ACOSO SEXUAL LABORAL EN EL ÁMBITO MARINO

Atajar los factores organizacionales

01/03/2023

Marina mercante

Marta Viñarás
capitana de un barco hablando por teléfono

En junio de 2021 se presentaron conjuntamente ante la Corte de Nueva York dos denuncias contra la naviera Maersk. Una por el acoso a Midshipman-Y, nombre clave de una cadete que tras semanas de bromas machistas, insinuaciones sexuales, tocamientos no consentidos y dormir encerrada en el baño con un cuchillo, tuvo que pedir ser evacuada de urgencia ante el miedo a ser violada; y otra por la violación sufrida antes por la cadete Hope Hicks a manos del primer ingeniero del buque en el que navegaba, tras semanas de conductas de acoso sexual por parte de varios tripulantes. Estas mujeres son pioneras en llevar a los tribunales el acoso sexual de las marinas, pero las historias de abusos que no han salido a la luz son probablemente muchas más que las que lo han hecho.

La profesora de la Universidad Diliman de Filipinas, Lucia Tangi publicaba en 2020 un artículo titulado “Uniéndonos frente a las mareas: la organización de marinas filipinas para luchar contra el acoso sexual” donde se muestran diferentes formas de acoso sexual que han sufrido las mujeres filipinas desde su incorporación, en los años 90, al mundo laboral marino.
El artículo recoge el testimonio de Jasmine (solo identificada por su nombre de pila) la primera capitana de la marina mercante filipina: “La primera vez que me embarqué como cadete mi padre me recomendó que me hiciera amiga del cocinero, pues así nunca pasaría hambre. Sin embargo, ese mismo hombre en el que yo había depositado mi confianza intentó introducir sus dedos entre mis piernas mientras estaba durmiendo. No dije nada. Tenía solo 17 años y no sabía que hacer”. Tardó 19 años en hablar abiertamente del incidente.
En una entrevista a una cadete que volvía tras un año embarcada en un barco internacional, se le preguntó por  los consejos que daría a las nuevas cadetes para evitar el acoso y dijo: 
• Nunca tomes bebidas alcohólicas. Si bebes, los demás podrían aprovecharse de ti. 
• No aceptes bebidas abiertas. Pueden poner pastillas para dormir en las bebidas.
• Camúflate. Lleva el pelo corto y ropas arrugadas, que te tengan que decir que te bañes.
• Rara vez me cepillaba los dientes para disuadirles.
• No me depilaba las axilas. Cada vez que me cambiaba, decían que daba asco, algunos se ofrecían voluntarios para rasurarme. 
• Siempre llevaba camisetas anchas. 
• Actúa como uno más. Si hacen chistes verdes, sígueles el rollo. 
• No informes a tus superiores de que estás fuera de servicio pues puede que tengan otros planes. 
• Aprende a decir no a las maniobras sexuales de tus compañeros. 

Mujer asiática en barco mercante mirando a través de binoculares
Un grupo de marinas filipinas crearon un comité  para luchar contra el acoso sexual a bordo

La mayoría de las mujeres entrevistadas dijeron no conocer el procedimiento para poner una queja a bordo. También tenían miedo de sufrir represalias a nivel profesional, como quedarse sin trabajo o entrar en una lista negra o ser ridiculizadas por la tripulación de hombres. En ocasiones, la persona a la que deben informar coincide con el propio acosador, con el que tienen que continuar conviviendo más allá de la jornada laboral y durante largos periodos de tiempo. Además, como explica el abogado al que recurrieron las cadetes estadounidenses que han llevado su caso a los tribunales, las marinas que precisan poner una denuncia se enfrentan también a la necesidad de un fuerte soporte legal o el hecho de que muchas veces la bandera de las embarcaciones implicadas no coincide con la nacionalidad de las marinas, del acosador o de la empresa. 
Tras escuchar sus testimonios y los de otras marinas filipinas que se enfrentaban al mismo problema, decidieron crear un comité de Mujeres dentro de la Asociación de Marinos de Filipinas, desde el cual se ofrece apoyo psicológico y legal para ayudar a romper la cultura de silencio en torno al acoso sexual a bordo.
Maersk Line Limited manifestó en un comunicado que su empresa aplica la "tolerancia cero para el abuso, el acoso o cualquier forma de discriminación en sus barcos y empresa". Finalmente, en febrero de 2022 llegó a un acuerdo con las demandantes, cuyos términos no se conocen, y procedió al despido de cinco tripulantes, tres por violaciones de la política de alcohol de la compañía y dos, incluido el presunto atacante de Hicks, por no cooperar con la investigación. Sus abogados argumentaron que Maersk había incumplido sus deberes de prevención de acoso y agresión sexual.

