarta parte del total que produce la Unión Europea, aunque la producción española cayó un -11.1% respecto a 2020. Sin embargo, las previsiones para este año son buenas. Se estima que la producción de dorada (9.632t) alcanzará este año las 11.000t; la cosecha de lubina recuperará parte de la caída experimentada en 2021, lo mismo que la trucha y el rodaballo, que aumentarán ligeramente. Finalmente, la producción de corvina continuará su tendencia al alza, ya que en 2021 (6.167t.) creció un 25% respecto al año anterior y llegará a las 9.343 toneladas en 2022.

Grecia y España lideran la producción acuícola en la UE.

POCO CRECIMIENTO EN EUROPA

El ritmo de crecimiento de la acuicultura de peces en la UE (27) desde el año 2000 ha sido muy escaso. De hecho, en la última década sólo ha crecido un 1,1% anual, en comparación con el 4,3% en el resto del mundo. Las principales especies de pescado de crianza producidas en la Unión Europea en 2020 fueron la trucha arcoiris (183.506t), dorada (93.131t.) y lubina (81.369t).

Tras la salida del Reino Unido de la UE, la acuicultura griega se situó en primera posición, tanto en volumen (112.153t) como en valor (499,6 M€ generados en primera venta). España ocupa la segunda posición en volumen (77.066t) y en valor (446,2M). 

La hegemonía helénica se debe a que no tiene que cumplir las mismas regulaciones que nosotros. “Algunos países no tienen las mismas trabas administrativas para la producción de pescado, lo que les hace poner precios más bajos y ser más competitivos a nivel europeo”, explica Garazi Rodríguez, responsable de los Planes de Producción y Comercialización de Apromar.

Además, “España tiene mayor restricción medioambiental para poder producir pescado acuícola. Dentro de nuestra regulación administrativa se necesitan más trámites para licencias de explotación y creación de nuevas granjas e instalaciones”, comenta Rodríguez.

A consecuencia de estos problemas, la producción de pescado acuícola en España está estancada desde hace tiempo. A ello se le han sumado los efectos de la pandemia global y la crisis propiciada por la guerra entre Rusia y Ucrania, que han provocado que nuestra acuicultura tenga pérdidas en 2020 y 2021.

Sin embargo, se espera que la producción acuícola en nuestro país se incremente en 2022 gracias a la ampliación de licencias y a la creación de nuevas granjas, ya que hay mucha demanda y actualmente no se produce lo suficiente. También se está intentando llegar a acuerdos con la Administración para agilizar los trámites medioambientales y de creación de instalaciones para que España vuelva a ser competitiva a nivel europeo.