En las tinieblas de la depresión
Sanidad marítima
Las condiciones laborales en los trabajadores embarcados pueden no ser favorables para la curación de la depresión, pudiendo comprometer a terceros y al buen desarrollo de la navegación en general. Actualmente existen tratamientos efectivos que mejoran la vida de los enfermos con depresión.
Hipócrates agrupó síntomas como desesperación, insomnio, irritabilidad, inquietud, aversión a la comida, miedo y tristeza bajo la denominación de melancolía, la cual por mucho tiempo se trató con terapia ambiental, paseos, oír música, comer ciertos alimentos y rituales mágicos.
Aunque desde las primeras épocas de la existencia del hombre se ha escrito sobre este problema de salud, la implantación de tratamientos efectivos es relativamente reciente en la medicina, y están vinculados a los adelantos científicos en las ramas de la neuropsicología y la farmacología.
La depresión es el resultado de la interacción de factores sociales, psicológicos y biológicos. En la infancia, los procesos de separación forzosas de padres o tutores y carecer de una figura que represente un apego firme, pueden condicionar alteración de las emociones en el adulto.
Los niños y adolescentes a los que se les permite obtener todo lo que deseen de manera fácil y sin límites en la educación, pueden desarrollar cuando son adultos malas respuestas ante pequeñas frustraciones y desencadenar cuadros depresivos.
EL CUADRO CLÍNICO
Las manifestaciones clínicas de la depresión aparecen como resultado de situaciones transitorias, como es el caso de una reacción de duelo por perdida de un familiar o un divorcio mal negociado. Se puede diagnosticar también en personas que han sufrido un trauma severo por guerras, accidentes de tráfico o catástrofes climatológicas, por ejemplo, en el llamado trastorno de estrés post traumático (TEPT).
Está la depresión que tiene un carácter hereditario en la cual se presentan manifestaciones de tristeza profunda, desinterés por lo cotidiano y miedo, entre otros síntomas, sin causa explicable o frente a mínimos estímulos.
La alteración puede ser leve, moderada o severa, ser un síntoma aislado o acompañado de ansiedad, se presenta también alternando etapas de tristeza con euforia o alegría extrema.
Con el incremento cada vez mayor de la mujer en el ámbito laboral marino, debe tenerse en cuenta la existencia de la depresión postparto, que se acompaña de cambios marcados en el estado de ánimo de la mujer en esa etapa de su vida.
Las manifestaciones de la depresión son variadas y dependen mucho de cada individuo y su entorno sociocultural. Sin embargo, se puede sospechar cuando aparecen: trastornos del sueño y el apetito; perdida de interés por las actividades cotidianas; tristeza o manifestaciones de baja autoestima; falta de energía y dificultades en la concentración, así como evitación social.
Uno de los problemas añadidos es la negación u ocultación de los síntomas, por la creencia popular de que cualquier manifestación psicológica se considera “locura”. Esta situación, lejos de mejorar la vida del paciente, lo aleja de familiares y amigos, creándole problemas laborales y empeorando los síntomas.
EL TRATAMIENTO
El conocimiento de los neurotransmisores del cerebro, de los receptores que participan en las sinapsis, y los llamados segundos mensajeros, cambiaron radicalmente la forma de interpretar y planificar las estrategias farmacológicas en el manejo de la depresión.
Existen tratamientos y estrategias terapéuticas eficaces para curar la depresión
En el tratamiento de los cuadros depresivos se debe brindar al paciente un adecuado soporte psicológico y farmacológico, siendo indispensable dejar establecido desde el inicio del tratamiento que, la mejoría de síntomas no se logra de inmediato, y que la decisión por el paciente de la suspensión brusca del tratamiento puede ser muy perjudicial. Las estrategias terapéuticas deben estar encaminadas a minimizar o a eliminar los síntomas asociados a la tristeza y fundamentalmente borrar ideas de autolisis (suicidio).
Con relación a los adolescentes, el uso de fármacos debe ser cuidadosamente valorado, teniendo prioridad el apoyo familiar y el tratamiento psicológico evitando utilizar antidepresivos de ser posible.
Desafortunadamente hay una gran parte de la población en todo el mundo que no puede tener acceso a tratamientos adecuados que le permitan minimizar el sufrimiento que acompaña a esta enfermedad.
Además de la medicación y el soporte psicológico, el consumo de legumbres, cereales, pescado azul, chocolate, frutos secos y huevos, aportan a la dieta triptófano, aminoácido precursor de la serotonina, uno de los neurotransmisores involucrados muy especialmente en la sensación de bienestar y felicidad.
La realización de ejercicio físico de preferencia al aire libre se invoca como un recurso que mejora de manera exponencial el estado de ánimo de los pacientes con depresión.
Las condiciones del trabajo en el mar que implican convivencia con otras personas en espacios cerrados, la posibilidad de no seguir patrones correctos de sueño/vigilia, así como los efectos secundarios de la medicación, deben ser tenidos en cuenta en las personas con depresión que desean trabajar embarcados.
Rosa Gandía, médico de Sanidad Marítima