Cadete Hope Hicks el día de su graduación. Foto; John Paraskevas
Cadete Hope Hicks el día de su graduación. Foto: John Paraskevas

CIFRAS PREOCUPANTES
Según la revisión de la literatura del año 2022 de Österman y Boström, los pocos datos que hay de estudios sobre el tema indican que entre un 17% y un 58% de mujeres marinas sufren acoso e intimidación en el ámbito laboral. En realidad, todas las mujeres embarcadas se enfrentan a experiencias de machismo y a ser juzgadas por su sexo en vez de como personas. El acoso sexual en el ámbito laboral es un reflejo de una desigual relación de poder, se inscribe en un contexto de violencia contra las mujeres ya que los efectos negativos del acoso no recaen únicamente en la persona acosada, sino que se extiende a todas las personas que forman parte de ese “grupo”, precisamente por tener menor poder, estar en situaciones de mayor inseguridad o vulnerabilidad, por efecto de una socialización diferencial de género que les conmina a sufrir en silencio. 
Asimismo, se incardina en un entorno laboral sexista, en el que se producen otros actos discriminatorios contra las mujeres, tales como las diferencias de salario, el reparto de tareas por sexos, etc. Todo ello se produce en un marco de abuso de poder, y por lo tanto puede acompañar a otro tipo de conductas abusivas, no sólo sexistas, sino también racistas, homófobas, etc. De manera secundaria, se asocia también a otros tipos de acoso que se producen en el ámbito laboral, tales como el psicológico o moral.
El mundo laboral marino ha sido históricamente de mayoría masculina y con una cultura profesional fuertemente jerarquizada que valora la experiencia práctica. La tradición era la de aceptar a los jóvenes y nuevos marinos en las embarcaciones para que pudieran ser guiados y socializados, a veces a través de la intimidación y el abuso psicológico, en la cultura laboral y vital marina y en la jerga del mar. También hay otros factores de riesgo para el acoso que son específicos del contexto marítimo o se ven aumentados en este como son la incertidumbre laboral y el trabajo en banderas de conveniencia, el trabajo a turnos y la carga de trabajo excesiva o la difícil separación entre el trabajo y la vida privada dentro de la embarcación. 
Dependiendo de los estudios, entre un 8% y un 25% de los marinos, sin diferenciar entre hombres y mujeres, son objeto de intimidación, abuso psicológico y /o acoso sexual, sobre todo aquellos que son nuevos o jóvenes, que ostentan los cargos de menor rango o que pertenecen a minorías de género, raza, religión u orientación sexual.

Buque carguero de Maersk Line en puerto Bahía de Algeciras
Buque carguero de Maersk Line en puerto Bahía de Algeciras

DIRECTRICES SIN SANCIONES
Las enmiendas de 2016 al Convenio sobre el Trabajo Marítimo de 2006, añaden la necesidad de tener en cuenta la última versión del documento “Directrices sobre la eliminación del acoso y la intimidación a bordo de los buques” publicado conjuntamente por la Cámara Naviera Internacional y la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte. En ellas se establece que los gobiernos y las navieras deben tomar medidas, incluyendo una clara política de eliminación del acoso e intimidación en el trabajo, información sobre las conductas apropiadas e inapropiadas de los trabajadores del mar y sobre los protocolos de denuncia. Pero estas directrices no incluyen sanciones para los acosadores o las empresas que no las cumplan y, puesto que son recomendaciones, no son legalmente vinculantes. Además, tampoco inciden sobre los factores organizacionales del ámbito marino que son el caldo de cultivo de conductas de acoso laboral y sexual.
A pesar de que los devastadores efectos negativos tanto físicos como psicológicos, en una profesión en la que ya de por sí se encuentran cifras más altas de depresión, ansiedad, o ideación suicida que en la población general, ya serían justificación suficiente para implementar todas las medidas necesarias para evitarlo, el acoso también tiene consecuencias negativas colectivas ya que dificulta el trabajo de los marinos, pone en riesgo la seguridad del buque y disminuye la capacidad de retención de la fuerza trabajadora o de reclutamiento. 
Quizás la incorporación de la mujer en el ámbito laboral marino pueda aprovecharse como una oportunidad para atajar los factores organizacionales que facilitan al mismo tiempo el acoso laboral y las malas condiciones de trabajo, así como servir de apoyo a todos aquellos grupos vulnerables. Al fin y al cabo, ser tripulante de una embarcación supone confiar, y facilitar, que tus compañeros hagan su trabajo correctamente porque de ello puede depender la seguridad del barco y la tuya propia. Mientras se cambian esos factores sería imprescindible la existencia del mayor número posible de redes y recursos de apoyo para aquellas (y aquellos) que sufren acoso.  
 

MARTA VIÑARÁSMédico de Sanidad Marítima

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