Un poco de historia: John Dalton fue un químico y físico británico que realizo importantes estudios sobre el átomo, la meteorología y otras esferas de la ciencia. Sin embargo, de forma casual colaboró en el estudio de una enfermedad visual. Siendo un hombre que profesaba una vida simple, enfocada en la espiritualidad y la sencillez, llamó la atención de sus allegados, al utilizar colores brillantes en su vestimenta: él las había percibido grises. Así se comenzó a conocer y describir una patología visual que impide percibir los colores como en realidad son: el daltonismo.
Discromatopsias y daltonismo
El término discromatopsia hace referencia de forma general a todas las alteraciones de la visión de los colores. Pueden ser de origen genético o hereditario (daltonismo), o por causas adquiridas como sucede en las cataratas o en enfermedades neurológicas del tipo de la esclerosis múltiple, en la que los colores se ven deslustrados y se pueden confundir colores similares.
Las discromatopsias heredadas están ligadas al cromosoma X, siendo los hijos varones los más afectados por esta enfermedad, las madres pueden ser portadoras sin presentar dificultad para percibir los colores. Puede detectarse en varios miembros de una misma familia.
Se estima que el 8% de los hombres padecen algún tipo de discromatopsia, frente a aproximadamente el 0.5% de las mujeres y la afectación más frecuente es la dificultad para percibir los colores rojo y verde.
Por qué el ojo distingue colores
El ojo humano tiene dos tipos de células receptoras en la retina: los conos y los bastones. Los bastones se activan con bajos niveles luminosos, son los receptores del blanco y negro, permiten la adaptación a la visión nocturna y detectan los movimientos en la oscuridad.
Los conos están localizados en la zona de mayor visión en la retina. Son responsables de la visión diurna, brillante y de la percepción de los colores. Existen 3 tipos diferentes de conos que garantiza al ojo humano identificar los colores rojo, verde y azul. La combinación de la información sensorial de estas células es la que permite al hombre percibir una inmensa gama de colores y diferenciar sus tonalidades.
Cuando existe una alteración en los conos se pierde la posibilidad de distinguir algún color, siendo las más frecuentes en el ojo humano:
- Deuteranomalia: Dificultad para identificar las longitudes de onda correspondientes al color verde.
- Protanomalía: Dificultad para identificar las longitudes de onda correspondientes al color rojo.
- Tritanomalia: Dificultad para identificar las longitudes de onda que conciernen al color azul (menos frecuente)
Cómo se detecta
El optotipo utilizado habitualmente en otro tipo de exploración visual, puede ser un referente inicial de la capacidad que tiene el examinado para detectar los colores rojo, azul y amarillo.
- El Test de Ishihara. Se realiza mostrando láminas diseñadas con puntos coloreados y agrupados entre sí, que delimitan números y formas. Estas son perfectamente distinguidas por individuos sin alteraciones de la visión a color, sin embargo, al portador de algún tipo de discromatopsia le cuesta identificar correctamente dichas láminas. Es una prueba muy útil para la identificación de esta patología.
- El Test de Farnsworth D 15. Se presenta en forma de elementos que deben ser ordenados en función de su color y la tonalidad. Es una prueba sensible para poder clasificar y medir el grado de severidad de las afectaciones de la visión de color.
Trabajo en el mar
Padecer esta enfermedad, aunque no compromete la vida, puede ser una condición que impida acceder a puestos de trabajo donde la clara definición de los colores es determinante en la toma de decisiones.
En el ambiente laboral marítimo es imprescindible percibir perfectamente los colores de las luces de las embarcaciones, de las boyas, de los elementos que se encuentran en los paneles de mandos, el color del cableado de la sala de máquinas, etc.
No debe olvidarse que en este sector se añade la baja visibilidad en la navegación nocturna y las posibles influencias de las condiciones climatológicas adversas, por lo que, para desarrollar en especial tareas de vigía, el tripulante debe poseer una buena diferenciación de los colores.
Tratamiento
A pesar de que se han realizado experimentos con animales, en la actualidad no existe tratamiento conocido para las discromatopsias de causa heredada. La utilización de gafas o lentes especiales, en la mejoría de esta dificultad visual tienen un coste elevado y se han descrito molestias de adaptación, o en su uso de forma permanente.
La utilización de este tipo de ayuda durante la realización de los reconocimientos médicos de embarque marítimo no es aceptada.
(*) Rosa Gandía Bonín. Doctora de Sanidad Marítima
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número 655 de la revista Mar.