Ley sobre IA - Revista Mar
Cómo beneficiará la nueva Ley sobre IA al sector portuario
Navegando hacia el futuro
28/11/2024
Marina mercante
Anabel Gutiérrez
Una ley histórica cuyos principales objetivos son garantizar la seguridad, respetar los derechos fundamentales, promover la transparencia y fomentar la innovación. Pero, específicamente, ¿cómo afectará esta ley al sector portuario?
La Ley Europea de Inteligencia Artificial, en adelante Ley IA (Reglamento UE 2024/1689), que entró en vigor el 1 de agosto pasado, representa un hito en la regulación de la inteligencia artificial, estableciendo un marco ético y seguro no solo para el desarrollo y uso de esta tecnología, también un paso importante hacia un futuro en el que la IA se utilice de manera segura, ética y beneficiosa para todos.
La UE ha dado un paso valiente, no exento de controversias dado que sus principales competidores, EEUU y China, no optan en este momento por una regulación, bajo el pretexto de que eso podría frenar su desarrollo y propiciar su fuga a otros lugares donde no existan estas limitaciones.
PUERTOS INTELIGENTES
Llegados a este punto, seguramente todos nos hacemos las mismas preguntas: ¿cómo afectará esta ley al sector portuario? ¿Limitará su competencia con respecto a otros países o resultará beneficioso? Un reciente informe, elaborado desde la Cátedra Smart Ports de la Universitat Jaume I de Castellón de la Plana, analiza los principales ejes de esta ley y su potencial impacto en el sector, tratando de dar respuesta a estas preguntas.
Uno de sus principales objetivos es que los sistemas de IA no comprometan la seguridad ni los derechos fundamentales de los ciudadanos. Francisco Toledo, director de la Cátedra Smart Ports y catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, explica que este punto concretamente se refiere a “protecciones específicas para derechos como la privacidad, la igualdad y la no discriminación; limitaciones y, en algunos casos, prohibiciones en aplicaciones de IA que puedan suponer un riesgo para estos derechos, como el uso masivo de la identificación biométrica en espacios públicos o el procesamiento de datos de carácter sensible sin el consentimiento adecuado”.
La Ley Europea de IA introduce una clasificación de los sistemas de inteligencia artificial en función del riesgo que representan, con la intención de imponer regulaciones proporcionales y específicas.
SISTEMAS DE IA DE ALTO RIESGO
ÉTICA Y SEGURIDAD
Esta norma va a tener un impacto significativo en la ciberseguridad. Teniendo en cuenta que los puertos son infraestructuras críticas y vulnerables para sufrir ciberataques, el director de la Cátedra Smart Port asegura que esto va a suponer la adopción de “medidas de ciberseguridad robustas, protegiendo los datos y sistemas contra posibles vulnerabilidades”. A esto se le suma que la Ley, según este experto, propiciará la experimentación en entornos regulados y el fomento de la colaboración entre expertos en IA y en ciberseguridad para crear conjuntamente tecnologías más seguras y mejor alineadas con las normativas.
La nueva ley tiene implicaciones directas en la ciberseguridad marítima, especialmente en lo referente a la detección temprana de amenazas o la respuesta automática a incidentes. Se puede entrenar a la IA para detectar patrones anómalos en grandes volúmenes de datos, pero la ley exige que estos sistemas sean transparentes y explicables, lo que puede dificultar el uso de técnicas de aprendizaje profundo.
La IA, por otra parte, puede automatizar muchas de las tareas relacionadas con las respuestas a incidentes, pero establece la exigencia de supervisión humana para las decisiones críticas, lo que limita la autonomía de los sistemas. La ley fomenta el desarrollo de sistemas de IA más robustos y resilientes, capaces de resistir ataques cibernéticos. Esto implica la necesidad de implementar medidas de seguridad adicionales, como la encriptación de datos y la autenticación multifactor.
