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Eólica marina: acelerar su futuro

02/10/2023

Medio Ambiente

Sigurd Solheim Pettersen y Bente Pretlove. Foto: Ole Jørgen Bratland
Ole Jørgen Bratland

La eólica marina flotante está generando nuevas posibilidades para la ubicación de la energía eólica y desempeñará un papel crítico en la transición hacia un suministro de energía más limpio.
El informe «Energy Transition Outlook» de DNV estima que, para 2050, el 15% de toda la capacidad instalada de energía eólica marina procederá de plantas flotantes. Es decir que en los próximos 30 años se instalarán en todo el mundo aproximadamente 300 GW de energía eólica marina flotante. Para ello, será necesario montar unas 20.000 turbinas, cada una de ellas sobre unidades flotantes de más de 5.000 toneladas y aseguradas con tantas líneas de amarre que, si estuvieran atadas de extremo a extremo, darían la vuelta al mundo dos veces. Si bien el sector brinda oportunidades significativas, también incluye una serie de obstáculos nuevos a medida que los desarrolladores buscan proyectos más alejados de la costa, en aguas más profundas. Este mercado creciente está aún en pañales y para que la energía eólica marina flotante ofrezca todo su potencial, deben superarse diversos retos. 

ESTANDARIZACIÓN

tipos de molinos de eólica marina
Diferentes tipos de aerogeneradores flotantes. 

Al tratarse de una tecnología relativamente nueva con pocas turbinas en funcionamiento, el coste normalizado de la energía (LCOE) en el caso de la eólica marina flotante sigue siendo muy alto. Para que esta tecnología crezca más rápido, es primordial que el LCOE se reduzca lo máximo y lo antes posible. 

El informe «Energy Transition Outlook» de DNV estima que el coste normalizado de la eólica marina flotante caerá casi un 80% para 2050. Dicha caída dependerá de varios factores, como la potencia instalada acumulada, la economía de escala y la fabricación en serie, por citar algunos. DNV espera que el volumen de parques eólicos y turbinas aumente para ser el principal factor de reducción del LCOE, a medida que el sector pasa de parques eólicos piloto a parques de tamaño comercial esta década. 

Durante este proceso, la estandarización se convertirá en una herramienta clave para la industrialización, que impulsará la reducción de costes después de 2030. 

Es prometedor ver más de 50 conceptos de energía eólica flotante en desarrollo en la actualidad y la propuesta de nuevos conceptos habitualmente. Sin embargo, la amplia gama de conceptos también puede suponer una barrera para la reducción de costes, necesaria en el sector para atraer a la larga inversiones no subvencionadas. Actualmente, debido al número de enfoques de fabricación y formas distintos puede ser difícil para la cadena de suministro proporcionar instalaciones de fabricación eficientes, y para los fabricantes, fabricar turbinas flotantes óptimas. El sector necesitará de innovación para impulsar el rendimiento, reducir el peso, soportar las condiciones ambientales duras y permitir operaciones eficientes.


Además de la infinidad de conceptos de cimentación para energía eólica flotante entre los que elegir, también hay que considerar las variantes de turbinas, cables y sistemas de amarre. Si bien el sector necesita conseguir rápidamente el crecimiento, no debería ser en detrimento de lograr avances. Dado que habrá pocos conceptos de eólica flotante probados en un parque eólico de tamaño comercial antes de 2030, los efectos de la estandarización podrían ser limitados hasta mediados de la década de 2030, fecha en la que el sector tendrá una idea más precisa del coste y el rendimiento de los parques eólicos de tamaño comercial con varias soluciones técnicas. 

PROYECTO MARCO

A medida que la energía eólica marina flotante siga incrementando el ritmo, la demanda de espacio oceánico también aumentará. Es fundamental que dicha expansión se lleve a cabo de forma segura, justa y sostenible. Por ello, es crucial que los actores interesados en el mar construyan una base de trabajo fuerte. DNV está facilitándolo actualmente a través de un proyecto de tres años llamado «MARine CO-existence scenario building» (MARCO). 

