En el informe “La pesca, la acuicultura y la industria transformadora en España. Retos para su sostenibilidad”, de 127 páginas, el CES analiza tanto la situación actual como las perspectivas para el futuro de un sector estratégico para España.

El documento se ha centrado exclusivamente en las fases II y III, (ver gráfico adjunto) como son la producción pesquera y acuícola, y en las industrias de transformación del pescado, por dos importantes argumentos:

El primero, porque las actividades asociadas al sector de la pesca y la acuicultura y su industria transformadora son uno de los factores de seguridad alimentaria. 

El segundo porque desempeña una función clave en la vertebración de la cadena, pues configuran el Sistema Pesquero Alimentario (SPA) en la demanda de la fase I y, en cierta medida, la demanda de la fase IV así como la oferta de la distribución comercial, además de generar vía exportaciones e importaciones, en especial en la industria del pescado, los distintos saldos de comercio exterior. 

El informe define el marco regulador y políticas públicas, desde la Conferencia de Naciones Unidas del 29 de abril de 1958, hasta el Programa para España FEMPA 2021-2027 aprobado por la Comisión Europea. El estudio analiza la situación socioeconómica del sector y la evolución y la situación actual del empleo y las relaciones laborales. Explica la contribución a las estrategias europeas como la autonomía alimentaria, los sistemas de alimentos sostenibles y las metas europeas del cambio climático. Expone los retos para el futuro, las propuestas de actuación y las consideraciones finales.

 

ESTRUCTURA Y EVOLUCIÓN DEL SECTOR. DIMENSIÓN TERRITORIAL

Reto: Mejorar la viabilidad económica del sistema pesquero alimentario a través de la mejora de su competitividad.

Las propuestas van dirigidas hacia: una apuesta para investigación, desarrollo e innovación, junto con la digitalización de todo el sistema pesquero con apoyo financiero y técnico; innovar en el procesado y la presentación de nuevos productos de la pesca y la acuicultura, adaptados a las nuevas demandas  de calidad, seguridad alimentaria y comodidad para el consumidor; reducir los costes operativos de la energía, acelerando la transición energética de la cadena de valor; facilitar el acceso del sector a los recursos derivados del Fondo Europeo Marítimo, de la Pesca y la Acuicultura para el periodo 2021-2027; seguir avanzando en la simplificación, reducción y agilización de las cargas administrativas y en la simplificación de sus procedimientos, como consecución de licencias, obtención de permisos, o las obligaciones de presentar información, para reducir estas cargas en un 25%, y cumplir con  la propuesta de la Comisión Europea.

EL CONSUMO DE PRODUCTOS

Reto: Promover un mayor consumo de productos de la pesca y la acuicultura

Se propone recuperar la dieta mediterránea, donde el pescado es fuente de alimentos saludables y sostenibles, y hacer llegar a los consumidores  los beneficios para la salud de los productos del mar, realizando un esfuerzo en las campañas de promoción.

EL COMERCIO EXTERIOR

Reto: Mejorar el comercio exterior de los productos de la pesca y la acuicultura.

La Unión Europea debe seguir avanzando hacia un régimen de certificación de capturas que garantice no solo la legalidad de los productos de la pesca importados, sino también su sostenibilidad.
 

EL EMPLEO Y LAS RELACIONES LABORALES

Reto: Fomentar la participación equilibrada de las mujeres en todas las actividades del sistema pesquero alimentario. 

Entre las propuestas presentadas destacan la ampliación de los protocolos de no discriminación y las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar. Impulsar la aprobación de los planes de igualdad en las empresas y ofrecer programas de mentoría que faciliten el acceso a la promoción interna, horizontal o vertical, a puestos que tradicionalmente están ocupados por hombres.

Reto: Asegurar el relevo generacional.

Como propuestas destacan: la mejora de los programas educativos y de formación continua, el fomento de los títulos de formación profesional básica y de grado medio y superior,  aumentanto  plazas ofertadas; en el ámbito de la pesca extractiva, explorar la opción de realizar cursos online, previo a la fase práctica en los centros educativos.

El relevo generacional del sector es uno de los retos ya que un 71% de los trabajadores empleados en el mismo es mayor de 40 años. 

Reto: Construir un sistema integrado de relaciones laborales en la pesca extractiva.