Para las empresas marítimas esto va a suponer un esfuerzo añadido. Deberán encontrar el equilibrio adecuado entre estos dos objetivos, garantizar la seguridad y la innovación. Otro de los desafíos será la escasez de talento: la implementación de sistemas de IA requiere de profesionales con habilidades específicas en ciberseguridad y ciencia de datos. “La Ley Europea de IA abre un nuevo horizonte para el sector portuario, que ahora debe mover ficha y ser capaz de adaptarse rápidamente a los nuevos requisitos normativos”, concluye el director de la Cátedra Smart Ports.
5 PRÁCTICAS INTELIGENTES
Explica Francisco Toledo, director de la Cátedra Smart Ports, que en nuestro país estamos asistiendo a un proceso de transformación digital portuaria en el que se están implantando progresivamente sistemas de IA en áreas como la automatización, la logística inteligente, el mantenimiento predictivo, la ciberseguridad o la gestión de la energía. Aquí algunos ejemplos:
Incrementará la confianza de los consumidores y socios internacionales y se convertirá en un valor añadido para las empresas europeas que implementan IA. Sin duda, favorecerá la competitividad europea.
La Ley Europea de IA tiene el potencial de establecer un estándar mundial. Similar a lo ocurrido con el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), la ley puede influir en otras jurisdicciones que busquen modelos de regulación responsables. El impulso a la innovación en IA segura fortalecerá la competitividad de las empresas europeas en sectores de alto valor añadido, ya que sus productos y servicios estarán adaptados para funcionar en entornos de alta seguridad y complejidad. El desarrollo de tecnología avanzada en ciberseguridad, además, permitirá a Europa destacarse en el desarrollo de soluciones completas y seguras en contextos complejos. Por otra parte, la Ley promueve los entornos de pruebas controlados (sandbox) para que empresas y startups puedan experimentar con sistemas de IA bajo supervisión regulatoria. Este entorno brinda una ventaja significativa a Europa al facilitar la innovación sin los riesgos asociados a la implementación temprana y desregulada, lo que resulta en productos finales de mayor calidad y seguridad.
Estoy seguro de que los puertos europeos que implementen IA bajo esta ley podrán ofrecer garantías adicionales en ciberseguridad y eficiencia operativa, atrayendo a empresas y operadores logísticos internacionales. En definitiva, la capacidad de Europa para ofrecer sistemas portuarios y logísticos de alta seguridad puede diferenciarla como un socio preferente para actores internacionales.
Finalmente, me gustaría destacar que la ley supone una demanda importante de expertos en IA, ciberseguridad y regulación, lo que impulsa la formación de talento altamente cualificado. Esta inversión en capital humano especializado es un activo estratégico para Europa, generando empleo de calidad y desarrollando un ecosistema de conocimiento que refuerza la posición de la UE como centro de innovación y transferencia de conocimiento.
Leer más en el número 650 de la revista Mar
La Ley Europea de Inteligencia Artificial, en adelante Ley IA (Reglamento UE 2024/1689), que entró en vigor el 1 de agosto pasado, representa un hito en la regulación de la inteligencia artificial, estableciendo un marco ético y seguro no solo para el desarrollo y uso de esta tecnología, también un paso importante hacia un futuro en el que la IA se utilice de manera segura, ética y beneficiosa para todos.
La UE ha dado un paso valiente, no exento de controversias dado que sus principales competidores, EEUU y China, no optan en este momento por una regulación, bajo el pretexto de que eso podría frenar su desarrollo y propiciar su fuga a otros lugares donde no existan estas limitaciones.
PUERTOS INTELIGENTES
Llegados a este punto, seguramente todos nos hacemos las mismas preguntas: ¿cómo afectará esta ley al sector portuario? ¿Limitará su competencia con respecto a otros países o resultará beneficioso? Un reciente informe, elaborado desde la Cátedra Smart Ports de la Universitat Jaume I de Castellón de la Plana, analiza los principales ejes de esta ley y su potencial impacto en el sector, tratando de dar respuesta a estas preguntas.