El proyecto busca desarrollar un conjunto de herramientas para la creación de un modelo de sistema escalable, a través del cual se puedan crear escenarios para la coexistencia marina entre los distintos usuarios de los ecosistemas oceánicos y marinos. Los socios son el desarrollador de energía eólica marina Mainstream Renewable Power, la empresa de piscicultura marina SalMar Aker Ocean, el Instituto Noruego de Investigación Marina y la Asociación de Pescadores Noruegos. Se centrará en establecer una base de conocimiento común entre los actores interesados en el mar, lo que les permitirá identificar sinergias, resolver conflictos y negociar soluciones positivas para todos, a la vez que protegen la salud de los océanos. 

Parque eólico Hywind Tampen en Noruega, el mayor de Europa.
Parque eólico Hywind Tampen en Noruega, el mayor de Europa. Foto:  Karoline Rivero Bernacki / ©Equinor

Los futuros procesos de planificación espacial marina deberán enfatizar cada vez más la coexistencia con la naturaleza y otras actividades humanas. Con el conjunto de herramientas MARCO, los desarrolladores y operarios marítimos sobre el terreno podrán lograr una ventaja competitiva al entender más rápidamente cómo la futura competencia por el espacio influirá en su factor de riesgo y oportunidad global en relación con otros usuarios del océano y con el ecosistema marino. También respaldará la planificación estratégica y el diálogo entre actores interesados en relación con los desarrollos marítimos sobre el terreno, la planificación espacial marina y la gestión de ecosistemas. Como parte del proyecto, los socios buscarán capturar el impacto que tienen los sectores oceánicos entre sí y en el entorno, y los efectos acumulados de la combinación de todos los sectores. Para abordar las principales incertidumbres, los socios también colaborarán en el desarrollo de futuros escenarios relacionados con la coexistencia. 

Dicho conjunto de herramientas se desarrollará de manera que permita su ampliación y su adaptación a distintas regiones y marcos internacionales. Los actores interesados en la energía eólica marina y la acuicultura desempeñarán un papel activo en el proyecto, en la investigación y desarrollo de las herramientas a través de talleres y reuniones para garantizar que cumplan las necesidades y expectativas del sector. 

A través de la transparencia y la confianza en el diálogo entre los actores interesados, el proyecto irá más allá de las soluciones existentes para la ordenación de los océanos, apuntando oportunidades de coexistencia y teniendo en cuenta el impacto de incertidumbres futuras en la naturaleza y la «economía azul».

¿SERÁ RENTABLE?

Para lograr objetivos ambiciosos en la energía eólica marina flotante, el sector debe acelerar la comercialización lo antes posible y, al mismo tiempo, gestionar el riesgo y mantener operaciones seguras. No obstante, se da la paradoja de que deben instalarse más aerogeneradores flotantes para reducir los costes, pero no se pueden lograr reducciones de costes sin haber instalado más energía eólica flotante. 

Los primeros signos son prometedores y los gobiernos también desempeñarán un papel fundamental a la hora de apoyar la inversión reduciendo los riesgos y generando seguridad, especialmente a través de políticas y marcos regulatorios. Además de la estabilidad a largo plazo, los gobiernos también pueden ayudar a crear las circunstancias adecuadas para que los mercados se desarrollen, por ejemplo, subvencionando proyectos e infraestructura de energía eólica flotante, como redes eléctricas y puertos. El propio sector tendrá que afrontar aspectos como la estandarización, los costes de fabricación de la estructura flotante, la infraestructura portuaria, la capacidad y el coste de funcionamiento y mantenimiento. A medida que la comercialización se acelera, la eólica marina flotante está generando nuevas posibilidades para la ubicación de la energía eólica y desempeñará una función crítica en la transición hacia un suministro de energía más limpio. 

Sigurd Solheim Pettersen, investigador principal, y Bente Pretlove, vicepresidente, director de programas; espacio oceánico, investigación de grupo y desarrollo en DNV

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