Impulsar un convenio colectivo que englobe a todo el sector incluido en los caladeros donde opera la flota; mejorar la seguridad en el trabajo;  mejorar la retribución de los trabajadores y, en el caso de la pesca extractiva, hacerla más estable; modernizar la flota con el fin de mejorar su habitabilidad y adaptarla para favorecer la presencia de mujeres a bordo.

CONTRIBUCIÓN DEL SISTEMA PESQUERO ALIMENTARIO A LAS ESTRATEGIAS EUROPEAS

Reto: Garantizar en todo momento el suministro a la población de alimentos procedentes del sistema pesquero alimentario.

Las propuestas de este reto son:  que la Unión Europea y sus estados deben disponer de mecanismos para facilitar una actuación rápida y efectiva con precios asequibles para la población. La Política Pesquera Común debería garantizar que el sector pesquero y acuícola sea capaz de aportar los productos que demandan los consumidores, reconociendo su papel estratégico en la seguridad alimentaria. 

Reto: Reforzar la sostenibilidad de los productos del mar de cara a alcanzar los ODS de la Agenda 2030 y favorecer la sostenibilidad del sistema alimentario.

Seguir asistiendo a la sostenibilidad de la pesca y acuicultura. Apoyar la transición verde y digital en las explotaciones acuícolas e impulsar la diversificación en los métodos de producción, aumentar el apoyo a la financiación de proyectos de inversión dirigidos a reducir el consumo de energía. Compatibilizar las actividades del sector con la energía eólica. Promover hábitos de alimentación sostenibles y saludables, así como el consumo de especies de bajos niveles tróficos, como los moluscos bivalvos, el marisco o las algas marinas, entre otras.

Reto: Descarbonizar la flota.

España es la primera potencia en volumen de pesca y la tercera en número de buques pesqueros de la Unión Europea,  con más de 8.600 buques. 
La propuesta va dirigida al uso de combustibles renovables con bajas emisiones de carbono. El informe propone la solución a corto plazo de  introducir motores híbridos, así como la utilización de combustibles alternativos avanzados.

Reto: Alcanzar una transición energética justa.

Se propone que se garantice que la transición hacia la sostenibilidad vaya acompañada de medidas compensatorias para los sectores implicados con asistencia técnica y financiera y campañas de sensibilización y concienciación sobre las ventajas y oportunidades que les puede suponer. También se considera que hay que realizar un impulso de implicación, en este proceso,  de todos los niveles. La descarbonización de la flota pesquera requiere apoyo institucional y medidas de financiación y crediticias específicas por parte de la Unión Europea.

Reto: En el ámbito de la gobernanza del sistema pesquero alimentario se debe optimizar la gestión y la coordinación administrativa.

Propone la creación de una nueva Secretaría de Estado que agrupe la gestión y coordinación de todo lo relacionado con la pesca, la acuicultura y los asuntos marítimos. Hacer valer la relevancia de España como primera potencia pesquera de la Unión Europea, de forma que tenga un mayor peso en las instituciones europeas, sobre todo en la DG MARE de la Comisión Europea y dar un impulso al Desarrollo Local Participativo (DLP), generando empleo y tejido empresarial de calidad en las poblaciones que son afectadas.

CONSIDERACIONES FINALES

El CES considera que el sistema pesquero alimentario tiene una importancia estratégica en el abastecimiento de alimentos saludables a la población y para el equilibrio de la balanza alimentaria. El sistema pesquero demanda cada vez más conocimiento científico y tecnologías avanzadas, así como servicios sofisticados y nuevas producciones industriales, por ejemplo, las derivadas de las necesidades de descarbonizar la flota. Para lograr la sostenibilidad social del sector, las políticas deberían integrar y mejorar las condiciones laborales, la salud y la seguridad, la formación, la inclusión social y un nivel de vida equitativo. En numerosas comunidades y regiones pesqueras la importancia social de los sectores de la pesca y la acuicultura es superior a su aportación económica directa. De hecho, la apertura del sistema pesquero alimentario a la sociedad es necesaria para el relevo generacional y la participación equilibrada de las mujeres.

El MAPA ha previsto actuaciones a corto y largo plazo para dar respuesta a las propuestas expresadas en el informe

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