Uno de sus principales objetivos es que los sistemas de IA no comprometan la seguridad ni los derechos fundamentales de los ciudadanos. Francisco Toledo, director de la Cátedra Smart Ports y catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, explica que este punto concretamente se refiere a “protecciones específicas para derechos como la privacidad, la igualdad y la no discriminación; limitaciones y, en algunos casos, prohibiciones en aplicaciones de IA que puedan suponer un riesgo para estos derechos, como el uso masivo de la identificación biométrica en espacios públicos o el procesamiento de datos de carácter sensible sin el consentimiento adecuado”.
La Ley Europea de IA introduce una clasificación de los sistemas de inteligencia artificial en función del riesgo que representan, con la intención de imponer regulaciones proporcionales y específicas.
SISTEMAS DE IA DE ALTO RIESGO
- AUTOMATIZACIÓN PORTUARIA. Aquellos sistemas que puedan vulnerar la protección de datos (como los sistemas de control de grúas automatizadas, sistemas de navegación autónoma de embarcaciones dentro de puertos, o sistemas de reconocimiento facial para el control de acceso), estarán sujetos a requisitos más estrictos, como evaluaciones de impacto, transparencia y supervisión humana.
- MANTENIMIENTO PREDICTIVO.
Los sistemas utilizados para predecir fallos en equipos marítimos también podrían considerarse de alto riesgo, especialmente si su fallo pudiera poner en peligro vidas humanas o causar daños ambientales significativos. - DECISIONES ALGORÍTMICAS.
Deberán ser transparentes y explicables, especialmente cuando se tomen decisiones que afecten a los derechos de las personas. En el ámbito marítimo, esto podría aplicarse a sistemas de selección de rutas marítimas, asignación de tareas a la tripulación o evaluación de riesgos. - GENERACIÓN DE CONTENIDO.
Los sistemas de IA que generan contenido, como chatbots o asistentes virtuales, deberán indicar claramente que el contenido generado es artificial. Esto podría ser relevante en el contexto de la comunicación entre buques y puertos, o en la atención al cliente en las terminales portuarias. - PRIVACIDAD.
La ley refuerza la protección de datos personales, lo que implica que las empresas portuarias y marítimas deberán garantizar la seguridad y confidencialidad de los datos que recopilen y procesen mediante sistemas de IA. - BIOMETRÍA.
El uso de sistemas de reconocimiento biométrico, como el reconocimiento facial o de iris, estará sujeto a restricciones adicionales, lo que podría afectar a los sistemas de control de acceso en los puertos.
ÉTICA Y SEGURIDAD
Esta norma va a tener un impacto significativo en la ciberseguridad. Teniendo en cuenta que los puertos son infraestructuras críticas y vulnerables para sufrir ciberataques, el director de la Cátedra Smart Port asegura que esto va a suponer la adopción de “medidas de ciberseguridad robustas, protegiendo los datos y sistemas contra posibles vulnerabilidades”. A esto se le suma que la Ley, según este experto, propiciará la experimentación en entornos regulados y el fomento de la colaboración entre expertos en IA y en ciberseguridad para crear conjuntamente tecnologías más seguras y mejor alineadas con las normativas.
La nueva ley tiene implicaciones directas en la ciberseguridad marítima, especialmente en lo referente a la detección temprana de amenazas o la respuesta automática a incidentes. Se puede entrenar a la IA para detectar patrones anómalos en grandes volúmenes de datos, pero la ley exige que estos sistemas sean transparentes y explicables, lo que puede dificultar el uso de técnicas de aprendizaje profundo.
La IA, por otra parte, puede automatizar muchas de las tareas relacionadas con las respuestas a incidentes, pero establece la exigencia de supervisión humana para las decisiones críticas, lo que limita la autonomía de los sistemas. La ley fomenta el desarrollo de sistemas de IA más robustos y resilientes, capaces de resistir ataques cibernéticos. Esto implica la necesidad de implementar medidas de seguridad adicionales, como la encriptación de datos y la autenticación multifactor.
Para las empresas marítimas esto va a suponer un esfuerzo añadido. Deberán encontrar el equilibrio adecuado entre estos dos objetivos, garantizar la seguridad y la innovación. Otro de los desafíos será la escasez de talento: la implementación de sistemas de IA requiere de profesionales con habilidades específicas en ciberseguridad y ciencia de datos. “La Ley Europea de IA abre un nuevo horizonte para el sector portuario, que ahora debe mover ficha y ser capaz de adaptarse rápidamente a los nuevos requisitos normativos”, concluye el director de la Cátedra Smart Ports.
5 PRÁCTICAS INTELIGENTES
Explica Francisco Toledo, director de la Cátedra Smart Ports, que en nuestro país estamos asistiendo a un proceso de transformación digital portuaria en el que se están implantando progresivamente sistemas de IA en áreas como la automatización, la logística inteligente, el mantenimiento predictivo, la ciberseguridad o la gestión de la energía. Aquí algunos ejemplos:
- PUERTO DE BARCELONA. Ha implementado sistemas de IA para optimizar la gestión del tráfico y la logística portuaria y utiliza tecnologías de machine learning para analizar datos en tiempo real y mejorar la asignación de recursos, la planificación de las operaciones y la gestión del tráfico en las terminales. La Terminal Barcelona Port (BCT) ha integrado un sistema automatizado de gestión de contenedores que usa IA para asignarles en las ubicaciones más eficientes dentro de la terminal.
- PUERTO DE BILBAO. Su sistema de predicción basado en inteligencia artificial está desarrollado para optimizar el mantenimiento de las grúas de contenedores y otros equipos portuarios.
- PUERTO DE VALENCIA. Ha puesto en marcha un sistema inteligente para gestionar la logística y los procesos de carga mediante el uso de IA y big data.
- PUERTO DE ALGECIRAS. Ha adoptado un sistema de mantenimiento predictivo basado en IA para optimizar la operatividad de las grúas y otros equipos portuarios. El sistema analiza datos históricos y en tiempo real de los equipos para predecir fallos antes de que ocurran.
- PUERTO DE MÁLAGA. Su sistema inteligente de videovigilancia está basado en IA para mejorar la seguridad física y cibernética. Utiliza una técnica de análisis de vídeo inteligente para detectar comportamientos inusuales o situaciones de riesgo en tiempo real y alertar a las autoridades competentes.
Incrementará la confianza de los consumidores y socios internacionales y se convertirá en un valor añadido para las empresas europeas que implementan IA. Sin duda, favorecerá la competitividad europea.
La Ley Europea de IA tiene el potencial de establecer un estándar mundial. Similar a lo ocurrido con el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), la ley puede influir en otras jurisdicciones que busquen modelos de regulación responsables. El impulso a la innovación en IA segura fortalecerá la competitividad de las empresas europeas en sectores de alto valor añadido, ya que sus productos y servicios estarán adaptados para funcionar en entornos de alta seguridad y complejidad. El desarrollo de tecnología avanzada en ciberseguridad, además, permitirá a Europa destacarse en el desarrollo de soluciones completas y seguras en contextos complejos. Por otra parte, la Ley promueve los entornos de pruebas controlados (sandbox) para que empresas y startups puedan experimentar con sistemas de IA bajo supervisión regulatoria. Este entorno brinda una ventaja significativa a Europa al facilitar la innovación sin los riesgos asociados a la implementación temprana y desregulada, lo que resulta en productos finales de mayor calidad y seguridad.
Estoy seguro de que los puertos europeos que implementen IA bajo esta ley podrán ofrecer garantías adicionales en ciberseguridad y eficiencia operativa, atrayendo a empresas y operadores logísticos internacionales. En definitiva, la capacidad de Europa para ofrecer sistemas portuarios y logísticos de alta seguridad puede diferenciarla como un socio preferente para actores internacionales.
Finalmente, me gustaría destacar que la ley supone una demanda importante de expertos en IA, ciberseguridad y regulación, lo que impulsa la formación de talento altamente cualificado. Esta inversión en capital humano especializado es un activo estratégico para Europa, generando empleo de calidad y desarrollando un ecosistema de conocimiento que refuerza la posición de la UE como centro de innovación y transferencia de conocimiento.
Leer más en el número 650 de la revista Mar